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Desearía
dedicar este artículo a mi familia de origen navarro (Santafé
Arellano). En especial a mis primos -cercanos y lejanos- que
permanecieron en Navarra; tierra que nos dio el ser y el saber
(principalmente a los Zubiaur y a los Carreño)
JUNTO
ESTAS LINEAS:
Fotografía
de José Ortiz-Echagüe con su cámara.
Reproducimos la imagen,
tomada desde
el artículo
de Francisco Javier Zubiaur Carreño: "El
poder evocador de las imágenes de Ortiz-Echagüe"
(1)
.
Estudio editado en el catálogo de la exposición “José
Ortiz-Echagüe, fotógrafo”;
organizada en 1990 por la universidad de Pamplona. Agradecemos al
Museo Universidad de Navarra y a los fondos del Museo del Traje
(Madrid), nos permitan divulgar algunas imágenes de su propiedad,
con el fin de poder mostrar la obra y vida de Ortiz-Echagüe (2)
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A – BOSQUEJO BIOGRÁFICO:
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A – BOSQUEJO BIOGRÁFICO:
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Mucho
se ha escrito sobre la vida de José Ortiz-Echagüe, habida cuenta su
genio y su ingenio, su carácter y valor; su talante y su talento.
Aunque
la biogafía mejor dictada y más divertida; a mi juicio es, aquella
que narraron sus dos hijas en el programa de Televisión Española
“La mirada fotográfica” (3)
.
Donde podemos comprender que Ortiz-Echagüe
no solo fue un intrépido y arriesgado piloto militar, además de un
afanado estudioso de la mecánica
(fundador de empresas como S.E.A.T. ó C.A.S.A.). Sino
fundamentalmente
un hombre de gran cultura y de un inimaginable sentido estético e
histórico. Todo ello surgido de unas experiencias inigualables
vividas en la guerra, en las artes y en la industria.
Vivencias que comenzaron con una joven vocación pictórica, al
parecer truncada -o sustituida- por el regalo de una cámara
fotográfica. A
esta primera ilusión adolescente por la pintura, siguieron unos
obligados estudios como ingeniero militar y su destino en la Guerra
de África.
Regresando
de Tánger como piloto áereo, al sufrir un accidente de avión; tras
el que desmontó la nave en la que se había estrellado, logrando así
comprender la mecánica de los aviones. Iniciando gracias a esta
circunstancia la industria aeronáutica en España en 1923, al fundar
C.A.S.A.
-Construcciones Aeronáuticas S.A.-. Hechos que le permitirían crear
veinticinco años después la fábrica SEAT, cuando no había otra
industria de automóviles española.
.
Consecuentemente,
en este bosquejo biográfico comenzaremos por narrar que José
Ortiz-Echagüe nace en Guadalajara en 1886;
y que de
niño deseaba ser pintor, tal como lo fue su hermano mayor Antonio.
Pero su padre
-de profesión militar y de origen andaluz- le
convenció de que
no se podía soportar más de un pintor por “unidad familiar”;
por lo que debía
dedicarse al ejército (como él). Fue por entonces, -a
los doce años- cuando
un tío suyo le regaló una cámara fotográfica;
posiblemente con la intención de “reorientar” aquella primera
ilusión pictórica. Lo que sucedió durante el
año del “Desastre del 98”;
cuando se produjo la pérdida de las últimas colonias y la
confirmación de una España decadente. Hechos
que afectaron de un modo crucial a la conciencia y vida de
Ortiz-Echagüe, quien
siempre seguirá y leerá a los autores de la Generación del 98. A
su vez, estos
sucesos desencadenarán un “orgullo patrio” que le llevará a
ingresar en la Academia de Ingenieros en 1903
-a los dieciséis años-. Después de licenciarse en
1909, es destinado a la Guerra de África y allí realiza una de las
primeras fotos aéreas de la Historia,
logrando tomar imágenes desde los aviones. Tras ello, se
le asigna como misión fotografiar las tropas enemigas desde el
cielo, para lo que normalmente se valía de globos aerostáticos.
Acerca de esta etapa de su vida, siempre comentaba que lo más
desagradable era viajar “románticamente” en un globo y de pronto
oír allí silbar las balas del enemigo, sin poder “bajarse” de
la cesta dignamente.
ARRIBA:
Lienzo
de Antonio Ortiz-Echagüe
(de tamaño natural) intitulado “Desnudo” y propiedad del Museo
de Bellas Artes de Buenos Aires -al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen-. El
hermano mayor de José era ya un pintor de éxito en los años
veinte, y residía en la magnífica villa de Madrid llamada “Fuente
del Berro”, donde retrató a los miembros de la aristocracia
española.
Con su espléndido coche descapotable recorrían
ambos las calles y carreteras de España; el mayor plasmando en sus
lienzos aquello que despertaba su interés y el menor fotografiando
cuanto podía.
José Ortiz-Echagüe comentaba que esta fue una de las épocas más
felices de su vida; cuando tras regresar de África y trabajando como
ingeniero de CASA, acompañaba a su hermano para dedicarse a su
afición fotográfica. Junto
a Antonio debió aprender mucho sobre espacio, composición, color y
pintura; todo lo que se reflejará siempre en sus imágenes.
Aunque en 1936 y al iniciarse la contienda civil española, el
primogénito de los Ortiz-Echagúe se trasladará a Argentina, sin
regresar más a Europa (muriendo en 1948).
