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JUNTO
ESTAS LINEAS:
Retrato
de Georg Wilhem Friederich Hegel, pintado por Jakob Schlesinger en
1831; actualmente en la Alte Nationalgalerie de Berlín (a la que
agradecemos nos permita divulgar la imagen).
Hegel murió ese mismo año de 1831, por lo que no sabemos si se
trata de una obra póstuma, recreada desde uno de los muchos grabados
que existían en la época. Pues fue tanta la fama alcanzada en vida
por este filósofo; que existían numerosos dibujos y litografías
con su rostro
-para ilustrar sus publicaciones y artículos-. Iniciamos aquí un
pequeño estudio sobre el pensamiento de Hegel, centrándonos
especialmente en su “dialéctica”; sobre la que analizaremos el
significado, los claroscuros y una posible ampliación teórica
.
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...
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A)
HEGEL: PERSONALIDAD Y PERSONAJE:
.
A-1):
Sabio amado o “pseudo científico” vilipendiado:
Creemos
que no existe un filósofo más querido y a su vez más odiado, como
lo fue y lo es Hegel. Tanto, que seguramente no hubo otro
pensador de la Historia, mas vilipendiado por unos, como adorado por
otros. A día de hoy continúa esta pugna entre detractores y
admiradores, donde sus seguidores le defienden sin límites
(principalmente los marxistas y los socialistas ateos). Frente a
estos, se sitúan quienes le tienen por un impostor; llegando a
afirmar de él, que era un “estafador de las ideas”. Sea como
fuere, antes de comenzar, me gustaría expresar que nunca se debe
juzgar a un personaje del pasado desde parámetros actuales. Pues
-tal como Hegel postulaba-, “todo hombre está sometido a su
tiempo”. Y aunque este paradigma no pueda aplicarse del modo en que
el filósofo alemán defendía; afirmando que todos los individuos
eran esclavos de su momento y de su Patria, careciendo de libertad -a
excepción de los grandes gobernantes-. Sí parece cierto, que
cualquier época marcará al hombre que nace en ella;
principalmente porque se verá rodeado de los tres elementos
principales que forjarán su persona y su personalidad: La cultura
(en la que se educa), la tecnología (de la que dispone, según
el tiempo) y la civilización (donde convive).
.
Por
tal motivo, para comprender un personaje de antaño, en mi opinión
hemos de analizarlo dentro de su entorno y tiempo. De este modo,
y sin seguir la exagerada idea hegeliana donde se manifiesta que
nadie es libre, y que todos somos marionetas en el teatro real de
nuestros días (cuya escena tan solo configuran “los elegidos”).
Parece también imposible pensar que las circunstancias vividas por
un individuo, no influyan decisivamente en su forma de ser. Por
cuanto resulta absurdo observar con los ojos de hoy, a quienes
existieron hace más de doscientos años. Consecuentemente, y en lo
que se refiere a Hegel, también nos parece desacertado determinar
que “es culpable” de los movimientos totalitarios, nacionalistas
y comunistas que surgieron tras él -tal como muchos dictaminan-.
Considerándole el “abuelo” más directo del Marxismo, del
ateísmo filosófico, de supremacismo germano y hasta del Nacional
Socialismo. Concretamente, en el caso de los autoritarismos de
Izquierda; debido a que personajes con la importancia de Marx, Engels
o Feuerbach, se inspiraron principalmente en este filósofo. Y en el
de la extrema Derecha, por considerar el manantial espiritual del que
bebieron las principales teorías nazis, a Nietzsche (también
seguidor de Hegel) (1) .
De este modo y ante lo expuesto, creemos que pese al deber de
conocer quienes fueron los principales seguidores de Hegel y las
consecuencias históricas que generaron las ideas de estos
hegelianos. Tampoco puede culparse al filósofo alemán directamente
de haber originado esas fórmulas totalitarias; ni menos aún, los
movimientos supremacistas que poblaron Europa desde finales del siglo
XIX. Pues tanto Marx como Engels o Nietzsche, fueron quienes
tejieron sus propias ideas; comúnmente partiendo desde las de Hegel,
pero convirtiendo lo que tan solo era un pensamiento, en una
ideología totalitaria y de revolución social.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Al
lado, un sello con la efigie de Karl Marx,
editado por la República Popular de Rumanía en 1953, en
conmemoración del setenta aniversario de la muerte de este ideólogo.
Los escritos de Marx se basan en gran parte en “la dialéctica”
de Hegel, fundamentados en la conocida fórmula de: “Tesis”,
“Antítesis” y “Síntesis”. Este sistema de pensamiento parte
de “la dialéctica” hegeliana que consideraba el modo de
progresar, una lucha entre dos partes antitéticas. El “yo”
enfrentado al “anti-yo”; lo que más tarde traslada a sucesos
históricos y a la Sociedad,
explicando hechos como la Revolución Francesa, surgidos de la
síntesis entre “el absolutismo” (como tesis), enfrentado al
“pueblo” (su antítesis).
De este modo se genera una integración entre dos partes contrarias,
que tras confrontarse, dan origen a la síntesis (la consecuencia
final). Bajo este prisma
justificará Marx gran parte de su visión sobre la Historia;
explicando -por ejemplo- que frente al “absolutismo borbónico”,
se situó “el pueblo francés” y que de su confrontación, nació
La Revolución, como síntesis de ambas dicotomías y dando origen a
la posterior Francia.
Abajo,
en distintos triángulos explicamos este paradigma hegeliano, que
Marx aplica continuamente en sus escritos; principalmente para
explicar la sucesión de la Historia.
En ellos recojo los fundamentos filosóficos de Marx, sobre el origen
y motivo de la Revolución Francesa (antes explicados); también
tomando como ejemplo la ejecución de Carlos I de Inglaterra y la
guerra civil inglesa; o representando la caída del Imperio Romano y
el advenimiento de los reinos godos.
Seguiremos
analizando la personalidad de este discutido pensador, que fue
llamado Georg Wilhem Friederich (Hegel), nacido en Stuttgart -en
1770- y que murió de cólera en Berlín -en 1831-; donde ocupaba una
cátedra de filosofía, gozando de enorme fama. Dejando tantas
lagunas y contrariedades sobre su figura e ideas, que poco después
de fallecer, ya sus seguidores se separan en dos grupos enfrentados:
Los izquierdistas (como Marx y Feuerbach), que ven en él un
revolucionario cuya dialéctica es puro combate entre el bien y
el mal, el yo y el anti-yo, la justicia contra la injusticia, los
pobres y los ricos, etc. Frente a los de derechas, que propugnaban
un Hegel conservador y cristiano, cuya idea principal era que las
civilizaciones más importantes de la Historia, siempre culminaron y
de desarrollaron en Europa (pese a que algunas nacían en
Oriente); siendo la Sociedad germana la cúspide de toda cultura
habida jamás en el Planeta. Así pues, la más importante nación de
la Historia era Alemania; como nacida del Sacro Imperio Romano
Germánico y heredera más directa del mundo clásico. Ya que la
civilización teutona añadía a la cultura grecolatina, las virtudes
y disciplina de los indoeuropeos (los que pasaron a denominarse más
tarde arios -pueblos indoarianos, que hoy sabemos proceden del Valle
del Indo-). Pese a todo, hemos de recordar que en tiempos de
Hegel, Alemania no existía como nación; limitándose a un
“conglomerado” de principados, que en su tiempo eran gobernados
bajo “El Emperador” electo. Por cuanto el valor del
nacionalismo hegeliano era una reivindicación romántica, bajo el
anhelo de unidad; y no tanto el clamor de un país existente. Es
decir, fue un idealismo patriótico y no la expresión de un
verdadero patriotismo.
.
El
párrafo anterior nos muestra que este filósofo se movía en el
terreno de lo soñado y no tanto de la realidad. De tal modo, que -en
mi opinión- gran parte de lo que escribe no es una verdadera
filosofía, sino un pensamiento propio y fantaseado (ideas
-que a mi juicio- tendrían una gran relación con el “destino
inevitable” descrito por Schopenhauer). Debido
a ello, considero que Hegel redactaba sus obras como lo hace un
literato de novela imaginada.
Refiriéndome principalmente al de libros fantásticos, que
no puede dejar de escribir; porque en aquellas creaciones suyas se
teje un mundo interior,
soñando, pero sin
el cual no puede vivir. Este debió de ser el motivo de la enorme
producción de Hegel; como reflejo de su quijotesca lectura y de su
enorme erudición, que le llevaría a no abandonar
jamás el “mundo de los libros” (ni a
adentrarse en una realidad plena). Todo lo que posiblemente le motivó
para escribir una tesis doctoral, como la que presentó en
edad ya tardía; pues según algunos autores la escribe en Jena (con
treinta y un años), aunque hay quienes argumentan que lo hizo en
Nüremberg -leyéndola con más de treinta y ocho- (2)
. Sea como fuere,
el caso de su doctorado es un misterio más, en la vida de este
filósofo. Pues
en 1807 ya había escrito obras de gran importancia (como la
“Fenomenología del espíritu”)
pero elige y presenta
una extraña tesis, donde pretende superar a Newton, con nuevas
teorías sobre mecánica celeste (en
un breve trabajo que en el siguiente párrafo analizamos).
.
A-2
) La tesis de Hegel:
Para
conocer a Hegel y su personalidad, quizás es más que importante
analizar lo sucedido con su tesis doctoral;
una obra menor, que algunos mencionan escrita en Jena (en 1801),
mientras hay quienes la incluyen como redactada y defendida en la
universidad de Nüremberg (en 1808) -ver cita anterior
(2)
-. El hecho cierto es que el texto se fecha en 1801, aunque sabemos
que fue doctorado en Nüremberg siete años después; tras abandonar
Jena, con el fin de irse a trabajar como entrenador en un gimnasio
(donde conoció a su mujer; una aristócrata con la que se casó en
1811). En esta nueva ciudad, además de atender aquella institución
deportiva durante más de un lustro y contraer nupcias con una “muy
bien situada”; dio a conocer su filosofía y escribió largas obras
sobre “fenomenología” o “lógica” (algunas muy valoradas,
pero sin publicar hasta 1940). Pero, pese a la extensión y
profundidad aquellos tratados de lógica y de fenómenología
espiritual;
parece que Hegel prefirió presentar
como tesis doctoral un
pequeño estudio que años antes había redactado, al que llamó
“Disertación
filosófica sobre las órbitas de los planetas”.
Opúsculo
con menos de veinticinco páginas, en el que discute las teorías de
Newton; simulando en ella, ser un talentoso astrónomo, físico y
matemático. No sabemos cómo logró doctorarse, ni cuales serían
sus dotes de embaucador; pues lo consiguió con este pequeño trabajo
en el que pretendía desmontar las teorías de sabios como Newton (y
seguidores)
-ver cita (4)
- . Ideas
por entonces confirmadas y comprobadas por la astronomía o física
universal dede casi un siglo atrás;
pero que Hegel contrariaba, dando otra explicación. Generando
nuevas ideas acerca de la Fuerza la Gravedad o a las elipses del giro
en los planetas... .
.
Tal
debía de ser el “camelo” allí escrito, que sabemos cómo alguno
de los miembros del tribunal que juzgaba su tesis, le increpó acerca
de los datos astronómicos incluidos en ese texto; diciendo:
-
“Esto que Ud. escribe aquí, no está de acuerdo con los hechos
verdaderos”-.
A
lo que Hegel, respondió (sin miedo, ni vergüenza):
- “Pues peor para los hechos verdaderos...” - (ibidem cita (2) )
- “Pues peor para los hechos verdaderos...” - (ibidem cita (2) )
JUNTO
ESTAS LINEAS:
Sello
conmemorativo del 250 aniversario de la muerte de Newton,
impreso por la República Soviética (hoy Rusia). Como hemos dicho,
la tesis doctoral de Hegel es un opúsculo de unas veinticinco hojas,
donde el filósofo trata de rebatir las teorías de Newton y destacar
las de Kepler; haciendo valer que este último era alemán y el claro
antecesor del creador de la Ley de los Graves. Sabido es que Isaac
Newton inicia su obra siguiendo los trabajos de Johanes Kepler y de
Galileo. Pero también es obvio que las investigaciones del inglés,
superaron con creces los descubrimientos anteriores a él. Tanto,
que quizás no ha habido físico, ni matemático, que haya logrado
mayores avances, ni tal relevancia en sus postulados científicos. En
la tesis de Hegel se percibe claramente la enorme pugna que existía
a fines del siglo XVIII, entre Inglaterra y Alemania; por lograr
tener entre los de su nación, a los mejores astrónomos, matemáticos
y físicos. Sobre
ello, es muy conocida es la creación del cálculo infinitesimal y
del sistema binario, por Leibnitz; aunque los ingleses -con Newton a
la cabeza- se adelantaron al sabio germano en diez años, creando un
método igual al infinitesimal.
AL
LADO: Portada
de la referida tesis doctoral de Hegel (Dissertatio
philosophica de orbitis planetarum) editada hace diez años por la
Universidad del País Vasco.
He recogido el texto completo en la cita (4)
por la importancia que
considero tiene estas obra, para comprender el espíritu y la figura
de Hegel. Quien muestra en
estas apenas treinta páginas, sus “desconocimientos” de mecánica
celeste; todo redactado en un sueño que le hizo imaginar, sabía lo
suficiente como para rebatir a Newton. Por todo ello, creo
-personalmente- que se trata de de ideas soñadas, muchas de ella
falsas; pero que no carecen de belleza, ni menos de idealismo. Pues
lo que realmente pretende Hegel (aún sabiendo que miente) es
demostrar que la filosofía está por encima de la ciencia. A la vez
que nos hace creer que es un sabio, conocedor de la astronomía, la
Historia o la teología -mayor a Newton-. Asimismo,
quiso Hegel en esta tesis denostar los estudios del sabio inglés,
mientras ensalza a los científicos alemanes; presentando una nueva
teoría absolutamente estrafalaria (donde confunde movimientos,
tamaños de planetas, fases y largo etcétera de fenómenos
celestes).Todo ello responde
al pensamiento hegeliano que afirmaba cómo la filosofía era el
saber supremo; tanto que la ciencia debía estar supeditada a lo que
dijeran los filósofos (y los teólogos). Una idea que -por lo demás-
es muy semejante a lo que afirmaron en el Vaticano cuando leyeron que
la “tierra se movía”; castigando
y humillando a Galilei por haber participado en los estudios que
demostraban la traslación terráquea.
.
Lo
narrado en párrafos anteriores, no solo muestra la autoestima que
Hegel se profesaba a sí mismo. Sino además, la cara dura que debía
tener, para llegar a escribir una tesis -de solo veinticinco páginas-
intentando desmontar las teorías de Newton. Pues sin tener una
destacada preparación sobre física, matemática y menos de
astronomía; logra doctorarse con un falso opúsculo que
“demostraba”como las teorías del gran sabio inglés no eran
correctas. Un hecho que carece de sentido e importancia, para muchos
estudiosos del pensador alemán. Ello, porque quizás los
seguidores o los biógrafos de Hegel, no se han planteado qué
hubiésemos opinado sobre la figura de ese filósofo, si Newton se
hubiera confundido en sus postulados -tal como tantas veces
sucedió con las nuevas premisas científicas-. Ya que de haber
errado el inglés en sus mediciones sobre la Tierra o en el peso
y masa que calculó a nuestro Planeta; Hegel aparecería como una
de las mentes más preclaras de la Historia -aunque su tesis
estuviera plena de errores-. Todo ello es lo que parece apoyaba
la universidad de Nüremberg (o bien la de Jena); cuando deciden
doctorar a un alumno, por el simple hecho de llevar la contraria al
gran genio de la mecánica celeste; al afirmar que las más
importantes investigaciones astronómicas procedían Alemania
-mencionando en particular a Kepler-. Así pues, ya vemos aquí
las constantes de un Hegel más astuto que inteligente y más listo
que reflexivo. Quien sabía perfectamente que recibiría el
doctorado, presentando una tesis en pro de los científicos alemanes
y en contra de los ingleses. Un trabajo en el que el autor se jugaba
al cincuenta por ciento las posibilidades de acertar; pues de haberse
confundido Newton, el gran genio de todos los tiempos hubiera sido
él. Ya que tan solo a través de la filosofía y el pensamiento,
había logrado darse cuenta de que la Ley de los Graves era falsa.
.
El
anterior rasgo, de hombre enormemente listo; es algo que incluso
se muestra su rostro, con facciones más cercanas a los de un
político o de un banquero, antes que de un pensador. Ello, unido
a una vida plena de sobresaltos y problemas; en la que su esposa
noble y adinerada, no atiende mucho al filósofo. Nos darán las
pautas de comportamiento de un filósofo que se casó con una rica y
poderosa, mientras se presentaba como el adalid del romanticismo y
del idealismo. Asimismo, sabemos que sus hijos sufrieron
calamidades; tantas que un primer vástago habido con otra mujer -en
tiempos de soltero-, terminó convertido en delincuente (debiendo el
padre quitarle los apellidos, para que la descendencia habida con la
aristócrata no se llamase como el recluso). Todo ello, a mi
juicio nos presenta como resultado un “pícaro” germano, al que
más bien debemos de catalogar como un “sofista romántico”;
quien gracias a su enorme erudición, opinaba de todo y escribía
sobre cualquier tema. Debido a que su saber era tan enciclopédico,
como imaginativo. De ese modo y gracias a esa enorme erudición -a mi
juicio-, Hegel pensó que jamás descubrirían sus falsedades, sus
fantasías o sus enormes contradicciones. Debiendo por ello,
presentar sus teorías y discursos, con rasgos muy oscuros; de un
modo casi ininteligible. Tanto, que fueron distintamente valorados,
si los refiere un discípulo aferrado seguidor, o si los describe un
ajeno a su grupo (un asistente casual a sus conferencias y
clases).
.
De
este modo, cuando hablan de él sus partidarios, nos dirán que era
un nuevo Aristóteles, o bien un Platón de los años modernos; cuyas
palabras taladraban el subconsciente de todo aquel que las escuchaba
(fuera hombre, mujer; culto o iletrado).
Por el contrario, muchos de quienes no le seguían, pero le oyeron
explicar sus teorías y dar sus lecciones magistrales; transmiten que
era tal el oscurantismo de cuanto expresaba, que se atrancaba
hablando -al no saber ni lo que decía-.
Pareciendo así que ni él mismo comprendía cuanto salía por su
boca; todo lo que hacía insufrible su ritmo de oratoria con
complejísimas frases. Ello, expresado con una gramática enrevesada
y barroca; en la que exponía ideas que en la mayoría de ocasiones
resultaban incomprensibles, y en otras, absurdas -todo lo que hacía
de su discurso, más que rocambolesco-
(5) .
La
descripción anterior, es la de aquellos ajenos al grupo hegeliano,
que asistían a sus clases y que nos hace ver de nuevo a un profesor
presuntuoso, hablando como un “pedante”;
lo que tanto critica Fernández de Moratín (6)
. Aunque otra
de las teorías acerca de su oscuridad comunicativa, parte de que
aquel filósofo prefería no ser entendido, para que cada cual sacara
sus propias conclusiones de cuanto escribió o dijo
(del mismo modo que hizo con las teorías de Newton; presentando una
tesis farragosa que nadie logra comprender...).
AL
LADO: Grabado
donde vemos al gran sabio
alemán G.W. Leibnitz; portada
en una de sus grandes obras. Este
científico del Barroco compitió frente a Newton, por la carrera
hacia el hallazgo de nuevas fórmulas matemáticas. Finalmente, es el
inglés quien logra a resolución del cálculo infinitesimal (unos
diez años antes) al igual que demostró una superioridad
intelectual, siendo la obra newtoniana mucho más relevante que la de
Leibnitz. Unos hechos que en Alemania costó mucho reconocer; tanto,
que los germanos consideraron siempre mejor matemático al científico
suyo. Sin lugar a dudas, la tesis presentada por Hegel, está basada
en ese chauvinismo alemán, gracias al cual logró el doctorado.
Pues nos es imposible pensar que casi cien años después de que la
ciencia hubiera aceptado las teorías de Newton, un estudiante de
filosofía y sin conocimientos de astronomía, pudiera hacerse doctor
con un estudio de estas características.
JUNTO
ESTAS LINEAS:
Nietzsche
en la portada de una de sus obras más conocidas: “Así habló
Zaratustra”; también
traducida como, “Así hablaba Zoroastro”. Muchos
han sido quienes han visto en este libro el manantial del que
fluyeron pantanosas aguas, que luego formaron la envenenada fuente de
las teorías nazis. Sin lugar a dudas, el hecho cierto es que el
Nacional Socialismo basó sus ideas acerca de la superioridad de la
raza aria, en la visión de Nietzsche sobre el “hombre supremo”
(Übermensch) y en “el despertar del alma germana”. Pese a que
nunca podamos considerar a este filósofo como un nazi, ya
que era un hombre pleno de contradicciones, capaz de defender una
teoría, mientras predicaba todo contrario. Sí es
verdad que libros suyos, como “Así hablaba Zaratustra”
(publicado en 1885) fueron usados medio siglo después a modo de
“catecismo”, entre quienes creyeron en Hitler.
.
Fue
asimismo Nietzsche, uno de los más fervientes seguidores de Hegel,
cuyo dogmatismo heredó plenamente. Este totalitarismo de las teorías
“pangermanas” nace -a mi juicio- desde ideas fundamentadas en el
odio hacia otras culturas, antes que en el amor a la propia. Pues
el pangermanismo no era tanto una reivindicación del nacionalismo
alemán, con la finalidad de unirse en una sola nación; sino un
“dogma” supremacista, que considera al alemán una raza superior,
o una civilización distinta y mejor. El
origen de este “pagermanismo” profundo
-a mi entender-, está en los complejos hacia la larga Historia del
Mediterráneo; un área que en el siglo XIX ya estaba en decadencia
plena. Pero principalmente se
fundamenta en el rencor histórico que provocaron las continuadas
razzias otomanas, llegadas hasta las puertas de Alemania
-subiendo el Danubio y destruyendo cuanto podían-. Estos
ataques turcos tuvieron que ser evitados desde la Edad Media, con
caballeros teutones establecidos en zonas de los Balcanes. Donde
comenzaron los problemas con estos pueblos a los que llamaron
eslavos, cuando las hordas alemanas los esclavizaban tras
establecerse en sus tierras, con el fin de protegerse de los
otomanos. Todo ello,
provocaría el desprecio hacia las culturas semitas y a otros pueblos
(como los eslavos), además de un exceso de autoestima entre los
alemanes; lo que progresivamente generó desde el siglo XIX el
pangermanismo duro.
.
En
este sentido histórico hemos de circunscribir la “Moral del señor”
y la “Moral del esclavo” de Nietzsche; quien promueve en “Más
allá del bien y del mal” que hay dos tipos de morales: La de los
nobles y la de los siervos. Pues
mientras los primeros creen en un código de honor, donde es bueno:
El poderoso, el fuerte y hasta el agresivo. Los segundos -como
esclavos- generan otro sentido del bien; en el cual, la humildad, la
mansedumbre y la bondad, son las mayores virtudes. Así
acusa a los judíos de ser un eterno pueblo de “esclavos”, donde
las bondades del guerrero y del noble, se han cambiado por todos esos
conceptos del bien entre la servidumbre. Del mismo modo, integra la
filosofía cristiana en este grupo de moral para esclavos; destacando
Nieztsche que el Übermenchs (“hombre supremo”), no atiende a ese
concepto del bien servil. Sino a la moral del noble, que debe morir y
matar para proteger a su grupo (al ser los mejores); que ha anhelar
el poder y hasta demostrar su agresividad, para reivindicar su
supremacía. Todo
ello, no son solo teorías de Nietzsche; pertenecen a una Historia
que parte desde la Edad Media y se fraguaron durante siglos de
ataques teutones en tierras eslavas. Cuando repetidamente bajaban a
los Balcanes, esclavizando a su población; con el fin de cerrar el
acceso a los turcos hacia tierras de Centroeuropa.
.
Continuando
con Hegel, ante todas estas noticias tan contradictorias; unas,
mostrándolo como el Aristóteles de la nueva Europa, frente a otras
que nos hablan de un hombre poco honrado, oscurantista, de pésima
oratoria e imposible de entender. Hemos de quedarnos con los hechos
probados; con la realidad fehaciente, que demuestra cómo Hegel fue
uno de los mayores eruditos que tuvo la civilización Occidental. Un
hombre de una cultura inmensa, pero nacido después de unas
generaciones prodigiosas, que ensombrecían la personalidad de los
científicos posteriores. Nos referimos a los sabios anteriores al
tiempo de Hegel; algunos venidos al Mundo como herederos del
Renacimiento, tal como fue el caso de Kepler, Galileo o Descartes.
Mientras otros ya nacieron de “las luces del barroco”, que
culminaron creando personajes como Leibnitz o Newton. Siendo
estos dos últimos, los indiscutibles grandes científicos y
filósofos de la Europa ilustrada; sin parangón con
personalidades de generaciones posteriores. Principalmente,
porque tras ellos; movimientos exaltados y nacidos de la
Revolución Francesa, oscurecieran las mentes de los estudiosos.
Iniciándose a fines del siglo XVIII modas como el romanticismo o el
idealismo -a los que pertenecía Hegel-. De gran valor para el
artista, pero de escasa virtud para el científico. Ya que el
pensador romántico anhela la oscuridad y no las luces, el
enfrentamiento y no la integración, la revolución y no la
evolución; al igual que el filósofo idealista será víctima de su
sueño e incluso de las ideologías, olvidando la realidad -y por
ende, la verdad-.
.
Para
concluir estos comentarios sobre la época e ideas del tiempo en que
Hegel desarrolla su obra, diremos que la diferencia entre su mundo y
el anterior radica en el desprecio hacia el Mediterráneo. De manera
muy distinta, los fundamentos del Renacimiento, del Barroco (sus
“luces”) y el inicio de La Ilustración; estaban basados en el
amor hacia el mundo clásico. Pues desde el final del
Renacimiento, durante el Barroco y hasta la primera parte del “Siglo
de las Luces” (entre 1600 y 1775); la mayoría de los hombres de
ciencia y filosofía, habían fundamentado sus nuevas investigaciones
o sus teorías, basándose en conocimientos anteriores venidos del
Mediterráneo. Naciendo así, desde la cultura clásica, nuevas
ideas y adelantos que no se oponían a lo que hasta entonces la
Historia había vivido. Aunque tras la Revolución Francesa, todo
aquel mundo del pasado se desvirtuó y los sabios -e incluso los
artistas-, comenzaron a despreciar su propio legado cultural.
Pretendiendo crear uno nuevo y muy distinto, basado fundamentalmente
en la lucha y en la creación de un Estado “cargado de
fraternidad”; tachando a los sistemas anteriores de retrógrados e
injustos. Este Mundo posterior a la Revolución Francesa, fue el que
conoció Hegel; una etapa que nada tuvo que ver con la que vio
Newton. Pues el inglés vivió una época en la que el respeto
hacia La Biblia o a figuras como Pitágoras y los Neoplatónicos,
eran el fundamento de estudio para los sabios -desde el Renacimiento
tardío, hasta el Barroco-. Partiendo de ello, comprendemos el
poco respeto de Hegel hacia Newton; el gran sabio de todos los
tiempos y a mi juicio, el más admirable de los científicos de la
Historia. Un hombre cuyos estudios son un prodigio matemático,
físico y filosófico; tanto, que al leer algunas de las conclusiones
de Newton, he de confesar que se me he emocionado (saltándome las
lágrimas). Del mismo modo, que puede llorarse -pero de risa-
repasando la tesis de Hegel, donde este “pseudo-científico”
expresa las mayores bobadas, criticando las teorías newtonianas.
Todo ello, para lograr un doctorado unos cien años después de que
la Ley de la Gravitación hubiera sido admitida por la física.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Grabados
del libro de Rafael Mitjana “Memoria sobre el Templo-druida Hallado
en las cercanías de la ciudad de Antequera”, publicado en
Málaga en 1847. Vemos en esta obra, como hace ciento cincuenta
años, todavía
consideraban estas enormes construcciones, obra de los
indoeuropeos.
Debido
a ello, las
databan en fechas cercanas a la Primera Edad del Hierro (del siglo IX
al VI a.C.). Posteriormente
pudo demostrarse que el megalitismo pertenecía a civilizaciones muy
anteriores a los celtas; así, a mediados del siglo XX, estos
dólmenes de Antequera llegaron a fecharse hacia el 2700 a.C..
Finalmente
y gracias al C-14 ha podido demostrarse que el origen de esas
construcciones
(recientemente
convertidas en Patrimonio de la Humanidad) es
aún
mil años anterior; debiendo considerarlas
del
3700 a.C.. Pese a ello, en el siglo XIX se estudiaba el megalitismo
como arte de los celtas, creyéndo que pertenecía al mundo
indoeuropeo; pues por aquel entonces pensaban que en la Europa del
pasado, estos “superhombres indoarianos” lo habían generado
todo.
.
El
problema del “pangermanismo” en el siglo XIX, es un tema que -a
mi juicio- nunca se ha tratado con suficiente profundidad,
estudiándose siempre desde un punto de vista político -no tanto,
cultural-. Pues, en verdad, gran parte de esta “euforia
germanófila” se debió a la arqueología, a la Historia y a la
ligüistica decimonónicas
(precisamente, en un momento en que estas disciplinas nacieron, tal
como hoy las conocemos).
Todas ellas, fueron impulsadas fuertemente por científicos alemanes;
en gran parte, porque cofirmaban el pangermanismo.
Así pues, mientras los arqueólogos ingleses o franceses estudiaron
muy distintas civilizaciones (desde
Mesopotamia a Egipto o la ibérica). Los
alemanes se centraron más en el “indo-europeismo”, pretendiendo
crear la teoría del mundo ario. Una idea que parte desde el estudio
y hallazgo de la Edad del Hierro; cuando descubren que la expansión
del nuevo metal (desde el siglo XIII a.C.) trae a Europa una oleada
de gentes distintas. Hombre armados con hierro, venidos
originariamente de los valles indoarianos y que finalmente fueron
denominadas “celtas”, “galos”, “gaélicos” etc.. A los
que el siglo XIX se comienza a llamar indoeuropeos (proto-celtas) y
de quienes descubre la arqueología alemana que se establecen
primeramente en Hallstatt (Austria), donde confluyen las culturas del
Bronce -llegadas del Mediterráneo- con las primeras del Hierro,
aparecidas ya entorno al 1000 a.C..
.
Finalmente,
la lingüística hará el resto, al demostrar que el tronco común de
idiomas como el griego o el latín, era igualmente indoeuropeo. Todo
ello genera un “amalgama” de teorías y un “batiburrillo” de
ideas, entre las cuales se añade el concepto de que cualquier resto
-o hallazgo- aparecido en territorio “celta”, era obra de esta
cultura del Hierro. Así,
se atribuyeron a los celtas: Los megalitos, lo correspondiente a la
Edad del Bronce europeo y todo cuanto se va excavando en esas tierras
ocupadas luego por esas nuevas gentes, a los que empiezan a llamar
“arios” (sin tener en cuenta que su llegada es posterior al 1000
a.C.). Ello
provoca la euforia “pangermana”, cuyo chauvinismo no conoce
límites y se atribuye el pasado pleno de la Europa Antigua, dejando
al Mediterráneo al margen.
Después,
llegarán Hegel o Nietzsche, para confirmar la superioridad
filosófica del hombre “ario”; todo lo que tuvo como consecuencia
funestas en posteriores interpretaciones como la del “hombre
supremo”; que durante el siglo XX culminan en dos terribles Guerras
Mundiales (en gran parte provocadas por ese pangermanismo o para
demostar el “Übermensch” -hombre superior- de Nietzsche).
.
.
.
.
A-3)
Mundos hegelianos:
Narra
Leonardo Polo, que los discípulos de Hegel eran algunos de los más
inteligentes universitarios. Asimismo parece que en plena madurez
del filósofo (hacia 1830) guardaban una actitud muy sumisa frente
a él y le idolatraban. Tanto que un día le preguntaron:
.
-“Maestro,
después de su filosofía, ¿qué?,
¿qué
puede venir, si su filosofía lo es todo?.
Sabio, maestro ¿qué hay después de
usted,
si usted es el saber absoluto? (...).
Tras
la pregunta¿Qué
viene después de
usted?”-.
Hegel,
que seguramente lo habría
pensado (... hay cartas a
su mujer
en que se lo dice), contestó a esos discípulos:
-“Después
de mí, la locura;
después del saber absoluto ya no queda más que una humanidad
(puesto que, si sigue la historia, habrá hombres), pero una
humanidad loca”. Y, claro, ¿con hombres locos, qué se puede
hacer? Hospitalizarlos, nada más. Después de mí: la locura” y,
por tanto, el hospital; un hospital enorme, con toda la humanidad
hospitalizada. ¿Por
qué? Porque si ya no hay más saber, si ya no hay más razón, y a
pesar de ello el tiempo sigue, ese tiempo que venga después del
saber absoluto, de la razón entera y total, es un
tiempo sin razón, absolutamente caótico, un tiempo sin significado
interior alguno, sin sentido; una época que estará llena de
agitaciones,
respecto de las cuales ya no habrá un momento de saber que las
recoja, un nuevo levantarse en vuelo el ave de Minerva, puesto que el
último vuelo de la lechuza lo ha hecho Hegel” (7)
.
.