.
En
África permaneció destinado en esa unidad aerostática desde 1911,
donde a su vez aprovechó para realizar una serie de fotos
costumbristas sobre el Marruecos de aquella época (imágenes que
expuso y publicó con gran éxito). A comienzos de los años
veinte le conceden funciones de piloto aéreo, llegando a ser el
aviador número tres de España. Fue entonces cuando le asignan
como misión transportar varios aviones desde París a Tánger. Tres
aeroplanos que regalaba el conde de Artal al ejército de Alfonso
XIII y que Ortiz-Echagüe se empeñó trasladar en 72 horas -lo que
por entonces era una proeza-. Viajando con ellos se produjo un
tremendo temporal en Burdeos, que le obligó a un aterrizaje forzoso,
estrellando el que conducía. Salió ileso del accidente y al
regresar a Tetuán, solicitó todas las piezas del avión
siniestrado, con el fin de conocer qué había sucedido. Tras
meses estudiando la aeronave accidentada y una vez comprendido el
funcionamiento de esos motores, decide iniciar la empresa aeronáutica
en España. Fundando así C.A.S.A. en 1923 y logrando pronto fabricar
aeroplanos similares a los franceses. Años más tarde se
sucedería la Guerra Civil española, donde perdió a sus dos hijos
varones sirviendo en la Marina; tras haberse empeñado enviarles a un
destino que le parecía más seguro, para que además ambos hermanos
estuvieran juntos (un triste hecho del que siempre se culparía). En
1950, superada a guerra y los sucesos más tristes de su vida; creó
la SEAT, cuando no existía industria del automóvil en España
-empresa de la que fue presidente vitalicio y honorario-.
.
Valiéndose
de los coches y aviones que fabricaba, pudo visitar cuantos pueblos y
ciudades de España quiso conocer. Siendo el primero en realizar y
corregir los mapas posteriormente llamados Guia Michelin; fue
asimismo el fotógrafo del mundo rural español.
A mi juicio, por ser plenamente consciente de que aquellos inventos
que él mismo fabricaba -aviones y automóviles-, cambiarían
radicalmente la faz de los campos y los pueblos. Teniendo
así Ortiz-Echagüe la seguridad de que cuanto todavía él veía,
duraría ya muy poco. Por lo que decide fotografiar una España rural
que por entonces acababa (sus trajes, fiestas, ritos y celebraciones;
los bailes, las labores, las costumbres y las tierras, junto a sus
monumentos en ruinas). Recogiendo imágenes costumbristas -muchas de
ellas posadas- que relatan y describen cómo fue una cultura
milenaria que en los años cuarenta y cincuenta tocaba a su fin.
Todo ello mostrará lo efímero de la vida y la cultura, relatando el
modo en que una civilización ancestral -como la Española- podía
llegar a diluirse. Después de que en 1898 hubiera entrado en
decadencia plena; y desapareciendo aquella Iberia auténtica a
mediados del siglo XX, para no regresar jamás. Debido a ello,
entendemos
por qué Ortiz-Echagüe al final de sus días y al hablar de sus
fotos, decía: “Mi
obra adolece de todos los defectos de la Generación del 98; pero
también tiene alguna de sus virtudes.”
.
ABAJO:
Dos ejemplos que ilustran el “pictorialismo” en las imágenes de
Ortiz-Echagüe. A la izquierda, fotografía suya tomada en los años
cuarenta y titulada “Castellano de Sepúlveda” -agradecemos
al Museo del Traje, nos permita divulgar las imágenes de su
propiedad-. A
la derecha, un cuadro de Ignacio Zoluaga pintado en 1909 y expuesto
en el Reina Sofía, intitulado “Tipo de Segovia” -agradecemos
a este museo nos permita divulgarlo-. Parece
ser que el fotógrafo huía del epíteto de “pictorialista”,
argumentando que sus imágenes no eran, ni estaban fundamentadas en
cuadros; aunque las influencias pictóricas en toda su obra son
indudables.
.
Acerca
del autor y de su evidente raíz pictórica, escribe Fco. Javier
Zubiaur Carreño en 1990:
“Insistir
en el “pictorialismo” de Ortiz-Echagüe puede parecer tarea
baldía cuando precisamente él lo ha rechazado. Pero el maestro,
además de incurrir en contradicciones al respecto (...), emplea un
método de revelado, de aspecto acuarelado, que favorece resultados
tan pictóricos como sutiles” (...) “Porque, en efecto, en el
fondo de la fotografía de Ortiz-Echagüe, se advierte la huella de
la pintura, principalmente española” (…)
“En lo iconográfico los paralelismos son evidentes con El Greco
(ciertas composiciones con arquitecturas y escarpes al fondo) con
Zurbarán (el tema monacal que va más allá, incluso, en el estudio
de los paños) o con los pintores de su tiempo” (...) “ha
demostrado cómo es posible, no sustrayéndose a la objetividad, dar
a lo real una nueva magnitud intensificada por la emoción y el
recuerdo de los grandes maestros, sin por ello ceder un ápice a lo
puramente fotográfico” (4)
.
B
– PICTOTRIALISMO Y ROMANTICISMO EN LA OBRA DE ORTIZ-ECHAGÜE:
.