No
diremos tras estas frases del maestro, que alguno de los más
importantes seguidores de Hegel fueron Marx, Feuerbach y Nietzsche;
con la intención malsana de injuriar a nadie. Pero sí nos atrevemos
a expresar que en
toda la filosofía del siglo XIX hay un componente de locura
incomprensible; una enajenación
-quizás acrecentada por el opio, la absenta y el odio social- cuyas
consecuencias fatídicas germinaron en el siglo XX. El siglo más
cruento de la Historia; durante el que centenares de millones de
personas murieron en las guerras o en los numerosos genocidios, que
los nuevos dogmas decimonónicos defendían. Teorías sobre el
nacionalismo, la superioridad de razas o la confrontación de clases,
que justificaban toda matanza. Unas ideas que sustituyeron a los
dogmas sociales anteriores,
que obligaban a morir y luchar por el rey, por Dios, o a batallar por
el honor familiar -principios que antes del siglo XIX provocaban las
guerras-. Pese a ello, esas
ideas antiguas, ya desde el Renacimiento carecían de una base
sólida; pues casi nadie creía del todo en el rey, ni el Dios, ni
menos en su familia (al menos, no tantos como para morir en masa por
estos principios). Por cuanto el dogmatismo de la Edad Media, se hace
relativo cuando llega a la época la Moderna y muy pocos creerán en
sus principios -tal como narra El Quijote-. Pero en el siglo XVIII
nacieron nuevos valores y surgió el concepto contemporáneo del
Estado (como padre de todos), culminado en la Revolución Francesa.
Llegando finalmente esas teorías dogmáticas decimonónicas de las
que hablamos; en las que se promulgaba la superioridad de razas, la
necesidad de expansión (por motivos de hambre) o la justificación
de asesinar en masa, en nombre del proletariado.
.
Cuanto
hemos expresado en el párrafo anterior, fue argumentado
filosóficamente gracias a teorías como las de Hegel y sus
seguidores más radicales; quienes propugnaron el “pangermanismo
belicista” o el “marxismo radical”, una epidemia cuyos orígenes
más remotos hemos de buscarlos en este filósofo alemán.
Aquel que igualmente contradecía que la manzana cayera por efecto de
la gravedad (demostrada por Newton); y que
asimismo propugnaba que la filosofía o las ideas, habían de estar
por encima de la ciencia (tal como hizo la Inquisición en sus
tiempos más remotos).
Pues tal como escribe Leonardo Polo: Hegel “es
sumamente inteligente, capaz de entender muy bien muchas cosas; pero
no de articularlas, pues ha renunciado a la lógica, no tiene lógica.
Por ello, hay que contra atacar de otra manera y decir: Si lo que
Hegel ha pensado es puramente un producto de su gran capacidad
intuitiva y de su inmensa erudición, entonces Hegel nos ha engañado;
pero si de los dos Hegel, el único auténtico es el de la intuición,
¿por qué nos propone su filosofía en forma de sistema?” (8)
.
SOBRE,
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Varias
fotos de Mota del Marqués, misterioso pueblo de Valladolid, donde se
establecieron los caballeros teutones en tiempos de Fernando III el
Santo (hacia 1220). En
esos años, allí fundan encomienda, tras venir hasta Castilla
algunos de ellos escoltando desde Alemania a la princesa Beatriz de
Suabia -quien contrajo matrimonio con el rey Fernando, en 1219-. Poco
después de la boda, el monarca entregó a su recién desposada el
señorío de Toro, villa que dista unos veinte kilómetros de Mota
del Marqués; y a su vez, Beatriz de Suabia ofreció una encomienda a
los caballeros que la habían acompañado (para que pudieran
establecerse allí y cuidasen del camino de Santiago). La
Orden de Caballeros Teutones, se inicia como hospitalaria y dedicada
a peregrinos de Jerusalén, aunque en tiempos de las cruzadas se
conformó como Capítulo Militar.
Así, desde el año 1198, se convierten en monjes guerreros, muy
similares a los templarios y con idéntico fin (asistir a las
Cruzadas y guardar los Santos Lugares). Tras ser derrotados los
europeos en Oriente Medio y terminadas las Cruzadas; se trasladan a
Transilvania, con el fin de evitar que los musulmanes se dirijan
hacia centro Europa (a través del Danubio). Otra encomienda marcha a
Venecia y finalmente a Palestina, donde logran mantener la Fortaleza
de Monfort desde el 1220. En los mismos años, una facción de ellos
queda en Mota del Marqués -Valladolid-, cuidando del Camino de
Santiago, tras acompañar a Beatriz de Suabia. Poco después, otras
encomiendas teutonas emprendieron las cruzadas Bálticas durante el
siglo XIV, para convertir al catolicismo a los países del Báltico.
.
Pero
al caer Constantinopla (en el 1543) regresan la mayoría a tierras de
los Balcanes, con el fin de evitar que los turcos accedan al corredor
del Danubio. Allí, permanecerán durante siglos, fustigando y
esclavizando a los pueblos que denominaron “eslavos”; mientras
aseguraban que los otomanos no accedieran hasta zonas de Alemania.
Del prestigio de aquellos hombres que se sacrificaban por el resto de
los germanos, marchando a luchar contra el turco, hasta tierras
balcánicas; nació siglos más tarde parte del pangermanismo.
Surgiendo en el siglo XIX como movimiento romántico, que idealizaba
en la figura de estos caballeros teutones, lo que más tarde llamaron
el “supra-hombre” con “moral noble” (enfrentándolo al
esclavo con moral servil). Todo ello, promovido por filósofos
idealistas; como Hegel o Nietzsche, donde el “supra-hombre”
germano es un ser mejor y distinto al resto de los humanos
(especialmente superior a los mediterráneos).
En las imágenes de Mota del Marqués. Arriba,
foto de este misterioso pueblo vallisoletano, con algunas de sus
iglesias (en
primer término) y los restos del castillo teutón (al fondo). Al
lado,
misteriosa lápida teutona fundacional (de mediados del siglo XIII),
que aún se encuentra en la ermita de Ntra Señora de Castellanos, en
Mota del Marqués. Abajo,
restos de la torre circular, de tipo alemana y fechada hacia el 1250,
que culmina la ladera de esta “mota” (su
mal estado, nos hace temer por la desaparición de uno de los pocos
vestigios teutones que existen en nuestras tierras).
Tal
y como nos presenta Leonardo Polo a Hegel, diríamos que es el claro
ejemplo de contable estafador. Aunque, en mi opinión, más bien
sería lo que en el siglo XVI se denominaba un artista de la “partida
doble”
o de la “contabilidad a la veneciana”. Pues, del mismo modo que
Luca Pacioli fue el fraile de la mística matemática y de la
descripción de la Divina Proporción, mientras escribía su tratado,
enseñando a todos el modo de defraudar en la contabilidad (9)
.
Parece
que Hegel es el filósofo de la mística social, pero finalmente
impone una máxima que dicta como “el fin justifica los medios”.
Siendo aquel fin, imponer como fuera, los dogmas decimonónicos que
ellos promulgaban; ideas sobre el pangermanismo y el supra-hombre
ario, que tristemente derivaron finalmente hacia los totalitarismos.
Del
destino final de aquellos dogmas impuestos, Hegel no es culpable,
aunque sí fue su primer profeta; sin culpa alguna al haber sido
educado en una Sociedad en la que quien no defendía la linea de este
pensamiento único, era condenado al olvido. Ello es común a
momentos de gran autoritarismo social, por cuanto a
lo largo de la Historia tendremos dos tipos de sabios reconocidos:
Los encumbrados por su Sociedad; frente a los verdaderos sabios. Los
segundos son iluminados reales, que desean investigar y por ello
estudian cuanto pueden, para llegar a unas conclusiones. Mientras los
primeros (ensalzados por su tiempo), desean llegar a una conclusiones
y debido a esto inician sus investigaciones, siempre guiados hacia un
punto inicialmente marcado. En este grupo es en el que hay que
encuadrar a Hegel, como producto de la Sociedad pangermana en la que
fue educado;
donde los filósofos, los arqueólogos y hasta los médicos, servían
para demostrar que la cultura teutona y la raza aria, eran superiores
y muy distintas a las demás (con el fin de promover la unidad de
Alemania).
.
Continuando
con la tipología de sabios; añadiremos que la
triste consecuencia de aquellos que quieren llegar a unas
conclusiones premeditadas y estudian cuanto pueden, para
demostrarlas; es que probablemente lleguen a reforzar los dogmas y no
las teorías científicas o filosóficas. Pues
si las premisas que inicialmente se marcan, son falsas o erróneas;
todo su estudio y conclusiones serán un puro dogma (sin base, ni
verdad demostrable). Y es que así
es -en gran parte- el pensamiento Hegeliano; pues cuando afirma que
el filósofo ha de estar por encima del científico, solo expresa lo
mismo que hizo la Inquisición
cuando condenó a Servet (por explicar el funcionamiento del corazón
y el impulso de la sangre) o cuando humilló a Galileo (por afirmar
que la Tierra se trasladaba). Debido a ello, parece que pudo surgir
un nuevo movimiento inquisitivo y hegeliano, patrocinado por sus
seguidores. Quienes actúan de manera absolutamente dogmática,
cuando se les rebaten sus argumentos. Pues en verdad, el
carácter y la filosofía de Hegel están marcados por su verdadera
profesión, que era la de pastor (sacerdote protestante). Todo lo que
nos lleva a comprender por qué sus seguidores pudieron llegar a
actuar como fanáticos religiosos
y a organizarse como verdaderas “sectas”, que atacan sin razón
-ni razones-, a quienes discuten sus principios (nacionalistas, ateos
radicales, nacionalsocialistas o comunistas).
.
Todo
ello explica la ilógica de Hegel, que posiblemente nace desde sus
convicciones religiosas y de su formación como prócer de la iglesia
luterana. Debido a ello, es por lo que Leonardo Polo nos dirá del
filósofo que
“es
sumamente inteligente, capaz de entender muy bien muchas cosas; pero
no de articularlas, pues ha renunciado a la lógica” -ibidem
cita
(8) -.
Ya que en su finalidad parece
solo querer explicar unos dogmas, que ha preconcebido como ciertos,
incluso antes de pensar. Así es como se atreve a contradecir a
Newton, considerando que un inglés jamás puede tener más
conocimientos que los alemanes;
por cuanto estaría convencido de que -antes o después- algún
alemán llegaría a superar a Newton
(10)
. Teniendo muy poca razón, pero gran criterio; pues en verdad un
físico nacido en Ulm y llamado Albert Einstein, será quien supere a
Newton. Aunque también es más cierto, que las teorías del inglés
eran absolutamente probadas y verdaderas; porque de lo contrario,
Einstein se habría atrevido a saltar desde lo alto de la torre de su
ciudad natal. Algo que quizás hubiera hecho cualquier hegeliano,
para demostrar que la ley de la gravedad no era del todo verdadera;
ya que el carácter que imprime este filósofo es de tal dogmatismo,
que sus seguidores llegarán a preconizar barbaridades mayores de las
que hizo Savonarola (principalmente, destruir la cultura anterior o
exterminar al que no piensa como ellos).
.
Para
terminar diremos que Hegel se sintió profundamente atraído durante
su juventud por el carácter de los jacobinos y por la Revolución
Francesa (que siguió desde su país natal, con unos veinte años de
edad). Aunque posteriormente reconociera que el periodo del “Terror”
fue tan terrible, que desvirtuó todos los logros que había
conseguido el estallido revolucionario. Por todo ello, más tarde
sintió una gran admiración hacia Napoleón,
unos hechos que Jan Doxrud describe del siguiente modo:
“Estando
en Jena, Hegel fue testigo del gran acontecimiento, ver al
emperador Napoleón el 13 de octubre de 1806. Napoleón, de acuerdo a
Hegel, era el alma del mundo; se sintió conmovido, le generó una
sensación -escribe a Niethammer- de `ver a un personaje así
concentrado en un punto, montado a caballo, extenderse por el mundo y
dominarlo´”
(11) .
Observamos
de nuevo en este hecho, la admiración hacia todo lo autoritario de
Hegel, algo común en quien ha sido educado en el totalitarismo; por
cuanto sin ser culpable, es un divulgador de aquel tipo de dogmas que
actuaron como verdaderas plagas en el mundo alemán.
Donde todos tenían “las ideas tan claras”, que llegaron a
exterminar parte de su población o invadir media Europa, porque las
autoridades así lo mandaban. Preconizando
que la vida es tal como es, por cuanto Hegel mandaba que debíamos
aceptar la realidad, sin discusiones. De un modo similar a la de
Schopenhauer, cuando
pronostica con su fatalismo y dictamina que todo puede ser horrible,
aunque hemos de aceptar ese final terrible que el Mundo nos dará.
Pese
a la coincidencia de ambos pensadores en este fatalismo; Arthur
Schopenhauer tildaba al los hegelianos como una “escuela
de trivialidad y nido de irreflexión e
ignorancia, esa pseudosabiduría corruptora de mentes que finalmente
comienza a reconocerse ahora como tal".
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al
lado, grabado con un dibujo de Napoleón a caballo, durante sus
campañas en Egipto (hacia 1790, por Eduoard Detaille). Abajo,
la ejecución de Luis XVI; grabado iluminado, coetáneo a la
Revolución Francesa. Hegel vivió con unos veinte años y desde su
Alemania natal, los acontecimientos de la Revolución, creyendo en
ella y siendo un ferviente jacobino. Más tarde, dejaría de
apoyarla, tras El Terror y las terribles consecuencias que se
produjeron en Francia. Así, pasa a venerar a Napoleón, a quien ve
montado a caballo en 1806 (en Jena) quedando deslumbrado.
Posteriormente,
cuando Napoleón ataca Alemania (desde 1913), masacrando alguna de
sus poblaciones, las autoridades germanas prohiben y persiguen la
exaltación de este personaje. Algunos filósofos -como Krause-
quedaron en el olvido y fueron hasta expulsados de sus fraternidades,
culpándoles de afrancesados. Pero a Hegel nadie le reprochó su
veneración hacia Napoleón; una admiración que también
compartieron figuras como Schiller o Beethoven (que compuso su quinto
concierto para piano -El emperador- en memoria del francés). Pese a
ello, ese afrancesamiento napoleónico, solo le fue reprochado a
Krause.
Así
pues, y para terminar este capítulo en el que hemos tratado sobre la
personalidad del pensador germano, añadiremos que -a mi juicio- es
principalmente un sofista. Entendiendo por ello, aquel sabio que se
debe a una Sociedad o a una unión y que se forma para debatir y
defender los dogmas impuestos por aquel grupo. Es decir, que
obtiene sus conclusiones antes de estudiar; para posteriormente
investigar a fondo, con el fin de mantener y justificar esos
principios impuestos de antemano. Por su parte, pertenece ya a un
mundo en el que divulgar mentiras científicas, es más valioso que
predicar las fantasías de religión o inculcar creencias radicales
(un momento histórico en que se logra mover a las masas en virtud de
dogmas sociales y no de principios religiosos). Debido a ello,
tomará la acción de lo que actualmente se ha llamado “posverdad”,
conspirando contra cuanto no contemple los paradigmas dictados por su
mundo, el germano -que él creyó, se debía defender por
cualquier medio-. Pero además, tiene el acierto de proponer ideas
que reivindican la razón de existir, para muchos de quienes las
leen. Pues su filosofía, pretende demostrar que los alemanes eran
superiores y diferentes a todos; lo que no solo servía al poder en
su labor de unificar la nación; sino también al ciudadano medio y
al pobre (para sentirse importante, e incluso invencible).
.
Ante
los fines expuestos, utilizaba su enorme cultura y su erudición,
para apoyar aquellas ideas preconcebidas. Pero como suele suceder
con toda persona de mayores conocimientos que los demás, pecaba de
soberbia. Así, se inventaba aquello que no sabía, pensando
-quizás- que jamás sería descubierto; pese a que el paso del
tiempo ha ido delatando sus errores. Por lo demás, podríamos
compararlo con la figura de Picasso, quien creyó seguramente que
sería el último pintor de la Historia -al igual que Hegel dijo que
tras él vendría la locura generalizada-. Y es que ambos
tuvieron algo de razón, quizás al ver la imbecilidad que se iba
generalizando a su alrededor (producto de las drogas, de la educación
banal o del odio social). Pues cuando pinta Picasso -en los años
treinta- ya observa que el resto de colegas solo desean “matar al
arte”, ser famosos y actúan movidos por sentimientos políticos y
no estéticos. Al igual que cuando escribe Hegel, las
universidades ya comenzaban a entrar en aquella locura generalizada
que fue la intelectualidad del siglo XIX, cuyas nefastas teorías
fraguaron a comienzos del XX y germinaron en dos terribles Guerras
Mundiales. Una inercia de estupidez, que parece no haber perdido
aún la universidad de muchos países (al menos el nuestro), donde se
dedica más tiempo a la política, que al estudio.
.
Consecuentemente,
Hegel es ese inicio del mundo académico que sustituye al religioso
en las instituciones, aunque arrastra y hereda todos los males de la
Iglesia: El corporativismo, el dogmatismo, el Nepotismo, la negación
de la verdad y la falta de realismo.
Un tipo de intelecto que han pervivido hasta nuestros días, donde lo
más importante es el partido político en el que se milita, las
ideas sociales que se defienden y estar adscrito a un grupo de
referencia. Características que en el caso de Hegel, eran el
pangermanismo, el luteranismo y el amor hacia lo revolucionario; pero
que actualmente proponen el deber de pensar como los seguidores más
radicales de este filósofo. Requisito casi obligatorio para ser
admitido en ciertos círculos universitarios o intelectuales de hoy.
Pues de lo contrario, será uno tachado de retrógrado o de
capitalista; máxime si se declara partidario del humanismo y de
mundos anteriores al hegeliano. Quizás porque
nadie llega a observar que Hegel es El Quijote hecho persona; que
entró en locura por motivo de cuanto leyó y que (como caballero
teutón y andante) se dedicó a una enajenada función de lucha, en
la que embaucó y embarcó a media Humanidad (seguramente, sin llegar
a pensarlo, ni poder creerlo).
JUNTO
ESTAS LINEAS:
Schopenhauer
fotografiasdo por J.Schäfer en 1859. Este filósofo coincidía con
Hegel en el fatalismo, aunque decía de los hegelianos que eran una
“escuela
de trivialidad y nido de irreflexión e ignorancia".
JUNTO
ESTAS LINEAS:
Tetradracma
ático, acuñado hacia el 449 a.C. y con la efigie de Minerva en un
lado, mientras en el contrario contiene la lechuza (el ave de esa
diosa de la sabiduría). Una de las frases más conocidas de Hegel
refieren al “ultimo vuelo del ave de Minerva”; diciendo de sí
mismo: “no habrá un
nuevo levantarse en vuelo, en el ave de Minerva; puesto que el último
vuelo de la lechuza lo hizo Hegel”... . Esto
que puede parecernos una pedantería, es el comienzo de aquel mundo
que muchos intelectuales del siglos XIX y XX afanaron por crear;
donde cuanto más oscura e incomprensible, mejor era una idea. En los
años ochenta, se prodigaban hegelianos en las universidades
-especialmente en Arquitectura y Sociología-. Por entonces, mi padre
que era profesor de Vivienda Social en la Politécnica de Madrid,
definió estas frases como: “Pijemas”. Considerando el “pijema”,
como una frase pedante e incomprensible, dicha por un hegeliano;
elevada a algoritmo y dejada caer como anatema. Es decir, una idea
rocambolesca que -al parecer- rompía y se oponía a todo lo
anterior; aunque no fuera entendida por nadie. Todo ello, lo acompañaba
mi padre con una anécdota de Ramón Gómez de la Serna; quien
afirmaba que antes de publicar un escrito lo leía a su ama de llaves
(mientras esta santa hacía las labores del hogar). Tras darlo a
conocer enteramente a su empleada doméstica, le preguntaba Ramón lo qué había entendido; pues aquello que esta mujer había
comprendido, eran zonas que debían oscurecerse. De este modo, Gómez
de la Serna corregía el texto, oscureciendo lo que podría entender una simple lavandera. Siguiendo a Hegel y tal como muchos
creían que el alemán había logrado tanto éxito... .
.
Finalmente
añadiremos que en
nuestra cita (12)
encontraremos
diversas opiniones críticas sobre este filósofo, recogidas por
Leonardo Polo y Jan Dosxrud; entre las que he escogido a continuación
las frases más importantes. Escribiendo Leonardo Polo en
su INTRODUCCIÓN A HEGEL:
"¿es la de Hegel una filosofía o qué es? ¿Hay dos filósofos
en Hegel, el que quiere el sistema y el que funciona con
intuiciones?, ¿esos dos son dos filósofos incomunicables, de manera
que lo que hay de organización o de lógica en Hegel es
completamente secundario?. (...) . La dialéctica y la lógica son
dos cosas absolutamente incompatibles. Si uno es dialéctico,
lógicamente está loco; de manera que la pretendida sistematización
de Hegel es inviable. Lo único que hay es un espíritu, el de Hegel,
que es sumamente inteligente" (...) “El
problema es, pues, si Hegel es un pensador dialéctico o un pensador
de contenidos, un pensador en el que la manera como están pegados
los trozos le importa tan poco como le importaba a los arquitectos
del Renacimiento cómo estaban pegados los trozos de mármol en el
Coliseo, porque lo que querían precisamente era apropiarse de esos
trozos (…) Pero hay declaraciones taxativas de Hegel de que esto
no se puede hacer (...) Si entendemos la dialéctica de acuerdo con
criterios de lógica formal, hay que decir que la dialéctica de
Hegel no tiene ningún valor” (…) “En último término,
tomarse en serio la dialéctica, decir que la génesis dialéctica es
una génesis del pasado, no puede admitirse. Y entonces Hegel no
sería más que una serie de intuiciones conectadas, pero cuya
conexión no tiene sentido”.
.
JAN
DOXRUD en su “Breve
introducción a la filosofía de Hegel”, se expresa del siguiente
modo:
"Para
Bertrand Russell, la filosofía de Hegel era en realidad una
inspiración mística que posteriormente fue racionalizada. Para
filósofos como Mario Bunge y Jesús mosterín, Hegel no fue un
filósofo sino que un escritor que inició aquella moda que dice que
mientras más incomprensible sean tus ideas más profundas aparecerán
ante el lector (...) Karl Popper opinaba que Hegel representaba la
culminación del pensamiento mágico (...) Mario Bunge, no se cansa
de tildar la filosofía de Hegel de irracional y absurda (...)
Schopenhauer tildaba al hegelianismo como una “escuela de
trivialidad y nido de irreflexión e ignorancia" (...) El mismo
Goethe hacía alusión en 1807 a la dificultad que tenía Hegel de
expresarse (...) la culpa hay que achacársela a Hegel por su falta
de claridad, a su oscurantismo que quizás era necesario para que su
filosofía sobresaliese. Recordemos las palabras de Schelling que
reflejan el clima intelectual de la época: “Los alemanes habían
estado durante tanto tiempo filosofando únicamente entre
ellos que, en sus pensamientos y palabras, se habían alejado poco a
poco, cada vez más, de lo que es generalmente inteligible"
(...) "la filosofía hegeliana no hubiese llegado a ser lo que
es si no se hubiese expresado en lenguaje críptico, que es lo que le
da su sello propio y la hace ser una fuente inagotable de
interpretaciones" (...) "Es interesante que un filósofo
con un estilo tan oscuro, que puede hacer renunciar a cualquiera
tras leer las primeras líneas, continúe apareciendo en cualquier
manual de filosofía serio. Tan es así que la filosofía
occidental no puede ser realmente comprendida omitiendo la filosofía
de Hegel".
.
"En
primer lugar podemos mencionar los defectos de su filosofía, que
guardan relación con el condicionamiento de la época, al que
ningún autor escapa incluso en nuestros días. Me refiero a la
óptica eurocéntrica con la que Hegel explica la evolución de la
historia, donde los pueblos no occidentales son representados como la
infancia de la humanidad y Occidente representa la madurez y la
libertad. También podemos destacar la ignorancia de Hegel
frente a muchos temas especialmente sobre las culturas no
occidentales (...) Popper aborda la temática del totalitarismo
y la conexión que guardacon Hegel. Popper no se viene con
rodeos, para él las ideas más relevantes del totalitarismo
moderno son herencia directa de Hegel. En primer lugar, el
nacionalismo entendido a la luz de la idea historicista de que el
Estado (...) De acuerdo a Hegel, un Estado es tal cuando se
relaciona con otros Estados y esta relación se caracteriza
por la intervención de las pasiones, intereses, talentos,
virtudes e injusticias (....) En tercer lugar, la idea de que el
Estado se encuentra excusado de cualquier obligación moral, siendo
la historia el único juez. En palabras de Popper: “la
utilidad colectiva es el único principio de la conducta
personal; la mentira y la deformación de la verdad con
fines propagandísticos son permisibles” (...)
¿Acaso
debemos coincidir con Schopenhauer en que si existía un arte en
Hegel, este consistía en tomar el pelo a los alemanes? ¿No será
que Hegel nos tomó el pelo a todos con un sistema de pensamiento
oscuro fruto más de inspiraciones místico-religiosos, opiniones
carente de fundamentos e imaginación?¿Acaso es el sistema
hegeliano, como señaló Bertrand Russell, una mera inspiración
mística que posteriormente procedió a racionalizarla hasta
transformarla un vasto metarelato filosófico?. Para Charles Taylor
Hegel es aún un pensador que goza de vigencia ya que abordó
un tema que aún es crucial en nuestros tiempo”.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al
lado, Bertrand Rusell; este autor opinaba
sobre el filósofo alemán (en palabras de Jan Doxrud)
que “la
filosofía de Hegel era en realidad una inspiración mística que
posteriormente fue racionalizada".
Conforme
a ello, se pregunta Doxrud: “¿Acaso
es el sistema hegeliano, como señaló Bertrand Russell, una mera
inspiración mística que posteriormente procedió a racionalizarla
hasta transformarla un vasto metarelato filosófico?”.
Abajo,
Karl
Popper, del que recogemos su idea sobre Hegel, tal como nos la
transmite Jan Doxrud:
“Karl
Popper opinaba que Hegel representaba la culminación del pensamiento
mágico (...) Popper
destaca el fenómeno de la creación del Gran Hombre, “la
personalidad histórico-universal, el hombre de conocimientos
profundos y grandes pasiones “actualmente, el principio del
conductor)” (...) “Este Gran Hombre encarna la voluntad del
pueblo, `dice a su época lo que quiere y lleva a cabo´, tal como lo
hicieron aquellos conductores como Lenin (y su concepto de
vanguardia), Mussolini (el Duce) o Hitler (el Führer) (…) Popper
aborda la temática del totalitarismo y la conexión que guardacon
Hegel. Popper no se viene con rodeos, para él las ideas más
relevantes del totalitarismo moderno son herencia directa de Hegel.
En primer lugar, el nacionalismo entendido a la luz de la idea
historicista de que el Estado es la encarnación del Espíritu, de
la nación o raza elegida como creadora del Estado. En segundo lugar,
el concebir el Estado como enemigo natural de los demás Estados por
lo que este debe afirmarse y prevalecer por medio de la guerra. De
acuerdo a Hegel, un Estado es tal cuando se relaciona con otros
Estados y esta relación se caracteriza por la intervención de las
pasiones, intereses, talentos, virtudes e injusticias
(...)
No se trata por supuesto de despreciar el heroísmo pero
ciertamente, como escribió Popper, no debemos admirar el heroísmo
entre pistoleros o considerar actualmente a terroristas suicidas
como héroes religiosos”.
B)
LA DIALÉCTICA DE HEGEL:
.
.
B-1)
Concepto filosófico:
El
pensador dividió su teoría conforme a tres momentos de su vida.
Sobre ello escribe Jan Dorux que separó “su
sistema filosófico en tres partes: La Lógica, Filosofía de la
naturaleza y Filosofía del espíritu. El sistema
hegeliano se propone construir la historia del Espíritu siguiendo
el método dialéctico rigurosamente racional, garantizando la unidad
entre lo finito e infinito, entre lo uno y lo múltiple. Este gran
ciclo dialéctico del Absoluto es de carácter espiritual. El
novedoso método de Hegel y sobre el cual se hizo mención, fue la
dialéctica. Hegel es conocido por el método dialéctico, que
posteriormente fue tomado y adaptado por la izquierda hegeliana y por
Marx para su filosofía de la historia”
(13) . Pasa
posteriormente Jan Dorux a determinar que
nada tiene que ver el concepto de dialéctica de Hegel, con la común;
entendida como un método de diálogo para razonar. Tampoco es esta
hegeliana, la dialéctica de Platón, donde las ideas se estudian
conforme a la relación entre ellas. Así pues, la teoría suya que
se denominó “dialéctica”, parte de la creencia del pensador en
que todo se basa en la contradicción.
Tal como el filosofo expresa, cuando escribe: “todo lo
que esté en contradicción deberá pasar a ser algo distinto (…)
entre niveles del ser que siguen existiendo contemporáneamente, o el
histórico, entre distintas etapas de la civilización humana” (14)
.
.
Para
entender el concepto de su dialéctica, bastará expresar que en el
pensamiento de Hegel todo se basa en dos fuerzas contrapuestas, que
deberán unirse, para llegar a una integración (una síntesis
perfecta). Estos dos opuestos nacen como conceptos del bien y el
mal, el ego y el anti-ego, las luces y la oscuridad, la inteligencia
y la sin razón etc. Dos lados enfrentados, que una vez unidos
conformarán una tercera “síntesis”, integrada y perfecta;
algo que en política rápidamente entenderíamos, si expresamos que
para la paz, o el progreso, de una nación, han de unirse las fuerzas
de Derechas a las de Izquierda (los dos extremos); integrando una
síntesis, formada por la unión de ambas ideas contrapuestas. Con
este sistema, Hegel pretende crear un método empírico, a través
del cual se elevaría la filosofía al rango de ciencia; pues a
través de la interposición de su principio dialéctico se podría
analizar cualquier pensamiento o hecho, llegando a conclusiones
probadas. Pese a ello, los estudiosos de Hegel, nos recuerdan que
este sistema y hasta el término de “dialéctica” ya fue
utilizado por el filósofo clásico Zenón de Elea; aunque en el caso
del alemán, la realidad y la razón están en constante movimiento
(no son inalterables, como las presentaba Zenón).
.
En
base a su dialéctica, denominará Hegel a los dos polos
contrapuestos: Tesis y Antítesis; siendo la integración entre
ambas, su Síntesis. De
tal manera, la Tesis sería la idea inicial, lo fundamental o
existente, incluso lo básico; mientras su Antítesis supondría lo
opuesto, la duda, lo que nos inquieta, lo complejo. Por cuanto al
unirse ambas, se produce la dialéctica cuando
se confrontan las ideas; al enfrentar unos hechos, una hipótesis,
incluso personas, con su contrario.
Pero finalmente se llega la razón, en una Síntesis fruto de la
integración de ambos opuestos. Por cuanto Jan Dorux nos dirá que:
“En resumen, la tesis
es la afirmación, la antítesis la negación de la afirmación; y
la síntesis, la superación y asimilación de la oposición”
(15) .
Finalmente,
expone Hegel que aquella Síntesis, se convertirá en una nueva Tesis
que habrá de enfrentarse a otra Antítesis, para llegar a una nueva
Síntesis; y de tal modo se irán uniendo en forma de “umbrella de
umbrellas” (un
triángulo de triángulos formado por los hechos, las ideas, las
hipótesis, las personas etc) conformando
así su dialéctica
-ver imágenes más abajo-.
.
Continúa
el pensamiento hegeliano afirmando que esta fórmula de “Tesis +
Antítesis = Síntesis”, genera todo el pensamiento científico.
Naciendo así lo que denomina un “movimiento triádico”,
consistente en ese dinamismo triangular, a través del cual las ideas
van evolucionando.
Entorno a ello, escribirá
Jan Dorux que: “El
propósito fundamental de Hegel es elaborar una ciencia del absoluto,
un saber hegemónico que, para algunos, raya en lo totalitario.
Para Hegel la realidad es Espíritu infinito y la vida de este
Espíritu es la dialéctica (…) Este método es la dialéctica,
que garantiza el conocimiento científico del Absoluto. La tesis es
el momento abstracto e intelectivo, la antítesis es el momento
dialéctico o negativamente racional y la síntesis es el momento
especulativo o positivamente racional (…) Teniendo en consideración
estos tres momentos mencionados (como ya señalamos más arriba),
Hegel divide su filosofía en: Lógica, filosofía de la naturaleza y
filosofía del espíritu ” (16)
.
SOBRE,
JUNTO y BAJO ESTAS LINEAS: Varios
triángulos y figuras, representando la dialéctica de Hegel. Arriba,
una exposición mía de la dialéctica histórica en base a las
Edades (piedra, bronce o hierro). En el esquema desarrollado, vemos
en forma de triángulos (tesis, antítesis, síntesis); explicando
cómo al finalizar el neolítico, emergen las culturas del Bronce en
el Mediterráneo -encabezadas
por Egipto-. Pero en el siguiente escalón, al aparecer el hierro
(antítesis del bronce), caen las anteriores civilizaciones, para dar
paso a otras, como Grecia y Roma. En
esta representación mía y en la cadena (Tesis-Antítesis=Síntesis)
de modo continuado, se observe un ejemplo histórico, con las edades
de Piedra, Bronce y Hierro. Así
vemos un primer triángulo, donde la Edad de Piedra se enfrenta a la
aparición delos metales; su síntesis es el nacimiento de Egipto y
las culturas del Bronce (entorno al 3200 a.C.). Posteriormente se
difunde el hierro (sobre el 1200 a.C), que se enfrenta al bronce y
nace la Edad del Hierro (caen las civilizaciones del Bronce y
aparecen las del Hierro).
Al
lado: Evolución del proceso dialéctico, en Hegel. A
nuestra izquierda, representación de la fórmula del filósofo,
donde la Lógica es la Tesis, la Antítesis es la Filosofía de la
Naturaleza y la Síntesis, la Filosofía del Espíritu. Estos son
los tres grados en los que el alemán divide su pensamiento.
Bajo
estas líneas: La dialéctica explicada, tal como lo
recoge Jan Doxrud en BREVE INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE HEGEL
(figura de su página 28).