Asimismo
escribió sobre este fotógrafo, Fco. Javier Zubiaur Carreño:
“La
biografía de José Ortiz-Echagüe me parece sorprendente. Por un
lado me admira su personalidad de hombre de acción audaz, arriesgado
y hasta temerario, como piloto de globo y aviador sobre continentes y
mares, cuando la tecnología y seguridad eran bien precarias a
principios de siglo. Luego está su empeño en ser ingeniero
aeronáutico, empresario de grandes ideales e impulsor denodado de la
motorización de la sociedad española” (...) “siendo
uno de los pioneros de la modernización del siglo XX, su obra
fotográfica se dirige a mostrar paradójicamente a través de la
cámara oscura (...) aspectos de una sociedad tradicional que vive
conforme a costumbres del pasado” (…)
“Ortiz-Echagüe
debió presentir como nadie el fin de la era preindustrial, de forma
que en su visitar los pueblos de España toma instantáneas con ánimo
de documentar un pasado que desaparece. Bien es cierto que en su afán
antropológico se unirá la evocación histórica de las grandezas de
España, sugerida por las ruinas de castillos y alcázares, con
una intención quizás regeneracionista de recuperación de los
propios valores patrios. Por ello hay quien ha advertido,
acertadamente, que las fotografías de Ortiz-Echagüe ofrecen un
“tempo” detenido, como para provocar en el contemplador una
meditación sobre, precisamente, las consecuencias que ese flujo
temporal ha acarreado” (4)
.
.
Hemos
resumido en párrafos anteriores un artículo de Zubiaur Carreño,
donde se plasma plenamente el sentido de la obra y vida del
fotógrafo. Quien sin duda
alguna, deseaba parar el tiempo con su cámara; reflejando cómo era
la vida durante aquellos días en los que todavía
lograba retener con su “instantánea”, las formas de un pasado
que desaparecía paulatinamente.
Aunque a ese espíritu etnográfico y conservador, hay que unir su
vida de arriesgado aventurero y su carácter de intrépido e
incansable trashumante. Admirado
por la alta tecnología y a su vez por el costumbrismo hispano; todo
le convierte en un “hombre del Renacimiento” a medio camino entre
del siglo XIX y el XX. Con un interés por el tipismo español igual
al que habían manifestado los viajeros románticos.
Extranjeros -en su mayoría-, que
visitaron nuestro país desde el siglo XVIII; narrando en sus libros
cómo
vivían peligros o festejos hispanos, mientras se
sentían enormemente atraídos por lo exótico de nuestras tierras y
sus costumbres. Pese
a todo, esos relatos
de viajes por España no pudieron reflejar plenamente la Sociedad
peninsular de su época, tal como lo haría una foto. Aunque
contenían numerosos grabados y dibujos, donde se ilustraban las
peculiaridades autóctonas. Un carácter extraño de todo lo español
que se hizo famoso en Francia o Inglaterra, a través de estos libros
de viajes románticos. Lo que motivó
que acudieran innumerables extranjeros a la Península,
tras la difusión de las
técnicas fotográficas (a comienzos del siglo XX);
para recoger con sus cámaras ese mundo tan ibérico y tan exótico
-más cercano a Turquía o Marruecos, que a Europa-.
JUNTO
ESTAS LINEAS:
Al
lado, imagen de Kurt
Hielscher; fotógrafo que permaneció viviendo en España durante la
Primera Guerra Mundial.
En 1914 -con treinta y cuatro años- se trasladó a nuestro país,
para fotografiarlo; no
pudiendo regresar al suyo en verano de ese año, cuando Alemania
declara la guerra a diferentes naciones europeas. Kurt
Hielscher se dedicó a viajar durante cinco años por toda la
Península, fotografiando sus lugares más bellos e insólitos.
Pues
tal cómo definió España en su libro de fotografías, aquella
tierra era para él: “Un
gran museo al aire libre, único en su género, que guarda tesoros de
arte de los más diversos pueblos y épocas: Desde los célebres
búfalos de Altamira -pintado hace miles de años por el hombre de la
época glacial-, hasta las exóticas y fantásticas construcciones de
la moderna arquitectura catalana, que tanto llaman la atención al
que visita Barcelona”.
.
ABAJO:
Portada
de la primera edición en español del libro fotográfico “La
España Insólita”, de Kurt Hielscher. Durante los cinco años que
vivió en nuestras tierras parece que realizó más de 45.000
kilómetros (completamente
solo y con su cámara Leika) obteniendo
unas dos mil fotos que fue vendiendo a revistas. Acabada la Guerra
Mundial regresó a Alemania y escogió 303 imágenes que publicó en
1921 bajo el título “Das unbekannte Spanien” -editado
posteriormente en nuestra lengua como “La España incógnita”-.
Esta obra fue la principal fuente de inspiración de José
Ortiz-Echagüe; tal como él mismo reconocería públicamente en
numerosas ocasiones.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al
lado, portada de “La España desconocida” de Kurt Hielscher,
publicada en 1991. Esa
nueva edición recogió algunas de las mejores imágenes del antiguo
libro y las acompañaba con una fotografía moderna, tomada en 1990
desde el mismo lugar en que la hizo el autor (entre 1914 y 1919). La
comparativa entre ambas es en ocasiones impactante; debido a que en
muchos casos ha desaparecido todo resto de edificaciones antiguas. O
bien se han sumado a las construcciones centenarias, nuevas paredes y
modernísimos lienzos, que deterioran totalmente la composición
original. Un caso llamativo lo tenemos en las hojas que abajo
recojo;
donde vemos
una misma esquina de Aldeanueva de la Vera, fotografiada en 1918 y en
1990.