B-2)
Dialéctica de Hegel y Taoísmo:
En
el año 2000, Benoît Timmermans (profesor de filosofía de la
Universidad de Bruselas) publicó su libro biográfico sobre
este pensador, intitulado HEGEL -editado en París por la
colección “figuras del saber”-. La obra, de unas doscientas
páginas, contiene varias de ellas (138 y
ss.) dedicadas a la Taoísmo y Hegel; un texto hoy
difundido en la red -ver (17)
-. Donde se explica que el alemán reconoció tarde la enorme
relación de su filosofía con el taoísmo; pensamiento religioso
chino que -al parecer- leyó por vez primera en un libro de recetas
para mejorar el bienestar y la salud
(18) . Este “encuentro inicial y hegeliano” con el
taoísmo, resulta tan curioso como decimonónico; siendo una anécdota
que nos recuerda historias como las de algún expedicionario que
inició un viaje hacia el Extremo Oriente, tras ver el dibujo de un
chino en una caja de levadura de flanes... . Pese a que Hegel
había leído sobre el Tao en su juventud (aunque solo fuera en un
recetario orientalista); tan solo reconoce haber tenido pleno
conocimiento de aquella fuente de sabiduría asiática, tras su
contacto con el sinólogo Abel Remusat (en 1827). Cuando establece
amistad con este profesor de historia y cultura china, que le
explicaría el enorme parecido entre su filosofía y la taoísta.
Asimismo, nos dice el filósofo, que es por entonces cuando lee un
libro de “Memorias”, escrito por los misioneros jesuitas que
regresaban de China; reconociendo en ese momento la “increíble”
similitud entre sus teorías y ese pensamiento oriental.
.
En
razón a todo ello, escribe Benoît Timmermans que: “en
sus últimos cursos de 1831 consagrados a la filosofía de la
religión, Hegel dio un paso más. Llega a presentar el taoísmo (o
la “religión del Estado chino”) como un momento equivalente al
de la medida lógica: el tao -nos dice- señala las principales
determinaciones o relaciones abstractas que dan cuenta de todas las
transformaciones, sean estas cósmicas o individuales, materiales o
espirituales, físicas o morales” (19)
. Continuará narrando el biógrafo de Hegel, que desde el
momento en que el filósofo entra en pleno contacto con el Tao, se
centrará en el análisis comparativo entre sus teorías y las del
“Yi King” (obra también llamada “I Ching”), que a pesar de
ser un libro oracular, escrito hace más de tres mil años; plantea
los fundamentos del taoismo y del pensamiento posterior de Konfucio.
Donde veremos ya planteada la “dialéctica” de “yin” y el
“yan”, expuesto en “Yi King” como un arte de vivir y
advinatorio; en una filosofía practicada por todos los sabios, magos
y hechiceros chinos clásicos -al menos desde hace cinco mil años-.
.
A
juicio de Benoît Timmermans “la filosofía de Hegel no se
reduce a la afirmación de la complementariedad entre un “yang” y
un “yin”, o entre la inmediatez y la mediación, la afirmación y
la negación. Lo que intentó mostrar es que ese principio de
complementariedad” -ibidem cita anterior-. Asimismo, este
experto en Hegel expone acerca del parecido entre el libro chino Yi
King y las teorías del alemán que: “el Yi King
distingue también cuatro grandes figuras que regulan el curso de
toda transformación: el gran Yang (...), que puede traducirse por
“Sí”. El pequeño Yang (...), que puede traducirse por “Sí,
pero”. El gran Yin (...), o “No”; y el pequeño Yin (...), “No,
pero” (20)
. Esos cuatro pilares que conforman la teoría del Ying y
el Yang, no resuelta como un simple triángulo (tal como hace Hegel);
sino partiendo desde cuatro puntos, para desarrollarlo de un modo
tan kabalístico, como complejo. A mi juicio complementan
conceptos que en el alemán quedan sin explicar; habida cuenta
que para el pensador de Baviera, todo ha de ser una “umbrella de
umbrellas”. Ante las que habríamos de preguntarnos: Cuál será la
primera Tesis, para generar inicialmente y tan solo en forma de
triángulos, esas Síntesis de Síntesis, que darán lugar a todas
las hipótesis, ideas o hechos. Pareciendo más natural intercalar
“distintos grados” en las Tesis y en las Antítesis, tal como
expone el “Yi King”; considerando que hay Tesis y Tesis
dudosa (Ying y Ying menor) a la vez que existen Antítesis y
Antítesis dudosas (Yang y Yang menor). Ello conlleva a generar un
Mundo real, donde se incluye la duda -que todo pensador y científico
tiene-; a la vez que se excluye el pensamiento dogmático y único
-que en Hegel está tan presente como para considerar que tan solo
hay una Tesis y una Antítesis-.
.
En
cita (21) incluimos la
crítica y comentario del profesor Leonardo Polo, sobre la dialéctica
del pensador alemán. Mi conclusión personal -tras haber vivido
en Japón durante años-, es que este filósofo inspiró gran parte
de sus ideas en aquel libro de recetas chinas para mejorar la salud,
leído durante su juventud. Pues, aunque nos parezca extraño,
entorno a la cocina y el modo de comer, los orientales experimentan
un espíritu muy reflexivo; dando un valor filosófico y hasta
místico a la alimentación. Así, mientras en Europa la comida se
concibe como un aporte proteínico necesario para el desarrollo del
cuerpo; en Asia, alimentarse tiene un sentido médico, otro
espiritual y uno natural. El aspecto médico de lo que ingerimos
está muy unido a la salud mental y al desarrollo de la persona;
siendo imprescindible para los orientales una dieta higiénica y que
no enferme -ni menos engorde-. Tanto, que la base farmaceútica
asiática radica en productos naturales (no de laboratorio) y de este
modo, la mejor medicina y el medicamento más efectivo, es comer sano
-ideas que van llegando a Europa desde hace unos decenios, aunque
siglos atrás se consideraba que lo graso y proteínico, eran
sinónimo de buenas viandas-. Asimismo, el efecto espiritual de lo
que comemos parte de considerar que alguien sobrealimentado -con
exceso de grasas, glucosa o alcohol- ensuciará su colon, su
cuerpo y su mente; terminando con el espíritu impuro. Finalmente, el
aspecto natural de la alimentación en Oriente, concierne ya al mundo
biológico y de integración con nuestro Planeta.
.
Todo
ello, puede explicar que en el recetario de cocina china (para lograr
la longevidad) leído por Hegel en su juventud; se contuvieran muchos
de los principios del Taoismo. Ideas donde seguramente él inspiraría
la mayor parte de su filosofía, creyendo que no tenía demasiada
importancia copiar algunas de aquellas premisas (estando seguro
de que nadie se daría cuenta que procedían de aquel recetario...).
Sin reparar ese Hegel joven, que el Tao era el pensamiento oriental
más antiguo y extendido; seguido ya entonces por cientos de millones
de personas. La hipótesis del este “extraño” origen en la
dialéctica hegeliana se fortalece al leer su tesis doctoral; que es
tan incomprensible como absurda. Donde pretende rebatir las teorías
del mayor sabio de la Historia (Isaac Newton) con un trabajo de
veinticinco páginas, sin apenas razones de física, matemática, ni
menos astronomía o de mecánica celeste. Por cuanto decimos, la
idea de que la dialéctica de Hegel sea una “copia” del taoismo,
desarrollada por él tras conocerlo de forma superficial; explicaría
los “vacíos” que contiene y el gran el éxito que alcanzó la
filosofía del alemán (ya que se trataba originariamente del
pensamiento más antiguo, más extendido y más divulgado en Asia).
JUNTO
ESTAS LINEAS: Figura
en madera representando un sacerdote sintoista, de periodo Kamakura
japonés (siglo XIV);
propiedad del Museo de Gunma, al que agradecemos nos permita divulgar
nuestra imagen. En el Lejano
Oriente, el concepto del mal y del bien, no pueden ser entendidos tal
como se comprenden en Occidente. A la inexistencia del “maniqueismo”
histórico europeo, que separa lo bueno y lo malo, como dos ideas
antagónicas y opuestas; se suman filosofías como el sitoismo, el
taoísmo o el budhismo zoroástrisco, que ven el mal como un hecho
natural y hasta necesario -una esencia que incluso nace unida al bien
y por su virtud-. Debido a
ello, jamás podremos hablar en Japón (o entre los chinos) del mal,
como lo concebimos en nuestra cultura; pues no lo entenderán. Tanto
que cuando expresamos públicamente alguien es malo -o nos ha hecho
un mal-; pueden pensar que aún no hemos superado a esta persona y
que tenemos algo en común con aquel con quien chocamos.
.
Tanto
es así, que hablar sobre la maldad en sentido genérico, suele
interpretarse como una falta de madurez del individuo, que es incapaz
de conocer el sentido útil que tiene soportarlo
(afrontar los problemas, dificultades, tener disciplina etc). Al
ser concebido ese mal en Oriente, como un síntoma y no como la
enfermedad en sí. De tal manera, suele ser visto como los médicos
entienden la fiebre y el dolor; que sirven para conocer de dónde
procede el daño, pero no es lo que genera ese daño -pues
si excluyéramos síntomas como la fiebre o el dolor, nos sería
imposible saber si estamos enfermos y moriríamos al continuar con
nuestra vida cotidiana-. De
ese modo, las filosofías orientales se basan fundamentalmente en
integrar esos polos opuestos: El bien y el mal; la vida y a muerte;
el amor y el odio; el yo y mi
enemigo; lo que me gusta y lo que odio; el placer y la disciplina
etc.. Esta integración y
superación de fuerzas opuestas internas, nos la exigirán siempre
que queramos adaptarnos a la vida en Extremo Oriente. Siguiendo
aquellas filosofías milenarias (japonesas o chinas) que coinciden en
su planteamiento con el sistema de Tesis-Antítesis=Síntesis,
propuesto por Hegel a comienzos del siglo XIX. Pese a todo, Hegel lo
plantea como una lucha y no como una integración; lo que lleva a una
filosofía de enfrentamiento y no de paz (como son las orientales).
Un método que luego siguió Marx, al tomar la dialéctica como
premisa constante. Todo ello, nos hace comprender por qué las
Sociedades orientales son inicialmente mucho más aglutinantes, menos
individualistas y velan más por los intereses del grupo (dejando
en segundo plano los de la persona).
.
ABAJO:
una foto mía en Japón
-ha ya bastantes años-. Cuando
uno llega a Asia y debe convivir entre orientales, lo más duro es
aceptar su filosofía y su concepto de la realidad. En Japón una de
las cosas más importantes, es tener presente en todo momento lo
efímero de nuestra existencia; sin dar gran valor a las posesiones,
ni pensar en el individualismo. De
este modo entenderemos cómo su gran símbolo romántico es la flor
de cerezo (sakurá); que apenas dura unos días, aunque durante esas
pocas semanas de vida, convierte todo su entorno en un sueño. Por
ello, cada comienzo de primavera se van cubriendo las calles, parques
y jardines de aquella flor blanca (semejante a la de nuestro
almendro); que caerá una semana después. Todo lo que simboliza
nuestro ciclo natural
y nunca se observa con dolor,
sino con tristeza; al igual que el sentimiento de la vida y de la
muerte, que pertenecen a la naturaleza, sin juzgarse, ni incluir al
mal. De tal modo, aunque sabemos que nuestro destino es desaparecer,
esto no significa más que cumplir un ciclo (sin interpretarse como
una condena o una maldición).
La religión autóctona del Japón es el sintoismo, que tiene
concomitancias con el Tao, pero enseña una filosofía más ligada a
la Madre Tierra. Asimismo, el budhismo japonés tiene un sentido muy
cercano; sin reprochar nada al entorno, que suele concebirse como el
reflejo de lo que uno crea (diciéndonos que cada uno vive lo que
siente y siente lo que piensa; pensando lo que cada cual desea). De
este modo, se entiende que el primer templo de adoración a Budha
-que se abrió en Japón hacia el siglo VII, en la antigua Kioto-,
siguiera un tipo de budhismo zoroástrico; donde el bien y el mal
están unidos.
.
Gran
parte de estas filosofías orientales son las que pretendieron copiar
Hegel y sus seguidores; aunque las desvirtuaron completamente. Pues
la base de pensamiento oriental es encontrar la paz, sin culpar a
nada ni a nadie -olvidando la existencia del mal-. Mientras lo que
escribieron Hegel y sus discípulos (como Marx o Nietzsche) son
continuos alegatos a la lucha; autorizando el mal como medio, para
alcanzar un fin. Debido a esta diferencia de mentalidad, es por lo
que seguramente Hegel consideraba que Asia vivía en la puerilidad; y
aunque manifestaba que la Historia había comenzado en China, también
escribe que este país permanecía en estado infantil, sin conocer la
Revolución, ni la libertad.
Probablemente, estos prejuicios de Hegel frente al mundo asiático
(del que apenas nada sabía), fueron los que le impidieron
profundizar más acerca del Tao; del que sabemos inspira su obra
-cuando lo conoció de joven, leyendo un recetario de cocina
“natural”-. Pues de lo contrario, habría admitido que su punto
de partida era el taoísmo (como parece ser que lo fue); pero que lo
recondujo hacia otros caminos equivocados. De un mismo modo que
Hegel, su seguidor Nietzsche, está imbuido en filosofías
orientales, que tampoco llega a comprender. Pues la inexistencia del
mal en el zoroastrismo, tiene el sentido de erradicar el complejo de
culpa (que toda Sociedad maniquea impone a sus individuos). No
significa manifestar que mal puede usarse, en el caso de que lo
utilicen los mejores; ya que la moral cambia según es cada
individuo, por lo que esos más fuertes y elegidos, tienen derecho a
imponer la suya -usando tanto el bien como el mal-.
B-3)
Dialéctica de Hegel e ideas masónicas del siglo XIX:
Como
hemos podido ver, la dialéctica basa toda su teoría en una triada
formada por Tesis + Antítesis = Síntesis (puramente taoísta,
aunque los hegelianos no lo reconozcan). Esta fórmula se representa
con un triángulo rectángulo, donde la Tesis se escribe en el
vértice izquierdo, la Antítesis en el opuesto (esquina derecha) y
la Síntesis en el vértice superior. Ni que decir tiene que esta
imagen representaba perfectamente la filosofía y teorías de La
Masonería, que a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, vivía
una efervescencia inigualable. En lo que se refiere a Hegel,
sabemos que ingresó en una hermandad del sur de Alemania
(posiblemente Los Iluminados de Báviera); aunque apenas se
menciona este hecho en sus biografías. Posiblemente por haberlo
ocultado, tal como exigían los capítulos de las logias; y de
forma muy distinta a como hicieron Mozart o Krause, que divulgaron su
condición de masón, junto a lo que enseñaban en sus reuniones
(todo cuanto les valió la expulsión de sus fraternidades y hasta la
persecución). Sea como fuere, parece ser indiscutible que Hegel,
a más de haber estudiado para pastor luterano, fue uno de los más
importantes miembros de la Masonería bávara de entonces. Ello
explicaría a importancia de su teoría basada en un triángulo, pues
es conocido que en las logias, lo más apreciado es la moral y la
filosofía presentadas como una “alegoría de la realidad”. Por
lo tanto, no habría una alegoría más acertada que la de resolver
toda una teoría de pensamiento a través del triángulo “Tesis”,
“Antitesis”; “Síntesis”.
.
Sobre
el significado del triángulo entre los masones y la posible
idealización de esta figura, como la de Dios. Diremos que es un
dogma matemático que parte desde Egipto; donde la Sociedad se
concebía como una Pirámide, con el faraón en su cumbre y formando
el primer triángulo: El rey, la reina y el heredero. Esta idea
del principio en el número tres, se refuerza con la realidad de
“padre-madre-hijo”; lo que unido a que el triángulo es el inicio
de la primera dimensión, facilita la sublimación de todos esos
conceptos matemáticos. Así pues, nos será fácil entender la
importancia de las figuras y números “triádicos”, no solo por
lo antes expuesto; sino porque el triángulo además era
imprescindible en toda la matemática antigua, ya que resolvía la
trigonometría (imprescindible para guiarse por las estrellas o las
sombras). Siendo así, la teoría del triángulo (que se atribuye
a Pitágoras) era una de las fórmulas más importantes,
fundamental para todo cálculo trigonométrico, pero principalmente
para poder viajar por el mar y aún más, por el desierto. De
ello, entenderemos la relevancia del triángulo en culturas como la
egipcia o la helena; que navegaban las arenas y las aguas,
necesitando orientarse por los astros -triangulando distancias-. De
ese modo, el significado místico matemático de esta figura
geométrica, fue heredado por el mundo grecorromano y el tardo
romano; debido a lo que al bautizarse Constantino, uno de los
principios que impuso fue el de La Trinidad (dogma que no
tuvieron otros cristianos, como los arrianos).
.
Sea
como fuere, parece que desde el emperador Constantino, el triángulo
representó al Padre, Hijo y Espíritu Santo; una Trinidad que escapa
del entendimiento humano. Por cuanto la teoría de Hegel, pudo ser
tomada entre los protestantes, como la resolución de esa Trinidad,
que Santo Tomás definía de “inexplicable”. Asimismo, toda la
base filosófica hegeliana basada en la figura del triángulo, debió
asombrar a las logias de entonces; hechos que resuelven el enorme
éxito de este pensamiento en su época. Donde las élites seguían
las teorías de la masonería, como movimiento más justo y moderno
(por entonces); cuyos símbolos representaban una alegoría de la
moral y el bien, figurados en los ritos de las fraternidades. A
cuanto explicamos, habríamos de añadir que el delta con el ojo
masónico no es una creación de las logias. Siendo a mediados del
siglo XVI cuando se crea esa figura de Dios, representada como un
triángulo al que se añade una pupila en el centro (símbolo tan
común en la masonería, como en las iglesias de toda Europa). Aquel
“ojo panóptico” significa “el que todo lo ve” y se añade al
interior del delta, como imagen renacentista del Ser Supremo. Pese a
ello, a mi juicio, el valor que daban los masones al “triángulo
que todo lo ve” procedería desde dibujos matemáticos sublimados,
como inicio de toda geometría. Donde el ojo, inicialmente fue
pintado como un círculo central, simbolizando así, “el principio
y el fin”. El “alfa y omega”; donde el triángulo es a
, inicio de todo (primera figura, formada por tres puntos); mientras
el W se simboliza en
la circunferencia, de un solo trazo, pero infinitos lados
-formada por infinitos puntos-.
JUNTO
ESTAS LINEAS:
Retrato
de Rafael García Rovés; empresario asturiano del chocolate afincado
en Cuba, vestido
como maestre de su logia, en La Habana y a comienzos de siglo XX.
Observemos que el delta que luce en su mandil, está volteado;
teniendo un triángulo y el ojo invertidos. Todo lo que -a mi juicio-
contiene un profundo significado sexual, quizás mostrando “el
origen de la vida” y “el todo”, figurado como aquel “ojo”
de la madre (el útero); en el cual se inicia la existencia y del que
procede la Humanidad.
ABAJO:
Figuras con triángulos que nos ayudan a explicar la simbología de
este símbolo masónico. En
la parte de alta de la imagen (a) representamos un triángulo con
unas circunferencias en su interior. Tal como hemos dicho, el
triángulo es el comienzo de la geometría y la figura primera -tanto
como la más simple-. Creado por tres lineas que se cortan en tres
puntos donde convergen, representa
el Alfa (A)
como inicio de todo.
Por su parte, la
circunferencia, es la última figura de la geometría; creada por un
solo trazo que se une en infinitos puntos consecutivos, hasta llegar
al inicial.
El círculo,
significa el todo y por ende, el omega (w).
En un momento histórico, debió sustituirse aquella circunferencia
interior representada en el triángulo, por un ojo panóptico,
simbolizando el Dios que todo ve. Se
supone que este nuevo diseño nace en El Renacimiento, aunque
personalmente creo haberlo visto ya en edificios góticos (pese a no
poder saber si era un símbolo añadido posteriormente). Finalmente,
en la figura A-2 podemos ver lo qué sucedió cuando invirtieron
este Delta con el ojo; dejándolo con la apariencia de un sexo
femenino (quizás para indicar el origen de la vida, o el renacer de
los iniciados). En los dibujos B y B-2, se observa la unión de la
circunferencia con el triángulo; lo que resuelve la trigonometría.
Debido a ello, el círculo en un triángulo, es el símbolo del
conocimiento (el del guía o el capitán). Pues su resolución fue el
medio utilizado para orientarse, desde la más remota antigüedad,
siguiendo las estrellas o las sombras.
Ya que tal como podemos ver en la figura B2, la triangulación de la
circunferencia nos lleva a conocer los primeros valores
trigonométricos (los Senos y Cosenos).
BAJO
ESTAS LINEAS: Para comprender
plenamente el valor del triángulo y por qué simboliza el comienzo,
veremos la sucesión de imágenes siguiente:
a-
Punto: Sin dimensión es imaginario y se considera “la existencia”
b-
Linea: Primera dimensión, cortada por dos puntos que unen una linea
recta.
c-
Triángulo: Segunda dimensión, el plano. Formada por tres lineas
rectas cortadas en tres puntos convergentes.
d-
Pirámide de tres lados: Tercera
dimensión (la real y en la que vemos), cuatro puntos cortan seis
lineas rectas formando cuatro caras, o planos.
BAJO
ESTAS LINEAS: La
importancia del triángulo en Egipto -a mi juicio- se fundamenta en
su necesidad de orientarse en el desierto y en el estudio de los
astros (para marcar las
horas, las fechas, o para guiarse entre las arenas). De
su sublimación como figura del guía, nacería la pirámide;
aunque arquitectónicamente la desarrollan con cuatro lados (con una
base de cuadrado, que une las catenarias triangulares). Esta es la
unión del cuadrado con el triángulo; un paso más en geometría,
pues como todos sabemos, un cuadrado son dos triángulos equiláteros
unidos por su base. Siendo así, nos
podemos plantear si la pirámide de cuatro lados (tal como las
construyeron los egipcios) representaba la cuarta dimensión. Una
dimensión más a la que aporta nuestra visión y que para dibujarla
se resolvería tal como vemos más abajo: Creando una pirámide de
tres lados (como hicimos en el último dibujo anterior) y añadiendo
un quinto punto, donde deben converger las nuevas lineas que proceden
de su vértice superior. El
total de lineas que contiene son nueve (tres más que en el caso
anterior); adquiriendo un punto más y tres lineas más, por cada
dimensión que avanza. Así el triángulo (plano o segunda dimensión)
tiene 3 lineas y 3 puntos. La pirámide de tres lados (tercera
dimensión) tiene 4 puntos y 6 lineas. Mientras esta hiper-pirámide
de tres lados (cuarta dimensión) tendría 5 puntos y 9 lineas.
Observemos que el aspecto de
la pirámide de tres lados, dibujada en cuatro dimensiones, termina
con un mismo aspecto en perspectiva que la pirámide de cuatro lados.
C)
TESIS, ANTÍTESIS, SÍNTESIS Y ANTISÍNTESIS:
.
Hace
ya más de treinta y cinco años -cuando estudiaba Derecho- deseaba
realizar una tesis sobre las leyendas y las leyes celtas. Mi
trabajo se fundamentaba en que una parte de la legislación británica
-ajena al mundo romano- partía desde costumbres gaélicas o
propiamente isleñas; y que gran parte de ellas tan solo se
conservaban en cuentos e historias milenarias (de Iranda e
Inglaterra). Así pues, para poder fundamentar filosóficamente mi
método tuve que crear un sistema propio, con el cual demostraba que
a través de las leyendas, podían hallarse vestigios del Derecho
antiguo. No solo eso, además deseaba mostrar que aquellas normas y
fórmulas consuetudinarias, que describían los relatos milenarios
gaélicos o británicos; tenían un sentido social y una permanencia
legal, que llegaba hasta nuestros días. No habiendo nacido, ni
pervivido, como simples narraciones imaginarias; donde un druida
impone un castigo y marca unas normas, sin motivo alguno. Sino todo
lo contrario; ya que -a mi juicio- muchos de aquellos relatos
servían para aprender y recordar las leyes de los sacerdotes celtas,
que actuaban como jueces y legisladores. Siendo esas leyendas
milenarias un verdadero “soporte” donde habían permanecido las
costumbres gaélicas, británicas y celtas hasta la Edad Media.
Debido a que otros druidas -como los de la Galia, o de áreas
cercanas a Francia- fueron aniquilados, por el odio que Roma les
profesaba (principalmente porque esos sacerdotes incitaban al
levantamiento continuo).
.
Así
fue como presenté el método filosófico para justificar que podían
obtenerse datos de legislación antigua, desde las leyendas inglesas
e irlandesas. Redactado aquel sistema en el prólogo de mi
preparación de tesis. Un “paper” que abandoné poco tiempo
después, cuando lo copió casi literalmente un tercero. Publicándolo
en gran parte calcado; destripando mis ideas, tal como hace el que
captura un jilguero y le abre las entrañas, por ver cual es el
mecanismo del que procede su trinar... . En lo que se refiere a aquel
que me robó el referido paper -en mis años de universidad-, diremos
que llegó a ser tenido como una eminencia del mundo indoeuropeo.
Pero esa tesis e ilusiones que me destrozaron, al menos me ha dejado
la alegría de ver cómo este que la copió y publico, no sabe
justificara; por cuanto, pese a ser tenido como un sabio del mundo
celta, afirma las mayores barbaridades (ideas tales como la de que:
“los celtas más antiguos de Europa, llegaron primero a España
que al resto del Continente”).
.
C-1)
Sobre lo Objetivo y lo Subjetivo:
Escribo
con mayúsculas Objetivo y Subjetivo, del mismo modo que lo hemos
hecho al hablar de Tesis, Antítesis y Síntesis; con el fin de
explicar qué son esas “categorías” (Objeivas o Subjetivas) a
través de las cuales vamos a analizar toda la realidad. Así
pues y como podemos ver en las siguientes imágenes, explicaba en
el prólogo de lo que iba a se mi tesina, que hay dos realidades que
conforman cuatro “mundos” o cuatro divisiones en nuestra
realidad.
Ellas
son:
-Lo
Subjetivo (individual, interior, inmensurable, inexacto, imperfecto y
cuyo valor real se desconoce).
-Lo
Objetivo (mensurable, exacto, tangente, perfecto y hasta útil, cuyo
valor es tangible).
.
Ambas
realidades se extrapolaban en cuatro Categorías (mundos, hechos o
disciplinas) al integrarse y crear lo:
SUBJETIVO-SUBETIVO
SUBJETIVO-OBJETIVO
OBJETIVO-OBJETIVO
OBJETIVO-SUBJETIVO.
.
-Subjetivo-Subjetivo:
La realidad plena del individuo, solo y en su estado interior. No
es transmitible más que de manea simbólica, a través de las artes
o la literatura. En esta categoría se hallan las artes puras, la
música, la poesía, pintura etc.. Se plasma en cuadros, escritos,
sonidos o cuanto deseemos; y su interpretación es absolutamente
subjetiva. Son nuestras ilusiones, pasiones, ideas, sueños etc
(incluso del amor).
.
-Subjetivo-Objetivo:
Se trata de una realidad subjetiva, que hemos de convertirla en
hechos objetivos. Ello sucede con el Derecho o en la Sociología,
que parten desde lo que siente y piensa el individuo
(subjetivamente), para llegar a unas conclusiones y normas que valgan
para todos (objetivas). Las denominamos, Humanidades Políticas y
entre estas se encuadraría el Derecho, las Economía (como
estudio), la Sociología etc (toda ciencia, que no sea
puramente objetiva y que necesite del estudio de humanidades). Se
plasmará en textos muy objetivos en su redacción, pero que se han
de interpretar de un modo subjetivo (tal como sucede con las leyes y
la interpretación de cada norma).
.
-Objetivo,
Objetivo: Es la realidad científica; mensurable y probada. En
este mundo Objetivo-Objetivo se encuadran ciencias puras tales como:
Matemáticas, Física, Astronomía, Medicina de investigación,
Química (etc). Solo se transfiere de manera exacta; sea a través
de fórmulas, escritos cifrados, algoritmos etc. (por ello se
plasma en textos con carácter muy críptico -lenguaje matemático,
físico etc-).
.
-Objetivo-Subjetivo:
Se trata de una realidad objetiva, que hemos de convertir en un mundo
subjetivo. Ello es lo que hace la Filosofía (que interpreta la
realidad, para describirla); o la Historia, que toma unos hechos,
para interpretarlos subjetivamente-. Es el mundo de las
Humanidades Puras (filosofía, historia, historia del arte, etc).
Sin embargo no se encuadraría aquí la filología, ni la lingüística
o la arqueología de campo; que trabajan con parámetros más
cercanos al mundo Objetivo-Objetivo. Se transmite en textos
objetivos (escritos cargados de simbología o de referencias
abstractas) pero que deben interpretarse de manera subjetiva
-cada cual obtiene sus propias conclusiones, como sucede en la
filosofía-.
.
BAJO
ESTAS LINEAS: Representación
de los cuatro mundos o realidades que conforman las categorías
Objetivas y Subjetivas; a través de las que desarrollo y explico mi
teoría.
-En
la parte alta y nuestra izquierda vemos el Mundo Subjetivo-Subjetivo
(las artes y las letras).
-Al
lado derecho superior, el Subjetivo-Objetivo (el Derecho o la
Sociología).
-Abajo,
a nuestra derecha, el Objetivo-Objetivo; que significa el mundo de
las ciencias puras.
-A
su lado, pero a nuestra izquierda, el Objetivo-Subjetivo, donde se
mueven disciplinas como la Historia o la filosofía.
.
Con
este esquema quería demostrar que el paso de unas Categorías hacia
otras, era más dificultoso y más abstracto, si se situaban en
diagonal. Es decir, que transportar teorías, fórmulas o conceptos,
desde el mundo Objetivo-Objetivo al Subjetivo-Subjetivo; es mucho más
complejo que trasladarlas desde el estos dos al Subjetivo-Objetivo, o
al Objetivo-Subjetivo. Ello
se deduce fácilmente, porque no tiene la subjetividad o la
objetividad en común. Pero de
forma igual sucede entre las Categorías Subjetivo-Objetivo y las
Objetivo-Subjetivo; que son inversas. Así determiné que había
mundos, realidades y Categorías mediatas, mientras otras eran
inmediatas. Las mediatas (o lejanas) son las que figuran en diagonal,
ya que es más difícil
trasladar conceptos, hechos, o teorías, desde las anotadas en una
esquina, hasta la otra opuesta. Mientras,
existen Categorías inmediatas, que comunican y trasladan conceptos
de forma mucho más fácil; y que están representadas en este
esquema por las de al lado en cada una de ellas. Así pues, cada
Categoría tiene dos inmediatas, y una mediata -o lejana- (que
corresponde a su diagonal).
C-2)
Categorías mediatas y categorías inmediatas:
Tal
como hemos explicado en el dibujo anterior, hay una mayor facilidad
de aportar datos, conceptos teorías y hasta fórmulas; si el mundo
en que trabajamos se sitúa en un punto inmediato de aquellos de los
que deseamos trasladar una realidad. Me explico con ejemplos,
para entendernos:
.
-Si
nos movemos en el mundo Subjetivo-Subjetivo; nos será muy fácil
pasar al Subjetivo-Objetivo, tanto como al Objetivo-Subjetivo (que
en el esquema están a los lados). Ello, porque el
Subjetivo-Subjetivo, sería el arte, el Subjetivo-Objetivo, los
Derechos de Autor o la valoración económica de arte; mientras el
Objetivo-Subjetivo, es la historia y la filosofía del arte.
.
-Pese
a ello, desde el Subjetivo-Subjetivo, nos es muy difícil llegar al
Objetivo-Objetivo; que solo podríamos alcanzarlo a través de
escritos exactos, fórmulas o escritura críptica para cifrar de
manera mensurable esas artes. Ello significa que son categorías
mediatas (aparecen en diagonal y por ello son lejanas). Así pues,
son solo ejemplo de esos traslados desde el mundo del arte hasta el
de la ciencia, casos como las partituras, los sonidos cifrados, los
colores representados a modo de cifra, los estudios científicos de
pigmentos, los estudios de la música como sonido físico, etc.
.
-Sobre
el mundo Objetivo-Objetivo, y su traslado hasta otros, como el
Objetivo-Subjetivo o el Subjetivo-Objetivo. Hemos dicho que no es
tan dificultoso, ya que se trata de categorías inmediatas. Así
pues, una fórmula química -o una teoría física-, al patentarla
sería transportada al mundo del Subjetivo-Objetivo (el Derecho).
Mientras al divulgarla de forma literaria, relatándola sin una
explicación puramente científica, pero interpretándola; es llevada
hasta lo Objetivo-Subjetivo (el mundo de la Historia o la filosofía).
Pese a ello, pasar de lo Objetivo-Objetivo a lo
Subjetivo-Subjetivo, es muy difícil; pues como vemos, son Categorías
mediatas (lejanas). Ello supondría -por ejemplo-, crear una
sinfonía que represente los logros de la astronomía (como Los
Planetas de Holst) o escribir poemas que idealicen los
descubrimientos científicos.
.
-En
lo que se refiere al paso entre la categoría Subjetivo-Objetivo y lo
Objetivo-Subjetivo; sucede lo mismo que en caso anterior. Teniendo
igual problema que la comunicación entre lo Subjetivo-Subjetivo y lo
Objetivo-Objetivo, ya que son mediatas (aparecen en diagonal). Debido
a ello, para lograr el traslado desde el mundo del Derecho o de la
Sociología, hasta el de la Historia y la filosofía. Debemos reducir
la Sociología o el Derecho a humanidades; es decir, tan solo contar
con la parte histórica o filosófica de esas disciplinas. Lo mismo
sucede si queremos trasladarnos desde lo Objetivo-Subjetivo, a
Categorías Subjetivo-Objetivo. Pues para transformar un texto
histórico o filosófico, en uno del mundo del Derecho y sociológico,
hemos de reducirlo a Historia del Derecho (o de la Sociología) y
Filosofía del Derecho (o de la sociología). Así pues, es de todos
conocido que disciplinas como la Historia del Derecho o la Filosofía
del Derecho, no se consideran propiamente Derecho -objetivamente
hablando-; sino una ampliación hacia las humanidades en el mundo
jurídico. De igual forma, la Historia basada en Derecho o en la
Sociología, tanto como la Filosofía basada en el Derecho o la
Sociología; son ramas distintas a la Historia (pura) o a la
Filosofía (pura), convirtiéndose en disciplinas ajenas y cuyos
estudios se imparten en las facultades de Derecho o de Sociología.