Mostrando con evidencia cómo el progreso -en ocasiones- también
genera una gran pobreza estética y cultural; derribando muros y
costumbres de una enorme estética, que ya no podrán reconstruirse,
ni rehabilitarse (como hubiera sido lo correcto).
BAJO
ESTAS LINEAS:
Portadas
de los libros del fotógrafo William Eugene Smith en las que se
incluyen imágenes de nuestro país. Tras el éxito obtenido en 1921
por Kurt Hielscher con su “España desconocida”; multitud de
fotógrafos llegaron a nuestras tierras en busca de su tipismo. Uno
de los más famosos fue Eugene Smith,
quien tras haber sido fotógrafo de Campaña (durante la Segunda
Guerra Mundial) viajó a España en 1950, residiendo durante un
tiempo junto al pueblo de Deleitosa. Allí tomó miles de imágenes,
eligiendo unas 1500 para sus reportajes de la Revista Life; logrando
vender más veintidós millones de ejemplares, publicando las mejores
en un libro que tituló “Spanish Village”. Pese a todo, la labor
de Eugene Smith no fue del todo constructiva, ni menos positiva; pues
se sabe que pretendió sacar lo peor y lo más pobre de España -no
su tipismo, ni menos reflejar nuestra cultura ancestral-. Tanto fue
así, que al ver las autoridades cómo el fotógrafo obligaba a los
habitantes de Deleitosa tirar cosas al suelo, para luego simular que
comían basura; fue recriminado, “invitándole” regresar a su
país de origen (al observar que no pretendía unas imágenes
folklóricas o rurales; sino de enorme pobreza y atraso -con
evidentes fines políticos-).
AL
LADO: La
fotografía anterior del autor, descompuesta por mí en luces,
sombras y en lineas de trazo.
.
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No
sabemos si Ortiz-Echagüe antes de tomar una imagen, trazaba un plan
con arreglo a proporciones lineales o a teorías de perspectiva
procedentes de la pintura clásica. Pues es ciertamente fácil
realizar una triangulación sobre un lienzo; o dibujar sobre un
soporte una distribución de escenas, en base a secciones iguales y a
proporciones áureas. Bastando para ello dividir el cuadro con lineas
de lápiz o carbón -con arreglo a “fi” o a triángulos iguales-.
Pero no es posible hacer lo mismo al realizar una fotografía, al
menos que se lleven a cabo varias tomas y que luego se trabajen al
positivarse. Precisando una foto inicial con la escena completa, para
conocerla y posteriormente dividirla en fases. Trazando sobre esa
primera imagen (ya revelada en papel) unas lineas que marquen la
triangulación o las longitudes áureas a seguir. Realizando después
la fotografía final; situando personajes y escenario, tal como
marcaban las zonas previamente estudiadas. Tras todo ello, se pasará
a papel el cliché terminado, usando una plantilla donde se contengan
triángulos o secciones conforme a composición perfecta. Llegando
así al positivo definitivo, con arreglo a “fi” o a
triangulaciones y rectangulaciones totalmente proporcionadas.
.
Por
cuanto manifiesto, creemos
que Ortiz-Echagüe -como técnico e ingeniero que era- ensayaría las
fotos, para luego “situarlas” conforme a “fi” o a triángulos
y rectángulos perfectamente estudiados.
Algo -que a mi juicio- haría desde
su juventud, al conocer ya por entonces las teorías del espacio o de
la perspectiva pictórica;
cuyas leyes aplicaba instintivamente en su visor y trabajaba
minuciosamente al positivar las imágenes. Observando
lo que iba a fotografiar con lineas y ajustes, en referencia a cortes
transversales; todo ello con arreglo a las proporciones que los
pintores marcaron ya desde El Renacimiento. Hechos que podemos ver
reflejados ya en las primeras fotos
que conservó, tomadas con tan solo diecisiete años y donde la
teoría de la pintura se observa cuidada con un enorme esmero. Este
es el caso del “Sermón de la aldea”,
fotografía que sabemos repitió con esmero tras una primera toma;
obligando a posar a sus protagonistas (a mi parecer, en
una escena perfectamente distribuida en razón a triángulos y a
cuadrados equivalentes). Por
lo demás y a
mi juicio, la razón “fi” parece que se repite en toda la obra de
Ortiz-Echagüe. Algo
que no nos debe extrañar, pues la sección áurea era tenida en
cuenta por todos los profesionales durante el siglo XIX; tanto que
multitud de cuadernos y libros se publicaban con esa proporción. Lo
mismo sucedía con el papel fotográfico, que en numerosas ocasiones
se preparaba con este formato, en el que un lado medía “x” y el
otro “x·f”;
o bien uno “x” y el otro (“x” · f/2).
ARRIBA
Y ABAJO:
El
castillo de la Iruela en Jaén, fotografiado por Ortiz-Echagüe en
1954
-agradecemos a la Universidad de Navarra nos permita divulgar la
imagen-.
En la foto superior vemos la escena tal como el autor la prepara. En
la de abajo presento los cortes que pudo intuir, para crear unas
proporciones iguales. El
modo en que lo hizo resulta un misterio; pero a mi juicio todo estaba
bien medido y pensado. Una idea a la que llego tras haber realizado
numerosas mediciones y trazados sobre las imágenes del autor. Aunque
desconozco las medidas originales de esta foto, sobre pantalla hemos
podido observar que un lado tiene unos 20,5 centímetros y la
vertical unos 15,5 ctms.. Ello habla de una proporción en base 4/3,
pues (15,5 · 4/3) = 20,666 -prácticamente y en la medida que se
observa en pantalla-. Por lo demás su
escena está diseñada en triángulos, unos sobre otros, con una
pirámide central que domina todo el cuadro (dejando en el centro el
castillo).
Además, la diagonal principal (que cruza de lado a lado y he marcado
en verde), mediría unos 25,5 centímetros. Todo lo que habla de “fi”
ya que (15,5 · f),
resulta aproximadamente 25,7.
ARRIBA
Y ABAJO:
El
castillo de la Iruela en Jaén, fotografiado por Ortiz-Echagüe. Dos
estudios míos de triangulación sobre su imagen,
demostrando que la fotografía está diseñada conforme a modelos
medidos (o pensados) en base a este tipo de lineas y proporciones.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: Mota del Marqués fotografiada por
Ortiz-Echagüe (la
imagen carece de copyright, aunque agradecemos a la Universidad de
Navarra nos permita divulgarla). Abajo, estudio mío
de diagonales y de lineas, para cuadrar la imagen conforme a
proporciones pictóricas.
Su horizontal mide 16,5 ctms. (en pantalla) y su altura 14 ctms. Algo
que nos vuelve a hablar de proporciones medidas, ya que su
equivalencia es de ¼ en base a 66/56; puesto que (14 : 56) = (16,5 :
66) = ¼ . Por lo demás la altura tendría 56/4 y la longitud 66/4;
siendo su mitad 28/4 y 33/4; de donde su diagonal menor resultaría
aproximadamente 44/4 (marcada en amarillo)
AL
LADO: Dibujo mío que muestra el modo en que
aplicaban la razón “FI” en tres casos diferentes.
-Con
fondo blanco: Sistema más sencillo, comúnmente usado para
fabricar hojas de dibujo, cuadernos o papel fotográfico. Consistía
en darle a un lado el valor “x” y al otro “x” multiplicado
por “fi”. Número áureo que como sabemos equivale a raíz
cuadrada de 5, dividida por 2 y sumada a ½.
-Con
fondo negro: Una forma más avanzada en la que se aplica
la misma regla, pero dividida por dos. Es decir, el papel fabricado o
el corte buscado es de coseno de 36º (“fi” partido por dos). De
lo que el resultado es que si un lado mide 10 centímetros, el otro
valdrá 8,0901... ctms.
-Con
fondo amarillo-naranja: Fórmula clásica para comprender
la sección áurea en aplicación antigua. Siendo la función:
Hipotenusa dividida por uno de los catetos, es igual a “Fi”. Se
logra simplemente multiplicando la base del triángulo por “F”
y dando así e valor a la vertical. Si la horizontal equivale a 10
ctms.; la diagonal sería 16,18.. ctms.; por cuanto la vertical
correspondería a unos 12,7 ctms.. Siendo la proporción aproximada H
= x // V = (x · 1,27....); es decir, cuando el cateto “a” vale
“x” ; el cateto “b” mide “x” multiplicado por 1,27019...
.
AL
LADO: Dibujo donde se muestra la fórmula de
“fi” tal como la define finalmente Maestlin (en el Renacimiento).
A
su vez, incluyo la propuesta de mi visión sobre el número áureo
que yo explico desde el triángulo 1 ; 2 ;
Ѵ5.
Puesto
que en esta proporción; la mitad del “cateto a” sería ½ y la
mitad de la hipotenusa (Ѵ5
: 2).
De
tal manera (½ a + ½ c) = {½ + (Ѵ5
: 2)} = F
= 1,6180339...
AL
LADO: Dibujo mío, donde se muestra el
siguiente triángulo al compuesto por 1, 2 , Ѵ5.
Siendo aquella figura denominada: “triángulo perfecto”; donde
a=3; b=4; c=5. Ello demuestra la relación directa entre
“fi” y los triángulos perfectos o los más simples; todo lo que
explicaría el origen de la belleza en imágenes u objetos creados
utilizando una triangulación bien medida; por estar relacionados con
la sección áurea.
AL
LADO:
Dibujo explicativo mío, donde muestro los
ejemplos de triangulación y su resolución por “fi” en un área
donde un lado sea el doble del otro. De tal manera si la
altura es 1 y la longitud es 2; ya vimos que la diagonal equivalía a
Ѵ5. Desde este rectángulo 1
a 2, se obtiene “fi” en sus lineas marcadas en amarillo. Iguales
a media altura y a media diagonal:
{½
+ (Ѵ5
: 2)} = F
.
.
.
ABAJO:
Fotografía mía de la pirámide escalonada de
Saqaara, sobre la que he situado algunas ideas acerca de “fi”.