.
-De
forma muy diferente, las categorías Subjetivo-Objetivo y
Objetivo-Subjetivo; comparten acceso inmediato hacia lo
Subjetivo-Subjetivo y lo Objetivo-Objetivo. Un hecho que
entenderemos fácilmente, al observar cómo los Derechos de Autor
(Subjetivo-Objetivo) conciernen al arte (Subjetivo-Subjetivo). O
bien, que la Sociología, la Economía e incluso el Derecho
(Subjetivo-Objetivo); necesitan la ciencia pura, la medicina y las
matemáticas (Objetivo-Objetivo), como herramienta. Asimismo, los
literatos y filósofos (Objetivo-Subjetivo) viven en un mundo
paralelo y muy cercano al arte (Subjetivo-Subjetivo). Mientras que
esos escritores y pensadores (Objetivo-Subjetivo) también inspiran
sus obras, su pensamiento y su creación en la ciencia pura
(Objetivo-Objetivo).
.
BAJO
ESTAS LINEAS: De
nuevo, mi esquema con las 4 Categorías (mundos o realidades) y su
comunicación entre ellas. En este ejemplo se observa claramente como
lo Subjetivo-Subjetivo se traslada de manera inmediata a lo
Subjetivo-Objetivo; el
ejemplo que hemos puesto es el de las leyendas cantadas (o la música)
y los Derechos de Autor. Del
mismo modo, vemos que lo Subjetivo-Subjetivo, se traslada con enorme
facilidad a lo Objetivo-Subjetivo (son también Categorías
inmediatas); simplemente
cuando se escriben las leyendas o la música -pues una partitura solo
puede ser Objetivo-Objetivo cuando la lee un robot-. De
igual manera, en este esquema, se describen las comunicaciones
mediatas o lejanas, que se hacen muy difíciles entre la ciencia y en
las humanidades. Pues
es tan problemático llegar a sublimar el arte, logrando llevarlo al
mundo Objetivo-Objetivo; como sublimar la Filosofía o la Historia
(Objetivo-Subjetivo) y trasladarla a mundos como el de Derecho y la
Economía (Subjetivo-Objetivo). Finalmente, observaremos también,
que la ciencia, la física y la matemática (Objetivo-Objetivo); se
traslada de manera inmediata a Categorías como la Filosofía o la
Historia (Subjetivo-Objetivo); tanto como a disciplinas
Objetivo-Subjetivo, que sabemos son el Derecho o la Economía. Pero
con enorme dificultad se pasa desde el mundo Objetivo-Objetivo (la
ciencia), hasta lo Subjetivo-Subjetivo (el arte y las pasiones).
C-3)
La Antisíntesis y mi método, como sistema alternativo a la
dialéctica de Hegel:
Habíamos
visto que Hegel resolvía su sistema dialéctico, en una “lucha”
o “interposición” entre Tesis y Antítesis; que concluían
finalmente integradas en una Síntesis, formado todo ello un
triángulo equilátero (en cuya cúspide se encontraría esa
Síntesis, mientras la Tesis aparece en el vértice de abajo
-izquierdo- y la Antítesis, en el opuesto -lado derecho-). Así
pues, tras esta resolución de ambas en una Síntesis; Hegel propone
que aquella nueva Síntesis termina convertida en otra Tesis a la que
se opondrá una Antítesis y que de su nueva integración, se formará
finalmente la nueva Síntesis -todo ello en un camino hacia el
progreso-. Pero a nuestro juicio, Hegel olvida que la Humanidad, la
Historia y hasta el Pensamiento, no siempre evolucionan; sino, en
muchos casos involucionan. Además, de que esa involución puede
llegar a generar progreso; tal como sucedió en el caso del Sacro
Imperio Romano Germánico, del Renacimiento, o con la aparición de
Napoleón -tal como explicaremos en nuestros ejemplos con gráficos-
Pues, a mi juicio, la Humanidad su Historia y filosofía, avanzan
en forma de espiral, pasando por fases introspectivas, en las que
aparenta atrasar; aunque estas involuciones vayan completando
círculos concéntricos, que cada vez progresan hacia un “punto
omega”. Ello, podemos comprobarlo, al observar que tras la
caída de Roma se produjo una involución que llevó al recuerdo e
idealización de esta civilización; generándose finalmente un Nuevo
Imperio Sacro y Germano. Del mismo modo, al terminar el Gótico y
caer Constantinopla, no se produjo una revolución (propiamente
dicho) sino que el progreso fluyó de una vuelta hacia los valores de
la cultura Greco-Romana, lo que configuró El Renacimiento
(generándose hasta un Neoplatonismo italiano). Por todo lo cual,
las Tesis y Antítesis regresan y no quedan en el olvido en la base
de la pirámide; ni menos, se esfuman en el pasado (tal como dicta la
dialéctica de Hegel).
.
Debido
a ello, nos hemos de plantear: ¿Qué son estas involuciones
históricas que provocan una clara evolución?. ¿Qué serán estas
Tesis pasadas, cuando al regresar algunas de ellas, llevan al
progreso? -tal como sucedió en el caso del Renacimiento o en el
del Sacro Imperio Romano Germánico-. La contestación parece obvia,
porque -a mi juicio- son: Antisíntesis. Es decir, la superación
de una Síntesis, que una vez revisada y probada históricamente; es
anulada y hace regresar en gran parte a la Tesis inicial, provocando
una evolución positiva (aunque se vuelva a valores, hechos o
filosofías; que se consideraban antiguas y hasta obsoletas). Así
pues, a mi entender existirá una Antisíntesis tras las más
importantes Síntesis; y no propiamente nace una Tesis nueva (como
proclama Hegel). Pues cuando se llega a la Síntesis, esta no se pude
confrontar solo con hechos del futuro ni del presente; sino que -en
gran parte- se compara con el pasado. Un pasado que se sopesa
enfrentándolo a la Síntesis a la que se había llegado y
obteniéndose así la Antisíntesis -basada en la Tesis inicial y
analizando la anterior Antítesis-. Para facilitar una mejor
comprensión de todo ello; en las imágenes siguientes explicamos mi
teoría, a través de gráficos.
SOBRE
ESTAS LINEAS: Gráfico
donde vemos la Tésis a un lado, la Antítesis en el otro (opuesto) y
la Síntesis; en la cúspide del primer triángulo. Pero también
aparece la Antisíntesis, conformando el segundo triángulo y
formando el cuadrado. A
continuación vamos a explicar y entender qué es una Antisíntesis
(de modo experimental y con ejemplos). Asimismo, como vemos en
nuestra representación, he incluido la teoría de Hegel, aplicada a
mi pensamiento y sobre nuestro método.
De este modo, las Categorías se confrontarán siempre como una
Tesis, una Antítesis, su Síntesis y su Antisíntesis. Comprendiendo
así realidades y mundos Subjetivo-Subjetivo /// Subjetivo-Objetivo
/// Objetivo-Objetivo /// Objetivo-Subjetivo (indistintamente).
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: Gráficos
en el que mostramos el “giro de las Categorías”, cuando cambian
las circunstancias o quien interpreta la realidad. En este giro,
puede transformarse la Tesis inicial en una Categoría de cualquier
tipo (Subjetiva-Subjetiva; Subjetiva-Objetiva; Objetiva-Objetiva, o
bien Objetiva-Subjetiva).
Todo depende del individuo, el momento y el análisis que deseamos
hacer de la vida, de los hechos, el pensamiento y etc.. De tal
manera, tal como vemos en el gráfico, arriba;
cuando comenzamos situando
como Tesis una Categoría Objetiva-Subjetiva (que
concierne a áreas como la filosofía, de la literatura etc); su
antítesis pasará a ser otra Categoría Subjetiva-Objetiva (inversa
o mediata; que estará cercana al mundo del Derecho, Sociología,
Economía etc). Entonces
habremos de llegar a una Síntesis Objetiva-Objetiva
(científicamente probada) y
su Antisíntesis será Subjetiva-Subjetiva (artística
etc). Propongamos como
ejemplo, la idea de un filósofo proclamando que el feto no es una
vida humana (Tesis, Objetivo-Subjetivo). Ante ello, habrá una
confrontación con la ley que permite al no nacido heredar
(Antítesis; Subjetivo-Subjetivo). Llegándose a una integración de
ambas ideas (Síntesis), en la que será crucial cuanto lo que la
ciencia diga (Objetivo-Objetivo). Pese a todo, se producirá una
Antisíntesis, venida de aquellos que no están conformes con la
Síntesis; quienes de modo personal y atendiendo a sus sentimientos y
pasiones (Subjetivo-Subjetivo), afirmarán que esa Síntesis, es o no
es verdadera.
.
ABAJO:
Gráfico mío, con el
siguiente paso de giro en Categorías, siguiendo esa misma tesis
sobre el no nacido; en esta el giro se producirá cuando otro
filósofo, o un sentimiento religioso, determinan que el feto sí es
una vida humana. Aquí ya pasará la Antisíntesis anterior a ser una
nueva Tesis. Una Tesis basada en los sentimientos o creencias
(Subjetivo-Subjetivo); a
la que se enfrentará la medicina
(Objetivo-Objetivo) intentando demostrar que el no nacido, carece de
vida propia. De la unión
entre ambas, surge una Síntesis (Subjetivo-Objetivo)
que se traducirá en una nueva
legislación, aceptando o rechazando que el no nacido carece de vida
propia. Leyes que serán de nuevo rebatidas por una Antisíntesis,
desarrollada en el terreno de la filosofía, la literatura etc
(Objetivo-Subjetivo).
ABAJO:
Gráfico con el siguiente giro de categorías, tomando como ejemplo
la “dialéctica” cuando discutimos sobre la vida del “no
nacido”. El siguiente paso de giro
-como vemos en la imagen- es
que la última Antisíntesis, pasa a ser la nueva Tesis. Pues como
hemos visto, a través del giro de Categorías, la Antisíntesis se
convierte en Tesis. De ese
modo (por ejemplo) es una nueva Tesis la opinión
(Objetiva-Subjetiva) de un filósofo, afirmando que el no nacido sí
tiene vida propia -con argumentos Objetivos, pero desarrollados de un
modo subjetivo-. A ello, se
enfrentará una Antítesis, que procederá de las Categorías
Subjetivo-Subjetivo (el Derecho, las normas) terminando ambas por
integrar una Tesis Objetiva-Objetiva (médica), cuya Antisíntesis
volverá a ser del mundo del arte, de la opinión personal, las
creencias etc (Subjetivo-Subjetivo).
C-4)
Demostración de la Antisíntesis y su giro hacia la nueva Síntesis:
La
existencia de la Antisíntesis es un hecho demostrable; y pese a que
Hegel no la haya tenido en cuenta, es una constante en el pensamiento
y en la Historia del Mundo. Se demuestra en hechos como los vividos
durante El Renacimiento, donde se regresa a la cultura y civilización
grecorromana, tras haberse finiquitado la mentalidad de la Edad
Media. Sucediendo
en momentos tan cruciales, como la pérdida de Constantinopla; lo que
hace reflexionar a Occidente sobre los valores reales y desprenderse
de una mentalidad medieval, en la que -por ejemplo- proteger los
santos lugares era uno de los principios más importantes. Así pues,
terminan Las Cruzadas y cambia la mente del guerrero feudal;
imponiéndose unas ideas nuevas, que partían del ciudadano noble,
perteneciente a un Estado. Surgiendo el ejército nacional, frente a
las anteriores mesnadas; y naciendo el concepto de Estado Moderno,
muy distinto al poder durante el medioevo, donde cada señor era
dueño de sus tierras. Todo ello se promueve por un deseo de regresar
a la gran Roma, donde lo importante fue el Estado; en especial, su
Jefe de Estado (rey, emperador etc), quien se sitúa muy por encima
de todo príncipe o noble. Ya que de manera muy distinta, las ideas
medievales llegaban a proclamar al rey de Aragón bajo la famosa
fórmula de “primus inter paris”; jurando: “Nos,
que somos y valemos tanto como vos, pero juntos más que vos, os
hacemos Principal, Rey y Señor entre los iguales, con tal que
guardéis nuestros fueros y libertades”
(advirtiendo al monarca de que los señores podrían sublevarse, en
caso de no ser respetados en sus leyes consuetudinarias).
.
De
tal manera, las Antisíntesis no solo existen; sino que además
entran en juego y se convierten en principal idea cuando se conforman
como nueva Tesis (al girar las Categorías). Como un ejemplo más,
lo explicaremos históricamente del siguiente modo: En el momento
en que finaliza el Medievo, se decide regresar a sistemas romanos,
desechando el feudalismo y admitiendo al rey o al emperador como
única cabeza de todos (súbditos y señores). Siendo entonces cuando
comienza El Renacimiento, pero también la Edad Moderna; creándose
en esta etapa histórica los Estados con sentido pleno de modernidad.
Naciones en las que todos los súbditos eran iguales -conforme su
rango-, o bien todos estaban sometidos a unas mismas leyes -conforme
su clase social-. Es lo que sucedió cuando el espíritu renacentista
-que fue la Antisíntesis a los valores medievales-, se transforman
en nueva Tesis, llegando pronto a generar una Síntesis en la que
el mundo greco-romano era fundamental en todas las estructuras y
campos sociales (desde la política, al arte o la filosofía; incluso
en el comercio y la relación entre naciones). Pero pasemos a ver
en gráficos, cómo es esta sucesión de hechos, que van modificando
el pensamiento o la Historia, según actúan de Antisíntesis o de
Tesis (involucionando hacia el progreso).
ARRIBA:
Gráfico en el que vemos
claramente qué es una Antisíntesis. Tomaremos un ejemplo puesto por
Marx, cuando sigue la teoría
de la dialéctica de Hegel, en su Filosofía de la Historia. Allí el
autor de El Capital, nos dirá que la Tesis era la tiranía del
Absolutismo de Luis XVI; que se enfrentó a las penurias del pueblo
francés (a la hambruna) lo que fue su Antítesis. Como consecuencia,
surgirá la Revolución Francesa; la Síntesis de integración entre
ambas. Pese a ello, Marx
olvida que poco después surge Napoleón (tras el terror y el caos
social). Esta aparición de Napoleón
como líder y emperador, aún más tirano que Luis XVI -pese a su
enorme inteligencia-; es lo
que yo denomino Antisíntesis. Pues lleva a un estado de involución
similar al que había antes (con
el absolutismo de Luis XVI), pero
hace progresar a Francia;
porque el enfoque de su monarquía y política ya es muy distinto al
de los Borbón. Asimismo,
Hegel olvida comentar cuales son las razones que llevarán a la Tesis
y a la Antítesis, confrontarse o a sintetizarse. Todo lo que yo
expreso en las lineas de unión mediatas (en diagonal); donde
leemos que la hambruna y la bajada de temperaturas desde 1785 a 1788,
fueron los motivos principales para que se levantase el pueblo
francés (tras cosechas paupérrimas). Del mismo modo, que el caos,
el terror y el desorden revolucionario; trajo a Napoleón (como
Antisíntesis, de la Revolución). Estas
condiciones aglutinantes para que la Tesis provoque una Antítesis,
son también de enorme importancia; pues desde ellas
conoceremos los hechos de los que se derivarán una Síntesis y su
Antisíntesis. Así pues,
denominamos “condiciones aglutinantes”, a lo que confrontan la
Tesis y la Antítesis (llevando a la Síntesis); tanto como lo serán,
aquellas circunstancias que transforman una Síntesis en una
Antisíntesis. En el caso de
la sublevación de Francia, vimos que esos aglutinantes fueron las
malas cosechas y el hambre (debido a la bajada de temperaturas desde
1785); provocando la Revolución. Mientras el aglutinante que
transforma la Síntesis revolucionaria en una Antisíntesis
napoleónica; fue El Terror, el caos social, el desorden y etc.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: Otros
dos ejemplos históricos, utilizando nuestro método.
En este caso demostrando
nuevamente qué sucede cuando la Antisíntesis se convierte en nueva
Tesis (el giro de una
Antisíntesis, que llega a nueva Tesis). Arriba,
vemos un gráfico sobre la
caída de Roma. Siendo la
Tesis, que Roma era un imperio, durante casi cinco siglos, por lo que
entra en decadencia. Su Antítesis es que Roma era plena decadencia y
llega a una total pérdida de valores. Como Síntesis, sucede la
Caída de Roma y el nacimiento de los reinos Bárbaros. La
Antisíntesis será la posterior creación del Sacro Imperio Romano
Germánico, donde los Bárbaros imitan a Roma (involución que
produce un gran avance, por lo que es claramente una Antisíntesis).