Desarrollando la idea de que asimismo, en trigonometría
esférica nos encontraremos con el número áureo; si dividimos la
circunferencia en 5 partes o bien entre 10. Puesto que
360º partidos por 5 resultan 72º. Si a su vez dividimos la
circunferencia en partes relativas a 72º obtenemos la estrella de
cinco puntas, cuyos senos y cosenos son relativos a “fi”. Pero
sobre todo, si dividimos la circunferencia en 10 partes obtendremos
36º por cada zona; cuyos senos y cosenos son equivalentes a 2F
. Ya que:
Coseno
de 36 = 0,80901699437494742410229341718282
Lo
que es igual a F/2 .
Puesto
que
½
de “fi” = cos 36º
2
cos 36 = “fi” = 1,6180339...
Siendo
la Cuerda de circunferencia partida por 10 = “Fi”
Es
decir:
2
cos 360º/10 = F
ABAJO:
DESCRIPCIÓN
DE LA SECCIÓN AUREA EN EUCLIDES (5)
Y PACIOLI
A_______________B_____________________C
(sobre una
linea con tres secciones):
_______________AB
______________________________________AC
______________________BC
Cuando
la distancia de A a C, dividida entre la que hay entre B a C; es
igual a la longitud de B a C,dividida por la que hay de A a B. Es
decir:
AC
/ BC = BC / AB
Este
hecho existe en cifras proporcionales a "FI"=1,6180339887....
Es
decir cuando
AC/BC
= BC/AB = 1,681...= “Fi” = F ; Número
de oro; Divina Proporción; Sección áurea...
En
la imagen bajo estas líneas podemos ver su aplicación en una
estrella de cinco puntas trazada sobre una circunferencia (a 72º
cada punto), cuyas líneas de corte mantendrán exactamente esta
proporción. Todo lo que se une al hecho de que “fi” a su vez
sea igual a 2coseno de 72/2 (2cos. de 36º). En la imagen central una
estela discoídea (probablemente templaria) procedente de Burgos y
perteneciente al Museo Arqueológico de Burgos -al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra fotografía-. Observemos el su centro el
símbolo estrella de cinco puntas en el interior de la
circunferencia; como posible reminiscencia pitagórica, cuyo emblema
era este. No sabemos si los templarios la lucían como señal de la
Sección Áurea, aunque es seguro que los pitoagóricos sí la
mantenían con ese sentido. Indicando el llamado “pentagrama de
Pitágoras”, el signo de los cinco dedos relacionado con la base
diez matemática, con el tetratkis y con esta fórmula para describir
“fi” sobre la circunferencia.
AL
LADO Y ABAJO:
El castillo de la Iruela por Ortiz-Echagüe,
descompuesto en una composición en base a “fi” circular (fórmula
clásica de la sección aúrea, que antes hemos explicado). Abajo,
el castillo de Mota del Marqués, igualmente descompuesto en razón a
“F ” circular
-refiriéndonos a la proporción mantenida por Euclides, que se da en
la estrella de cinco puntas-. Observemos cómo en ambos casos
encajan sus distancias con las proporciones de la estrella circular:
AC/BC = BC/AB = 1,681...= “Fi”
= F .
JUNTO ESTAS LINEAS: Fotografía
de Ortiz-Echagüe titulada “Albercanas” -agradecemos
al Museo del Traje nos permita divulgarla-. Abajo observamos su
posible triangulación. El resultado del estudio, a mi juicio
considera que se compone de varias fotos simultáneas.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Posible triangulación
de esta imagen de Ortiz-Echague.
AL
LADO: División
en círculo y estrella de la foto con albercanas, donde observamos
que las distancias de brazos en las proagonistas, cuadran
perfectamente con las medidas de un “fi” en 72º . Abajo las diferentes fotos que pueden obtenerse de ella.
D
– MÍSTICA ESCATOLÓGICA:
.
Si
por escatología podemos interpretar las “últimas preguntas” o
nuestro planteamiento sobre el Más Allá; hemos de tener muy
presente cuáles serían esas cuestiones y experiencias para José
Ortiz-Echagüe. Un hombre, que con apenas veintitrés años
fue enviado a una de las guerras más duras que vivió España (la
de África). Donde le destinan a viajar sobre un globo
aerostático, tomando fotos al enemigo; todo lo que se realizaba bien
hasta que los contrarios se apercibían del espionaje y comenzaban a
disparar... . No quedando más solución en esos momentos que
intentar aumentar la altura y -principalmente- la de rezar. Pues como
él siempre comentaba: -Una de las cosas más desagradables que hay
en la vida es viajar en un globo, mientras oyes silbar las balas del
enemigo sin poder bajarte del cestillo-.
.
A
ello hemos de sumarle que poco después fue el aviador número
tres de nuestro país y que a los cinco años obtener esa
cualificación se estrelló en Burdeos; saliendo milagrosamente
ileso del accidente. Pero además, para comprender el carácter de
Ortiz- Echagüe hemos de recordar que tras este suceso quiso
recuperar las piezas del aeronave, para estudiar las causas del
siniestro. Logrando comprender con ello cómo funcionaban los
aviones, creando así la primera fábrica aeronáutica española.
Tras esta exposición y con todos los datos antes referidos,
entenderemos que el fotógrafo interpretaría su existencia como un
verdadero milagro. Ya que desde los ventitantos años se había
enfrentado de continuo a la muerte -de las maneras más
peligrosas-, saliendo siempre indemne. Por cuanto la fortuna de
seguir vivo le concedería una enorme fe, como sucede con cuantos se
juegan la vida repetidas veces (tal como pasa entre los toreros).
Teniendo una fe en Dios tan profunda como certera; lo que debió
marcar plenamente la existencia de Ortiz-Echagüe.
.
Lo
antes referido nos puede ayudar a interpretar su serie de imágenes
religiosas; que inicia en su juventud y en las cuales progresa
trabajándolas, sin abandonar jamás esta fuente de inspiración.
Hasta lograr ser considerado el mejor fotógrafo de la espiritualidad
española y quien de un modo más profundo plasmó el ambiente de
nuestra religión (el de los monasterios o la Samana Santa y en
especial el de Dominicos y Cartujos). Transmitiendo con su cámara
una mística y fe igual a la que nos hicieron llegar los pintores del
XVII y del XVIII en sus cuadros; creando estampas comparables con las
de Zurbarán o Murillo. Imágenes inspiradas en aquel éxtasis
religioso que vivió la España de Santa Teresa y de San Juan de la
Cruz; o la de San Pedro de Alcántara y Sor María de Ágreda.
Transmitiendo la espiritualidad de una nación que tras el
Concilio de Trento decide que Dios puede transmitirse con las artes
figurativas; y que a través de ellas, el Cielo se logra representar
en la Tierra. En una España que se opone a la filosofía
protestante, que negará la adoración de estatuas o cuadros; tanto
que Enrique VIII ordena destruir toda la imaginería anterior a su
tiempo. Así, en pleno siglo XVI los católicos hispanos se
reafirman en expresar su sentimientos místicos a través de la
pintura, la estatuaria o la arquitectura. Intentando con su arte
hacer de las iglesias una réplica del reino de Dios; una copia de lo
más divino. Y como tal, se expresa en la obra de Zurbarán, de El
Greco, Murillo o de Velázquez. Todo lo que recogió y siguió
Ortiz-Echagüe -con fervor y respeto-, copiando modelos barrocos
y manteniendo ese estilo religioso español; como si fuera un pintor
del Siglo de Oro.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos grandes lienzos de Zurbarán, representando
cartujos (propiedad del Museo
de Bellas Artes de Sevilla, al que agradecemos nos permita divulgar
nuestra imagen). En la fotografía podemos apreciar el modo
en que estos cuadros tienen como misión internarnos en la vida
contemplativa de esos monjes; tanto que si situamos una persona junto
a ellos, parecería estar dentro de la escena
(tal como observamos al situar alguien en primer plano -en este caso
a mi mujer-). Estos efectos de realismo pleno, en una
situación ascética, son los que deseaba lograr el catolicismo del
siglo XVII; trasladando al sueño místico a sus creyentes, mientras
observaban las obras de arte. Logrando así la misma elevación que
el protestantismo conseguirá valiéndose de músicos y compositores
-al interpretar durante las misas y en el interior de las iglesias,
la obra orquestal de artistas como Bach-. Toda una escena
que fundamentalmente pretendía el éxtasis de quienes la compartían;
soñando cómo sería el Cielo, mientras disfrutaban las obras
maravillosas.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, cuadro de Francisco Zurbarán -San
Francisco contemplando calavera- fechado en 1634 y propiedad del
Museo Thyssen-Bornemisza (al que agradecemos nos permita divulgarla).
Hemos pasado sus colores a blanco y negro para comparar la escena
con las fotos de Ortiz-Echagüe. Abajo,
imagen de Ortiz-Echagüe titulada “Monje Blanco”, fechada en
1945 y que he enmarcado en marrón, para concederle la apariencia de
un cuadro -agradecemos a la Universidad de Navarra nos permita
divulgar la fotografía-. Las coincidencias entre ambas escenas
son indiscutibles; pese a que a Ortiz-Echagüe le molestase el
epíteto de “pictorialista”.
.
.
AL LADO Y ABAJO: Junto estas líneas, descomposición de la imagen anterior en lineas, para comprender que está compuesta en forma de cruz y piramidal (a modo de cruz patada -como la de Malta-).
AL LADO Y ABAJO: Junto estas líneas, descomposición de la imagen anterior en lineas, para comprender que está compuesta en forma de cruz y piramidal (a modo de cruz patada -como la de Malta-).
BAJO
ESTAS LINEAS:
Tres estudios del mismo Monje Blanco de
Ortiz-Echagüe donde se observa esta composición en rectángulos
iguales, en triángulos proporcionales y en cruz patada.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba, imagen de
Ortiz-Echagüe que refleja los monjes de Santa Ma. de Huerta, fechada
en 1945 y que hemos enmarcado para darle la apariencia de un cuadro
-agradecemos a la Universidad de Navarra nos permita divulgar la
fotografía-. Abajo, corte de
la misma foto en dos partes iguales, para observar la idéntica
proporcionad entre la zona superior y la inferior (que bien
pueden ser dos imágenes distintas).
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: La misma imagen. Arriba
dividida en cuatro (perfectamente cortadas) y abajo estudiada por
triángulos y rectángulos; donde se muestra su perfecta
composición en base a ellos.
.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba, imagen de
Ortiz-Echagüe titulada “Dominicos en Santo Tomás de Ávila”,
fechada en 1954 y que hemos enmarcado para darle la apariencia de un
cuadro -agradecemos a la Universidad de Navarra nos permita
divulgar la fotografía-. Abajo,
estudio mío de escena y sombras por triangulación. Observemos el modo
exacto en que cuadra el techo del claustro con la linea del triángulo
central superior; todo o que denotaría que se ha positivado
usando una plantilla o regla (para lograr esa disposición perfecta).