Abajo: La
Antisíntesis anterior, se convierte en Tesis (mostrado en el
gráfico): Es un hecho
Objetivo-Objetivo el nacimiento del Imperio Germano (Síntesis); en
el que surge el odio al Islam (Antítesis). La Síntesis entre ambas,
será Las Cruzadas, el mundo medieval y la lucha constante contra los
musulmanes (sin valorar nada bueno en los musulmanes). La
consecuencia directa (Antisíntesis), tras siglos de lucha absurda en
Las Cruzadas; fue el abandono de Oriente Medio y la posterior Caída
de Constantinopla. Así murió el Imperio Romano y nace el Otomano.
Del mismo modo que surge El Renacimiento, como recuerdo y nostalgia
hacia Roma (involución que produce un gran avance, por lo que es
claramente una Antisíntesis).
C-5)
Explicación de otros casos de Tésis+Antítesis+Síntesis =
Antisíntesis:
Para
comprender mejor nuestra teoría, vamos a trasladarla ahora a mundos
del pensamiento y la creación. Primero la llevaremos al terreno de
lo artístico, explicando qué son estas Categorías (Subjetivas y
Objetivas) en cada caso. En imágenes, abajo, veremos que una
obra de teatro o una de música tienen como Tesis, Objetiva-Objetiva,
el texto en el que se escribe (partitura, libreto, texto dramático
etc). La Antítesis de ello es lo que el autor quiere explicar y no
ha podido hacerlo del todo; sus sentimientos, su fantasía etc (lo
Subjetivo-Subjetivo). La Síntesis entre ambas, sería la lectura de
la partitura del drama, por quienes quieren interpretarla o
disfrutarla así (Objetivo-Subjetivo). Finalmente su Antisíntesis
será el modo en que se represente, o se interpreta la obra (puesta
en escena y como cada intérprete desea); todo lo que pertenece al
mundo Subjetivo-Objetivo.
.
A
continuación, recogemos otro gráfico mío, que traslada mi método
al mundo de la legislación o de la economía (Subjetivo-Objetivo).
Donde veremos, que una teoría económica o unas leyes (Tesis;
Subjetivo-Objetivo) son puestas en duda, por considerarse injustas o
inútiles (Antítesis; Subjetivo-Objetivo); integrándose en un
cambio de legislación o económico (Síntesis; Objetivo-Objetivo).
Tras ello, surge una Antisintesis (Subjetivo-Subjetivo), después de
haber comprobado que aquella nueva ley -o teoría económica- no era
tan efectiva. Todo esto producirá una pequeña involución, que
finalmente lleva al progreso, cuando la Antisíntesis pase a ser
nueva Tesis (al coordinar la antigua Síntesis, con la experiencia
vivida y los hechos ciertos).
.
Finalmente,
un gráfico más -también abajo- nos muestra la Tesis, como teorías
de la filosofía y defendidas por la literatura (Objetivo-Subjetivo).
Ello contiene una Antítesis (Subjetivo-Objetivo) que conforman las
nuevas ideas y la diferente visión social. La consecuencia es el
revisionismo y el cambio de filosofía (Síntesis,
Objetivo-Objetivo). Para finalmente volverse -de algún- modo al
pasado; cuando se ha visto que la Síntesis no era tan efectiva
(Antisíntesis, Subjetivo-Subjetivo).
ARRIBA:
Gráfico en el que vemos
representado lo que antes explicábamos, al trasladar nuestra teoría
al mundo artístico. Así
decíamos que en una obra de teatro o de música , veremos
que tienen como Tesis (Objetiva-Objetiva), el texto en el que se
escribe (partitura, libreto, texto dramático etc). La Antítesis de
ello es lo que el autor quiere explicar y no ha podido del todo; sus
sentimientos, su fantasía etc (lo Subjetivo-Subjetivo). La Síntesis
entre ambas, es la lectura de la partitura o del drama, por quienes
quieren interpretarla o disfrutarla de esa forma
(Objetivo-Subjetivo). Finalmente su Antisíntesis será el modo en
que la obra se represente, o se interprete -su puesta en escena y
como cada artista desea- (todo lo que pertenece a lo
Subjetivo-Objetivo).
.
ABAJO:
Gráfico en el que trasladamos
nuestra teoría al mundo del Derecho y al Económico
(Subjetivo-Objetivo). De tal
manera, dijimos que una teoría económica o unas leyes (Tesis;
Subjetivo-Objetivo) son puestas en duda, por considerarse injustas o
inútiles (Antítesis; Subjetivo-Objetivo); integrándose en un
cambio de legislación o económico (Síntesis; Objetivo-Objetivo).
Tras ello, nacerá su Antisíntesis (Subjetivo-Subjetivo), después
de haber comprobado que aquella nueva ley -o teoría económica- no
es tan efectiva. Todo esto, producirá una pequeña involución, que
finalmente lleva al progreso, cuando la Antisíntesis pase a ser
nueva Tesis (al coordinar la antigua Síntesis, con la experiencia
vivida y hechos ciertos).
ABAJO:
Gráfico en el que trasladamos nuestra
teoría al mundo de la Historia o de la Filosofía
(Objetivo-Objetivo). De este
caso decíamos que: Las ideas defendidas por la filosofía o por la
literatura (Objetivo-Subjetivo); tienen una Antítesis
(Subjetivo-Objetivo), que se conforman a través de las nuevas ideas
surgidas y una diferente visión social. La consecuencia de ello, es
el revisionismo y el cambio de filosofía, que nace como Síntesis
(Objetivo-Objetivo). Para finalmente volverse -de algún- modo al
pasado; cuando se ha comprobado que la Síntesis no era tan efectiva
(una Antisíntesis, Subjetivo-Subjetivo).
C-5)
El giro de las Categorías y la transformación de la Antisítesis en
tesis, como forma de progreso y cambio:
Tal
como he afirmado, en mi opinión el progreso no procede de que la
Síntesis pase a ser una nueva Tesis (tal como dice Hegel); y que
tras ello, se confronte con una nueva Antítesis, para llegar a la
siguiente Síntesis. Sino, la evolución depende de la aparición de
una Antisíntesis; como fruto del pensamiento, la experiencia o
-simplemente- del paso del tiempo. Esta Antisíntesis, terminará
convirtiéndose en la nueva Tesis y todo el cuadrado de Categorías
girará, adquiriendo nuevos parámetros. Ese giro de las Categorías,
lo podemos ver representado en nuestro siguiente gráfico (abajo).
Donde se observa que la Tesis primera es -por ejemplo-
Objetivo-Objetivo y pasa en el siguiente paso a ser
Objetivo-Subjetivo (al haber girado). Tras ello, llegaríamos a
una Tesis Subjetiva-Subjetiva, y finalmente a una Subjetiva-Objetiva.
Todo, en un giro permanente de hechos, ideas, hipótesis y
pensamiento; que van conformando la Historia, sucesos, ciencia y
pensamiento del hombre. Para explicar claramente nuestra idea, lo
haremos con un ejemplo a continuación, utilizando el principio de
Nación o de Estado; conforme se va fraguando, ampliando y
modificando (a través de sucesos históricos y cambio de ideas).
Ello, lo desarrollamos en los últimos cuatro gráficos, con los
que -creemos- se explica perfectamente mi teoría.
.
ABAJO:
Gráfico que expresa el giro de las
Categorías, conformando los diferentes pensamientos, filosofía,
ideas y etapas de la Historia. Tomando
en el primer caso como Tesis, una Categoría Objetiva-Objetiva;
terminaremos en una Antisíntesis que llevará a una nueva Tesis,
Objetiva-Subjetiva. Desde esta, se producirá otra nueva
Antisíntesis, convertida luego en Tesis, Subjetiva-Subjetiva. Para
finalmente, llegar a una última Antisíntesis, que conforma una
Tesis Subjetiva-Objetiva. Ese
giro desde Tesis-Antítesis y de Síntesis a Antísintesis,
convirtiendo la última Antisíntesis en la nueva Tesis, es lo que
genera el progreso.
ABAJO:
Gráfico primero sobre la Nación.
Como vemos, se crea a través de una Tesis que incluye territorio,
población y rasgos culturales comunes (idioma etc). Desde ello, su
Antítesis, son las ideas de patria y de unión (ilusiones, pasiones,
incluso amor); que confluyen en una Síntesis, creando un poder y una
legislación para todos. Su Antisíntesis va a ser lo que la cultura,
el pesamiento y la filosofía digan acerca de esa nación.
ABAJO:
Gráfico segundo sobre la Nación. En
este caso ya ha rotado la Antisíntesis anterior, que ha pasado a ser
Tesis (Objetiva-Subjetiva); donde se comienza por la idea que los
filósofos o escritores tienen sobre esta Nación. Ello se confronta
con la legislación y el poder común que es la Antítesis
(Subjetiva-Objetiva); generando una nueva Síntesis, que será
Objetiva-Objetiva; creando una legislación común y cambiando
conceptos objetivos, como el de territorio, población etc (nueva
Constitución etc). Finalmente aquella Síntesis se enfrentará a su
Antisíntesis, que será Subjetiva-Subjetiva; es decir, la crítica
por parte del mundo del arte, de las pasiones sociales (ilusiones de
los ciudadanos etc).
ABAJO:
Gráfico tercero sobre la Nación.
En esta, el giro de las Categorías, otra vez pasa la antigua
Antítesis (Subjetiva-Subjetiva) a una nueva Tesis. De este modo, se
hacen Tesis, las creaciones de arte, la opinión de la gente, las
pasiones y las ilusiones generales (Subjetivo-Subjetivo).
Enfrentándose al mundo Objetivo-Objetivo (Antítesis), como es la
extensión del territorio, la población, las lenguas etc.. De la
integración de ambas (Tesis del arte y Antítesis, que defiende un
territorio o población) se llega al mundo (Subjetivo-Objetivo), del
que surgen nuevas leyes, nuevas anexiones territoriales, nuevas
secesiones, población que no se considera nacional etc.. Como
Antísintesis se producirá una involución final Subjetiva-Objetiva,
cambiando la cultura, la filosofía etc.
ABAJO:
Gráfico cuarto, y final; sobre la
Nación. Aquí vemos que el
giro de Categorías ya lleva la anterior Antisíntesis, hasta una
nueva Tesis de tipo (Objetivo-Subjetivo). Con la cual, las nuevas
ideas sobre nación, Historia común, filosofía etc; se enfrentan a
su Antítesis, que en este caso es el concepto de Nación, sus leyes,
su constitución, su economía etc.. Finalmente de la integración
entre ambas, nacerá una nueva Síntesis (Subjetiva-Subjetiva), que
modificará las ilusiones sobre la patria, la idealización de la
nación, el sentimiento unitario etc.. Ideas que se plasmarán
definitivamente en una nueva forma de territorio, población o
idioma; cambiando así el mundo Subjetivo-Subjetivo anterior (de la
Síntesis), por hechos Objetivos-Objetivos (territorio, población,
lengua), que se modifican como Antisíntesis de todo lo anterior.
C-6)
Conclusión:
Antes
de terminar, hemos de aclarar que nunca negaremos la veracidad de las
teorías de Hegel. Aunque sí creo que gran parte de ellas, fueron
tomadas desde filosofías orientales, a las que el sabio alemán
añadió sus ideas (convirtiendo de ese modo, un pensamiento de paz
en uno de lucha). Debido a ello -en mi opinión-, el alemán
interpretó mal esas enormes aportaciones que tomó del taoísmo o de
las creencias asiáticas, en las que basó sus obras. Principalmente
porque planteó su teoría dialéctica de tesis-antítesis como un
fundamento de lucha y no de integración. Una fórmula muy diferente
a la que enseña el mundo oriental; donde veremos que esa
confrontación -entre el bien y el mal o del ego con el alter
ego-; no es un enfrentamiento y han de superarse de modo pacífico
(sobre todo, sin virulencia). Comprendiéndose siempre en Asia,
que no hay malos ni buenos; por lo que la lucha se librará tan solo
en el interior de uno mismo, nunca contra un rival. Así pues, la
Tesis no es la adversaria de la Antítesis (como se hace ver en Hegel
o en Marx) sino la parte inversa; lo que otros creen y ven, pero a
nosotros se nos hace imposible admitir.
.
Debido
a ello, la lucha de clases que propone Marx, usando una
dialéctica e tipo taoísta, pero “mal interpretada” por Hegel;
si verdaderamente la aplicásemos en una teoría nacida desde
parámetros orientales, habría de verse como la “superación”
de las clases sociales. Es decir, la integración de unos y otros,
creando un nuevo estamento: La clase media. Ello es lo que -en
cambio- sí que observan filósofos alemanes coetáneos a Hegel, como
Krause; que basó su teoría en esa creación de lo que entonces
llamaban “el cuarto estamento”. Una nueva clase social, que
aunaba la alta y el proletariado; formando así lo que actualmente
conocemos como clase media. Debido a todo ello -a mi juicio- el
enorme error de Hegel fue no reconocer que sus ideas partían desde
filosofías orientales y no adentrarse más en estas teorías de
Asia, que propugnan el equilibrio y la paz; nunca la lucha, ni la
confrontación (tal como él expresa su dialéctica, basándose
en un enfrentamieno de ideas, hechos, personas etc). Así pues, si
el filósofo alemán, hubiera reconocido el origen de su dialéctica,
muy posiblemente habría creado una gran teoría pacífica y
benéfica; que no confundiera mentes tortuosas -como la de Nietzsche-
y a otros seguidores, inculcándoles principalmente ideas de
confrontación y superioridad.
.
Por
lo demás, creemos que mi teoría sobre las Categorías (Subjetivas y
Objetivas) aplicadas a la dialéctica de Hegel, completaría el
pensamiento y lo trasladaría hacia referencias más reales. Pues no
puede considerarse que el mundo progrese, sin una continuada
involución; un “salto atrás” que suele producirse cuando se han
comprobado los defectos del progreso. Además, esta involución
terminará siendo revolucionaría, tal como sucedió con la creación
del Imperio Romano Germánico, con El Renacimiento, con Napoleón (y
largo etc. de casos). De tal manera, para comprenderlo mejor,
tomaremos un ejemplo claro de ello que vivimos en nuestros días.
Estas son las nueva ideas que se están imponiendo, para conservar el
Planeta; parando en muchos casos el progreso, con el fin de no
contribuir al cambio climático. Ello nace, como una la
Antisíntesis del progreso; lo que comúnmente sucede cuando
transcurre un periodo en el que vemos que la Síntesis tiene errores.
Así pues, en el siguiente gráfico vemos como partiendo de una
Tesis, debido a que la Humanidad tiene necesidades, pasa hambre,
dolor y etc. (Subjetivo-Subjetivo). Al confrontarla con la Antítesis
de la tecnología y la ciencia (Objetivo-Objetivo); la unión de
ambas nos llevará al progreso -tecnológico y científico- como
Síntesis. Cuya Antisíntesis van a ser las nuevas teorías
ecologistas (que paran el progreso, para la mejora del Medio
Ambiente). Tal como vemos en el gráfico bajo estas lineas, la
Antisíntesis existente en nuestros días va en esa dirección;
aunque más tarde, estas ideas de conservación del Medio Ambiente
pasarán a conformar una nueva Tesis. Ello logra que evolucionen la
Sociedades, aunque a su vez, pero cuando se produce una nueva
Síntesis, se llega a una Antisíntesis; que tal como se observa en
el último gráfico, dejará obsoleta la anterior Síntesis.
.
ABAJO:
Un penúltimo gráfico, donde
vemos como Tesis las necesidades subjetivas del hombre; su Antítesis
será la ciencia y la tecnología, llegándose como síntesis al
progreso. Un progreso cuya Antisíntesis son las nuevas ideas para
conservar el Medio Ambiente (que se oponen -en parte- al progreso).
ABAJO:
Gráfico último, donde explico qué sucederá con las teorías sobre
Medio Ambiente y ecologistas, en un plazo relativamente corto. Pues
tras ser tomadas como Tesis (Subjetiva-Subjetiva), pasarán a
confrontarse contra una Antítesis, representada por una ciencia y
tecnología (Objetiva-Objetiva), que ya habrá logrado superar los
daños que los combustibles fósiles generan. La integración de
ambas (Tesis-Antítesis) darán como resultado unas nuevas leyes, que
permitirán la libre creación de máquinas y el libre progreso
tecnológico, que ya no dañará el Medio Ambiente. Finalmente,
surgirá una Antisíntesis, que considerará obsoletas e inútiles
las ideas ecologistas; y esta nueva teoría pasará a ser Tesis. Para
que ello suceda tan solo se necesita que la tecnología cree sistemas
energéticos que no dañen el Medio Ambiente (basados en el
hidrógeno, en recursos naturales y energías alternativas). Todo lo
que -a mi juicio- puede cifrarse en unos quince años; y habrá
contribuido enormemente al progreso.
..
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