ARRIBA
Y ABAJO: De nuevo la misma imagen de Santo Tomás de
Ávila, en este caso arriba recortada, para comprobar el ajuste
perfecto a un rombo central. Mientras en la inferior ya la vemos
hecha dos fotos, perfectamente separadas y totalmente compuestas cada
una de ellas.
SOBRE
ESTAS LINEAS: Famosísma foto de Ortiz-Echagüe
titulada “Sermón en la aldea” (fechada en 1903). Al parecer,
antes de ingresar en la escuela de Ingenieros fue hasta
esta parroquia de Viguera (en La Rioja); donde tomó unas
imágenes que salieron movidas. Poco tiempo después regresaría a
esa aldea y tras convencer al vecindario, junto al cura,
de que todos posaran para él (prometiéndoles regalar copias, para
que las enviasen a sus parientes de América); logró esta
segunda fotografía con medio minuto de exposición. Una escena que a
mi juicio está plenamente relacionada con el cuadro “El sermón de
los Moros” de Eugenio Lucas Velázquez. Paralelismo que
pude comprobar hablando sobre Ortiz-Echagüe con el especialista en
arte Javier Gaztelumendi. Que mantiene cómo parte de las
composiciones del fotógrafo se inspiraron en Lucas Velázquez, Lucas
Villaamil o en preciosistas y pintores como Fortuny.
.
ABAJO:
Dos cuadros de Eugenio Lucas Velázquez:
“Interior de coro” y “El Sermón de los Moros” (hacia 1855)
-agradecemos a los propietarios, nos permitan divulgar sus imágenes-.
En ambos casos podemos ver los paralelismos con la obra de
Ortiz-Echagüe; siendo “El sermón de la aldea” una
versión en fotografía del que pintó decenios antes Lucas
Velázquez; intitulado “Sermón de los moros”.
ARRIBA
Y ABAJO: De nuevo, diferentes estudios de la
misma fotografía. En la superior vemos que son dos hasta
tres escenas totalmente distintas (como sucede en otras tantas fotos
del autor). Abajo se observa esta composición en cuadros diferentes,
cortados con lineas sobre la imagen.
ABAJO:
La misma imagen del “Sermón en la Aldea”, cortada en
diferentes planos; donde se ve de manera indiscutible que hay tres
escenas y que las dos figuras centrales (marcadas en naranja o con
triángulos) son un cuadro en sí mismas.
ABAJO:
Otros dos cuadros de Eugenio Lucas Velázquez, donde se
observa una igual disposición e iluminación a las de
Ortiz-Echagüe. Principalmente en el caso de interiores o
en la composición de paisajes, exteriores y en los edificios
singulares -agradecemos a los propietarios de las obras nos permitan
divulgar las fotos-.
.
E
– MÍSTICA IBÉRICA:
.
Sin
lugar a dudas, Ortiz-Echagüe supo que con su generación
desaparecería la España de Murillo y Zurbarán, cuya imagen había
permanecido cuasi intacta hasta Lucas Villaamil y Mariano Fortuny.
Teniendo el fotógrafo plena consciencia de que antes de que
terminase el siglo XX, dejaría de existir el tipismo de nuestros
pueblos y el de sus gentes de tradición milenaria. Extinguiéndose
con ellos la nación que supo pintar el bodegón con luz de hambre
sublimada; o representar al monje como un Adonis con sayo, cuya
extrema delgadez solo significaba sobriedad. Acabando así las
múltiples generaciones de niños callejeros, entroncados con El
Lazarillo y a quienes se retrataba robando comida o riéndose de sus
harapos. Una desaparición que se hizo verdad precisamente en los
años en que fallece Ortiz-Echagüe (1980). Cuando también murió
aquella España; siendo sustituida por una Sociedad que poco a poco
va olvidando gran parte de su esencia.
.
Si
aquella otra España era peor, habrá de juzgarlo la Historia -no
nosotros-; pues un tremendo error que se produce en toda época es el
“cronocentrismo”: Considerarnos en el centro del tiempo y creer
que nuestro momento es el único y el mejor. Olvidando así los
verdaderos problemas que vivimos, los que generamos y los que
dejaremos a las generaciones venideras. Pero frente a nuestro
presente, en que se mantiene firmemente que vivimos la mejor etapa de
la Historia -llegando a denostar el pasado-. Hubo otros
momentos en los que la Sociedad hispana valoraba el ayer y no
consideraba que “cualquier tiempo pasado fue peor”. Etapas
como a del Siglo de Oro o los días de la Generación del 98 y del
27; cuando las crisis nacionales y los problemas económicos eran
tales, que los pintores y escritores se refugiaban en su arte y en el
sueño del pasado -para evadir la realidad que vivían-.
.
En
una de estas épocas nació y vivió Ortiz-Echagüe; viendo pasar
guerras y calamidades por doquier, pese a lo que no cesó en su
empeño de crear belleza. Seguramente movido por los valores del 98 y
gracias a la educación que por entonces se inculcaba a los jóvenes
españoles, enseñándoles las nuevas filosofías regeneracionistas.
Todo lo que muestra que la educación y la cultura es el bien más
preciado; pues no solo genera riqueza espiritual y material, sino que
además es un tesoro del que jamás podrán despojarnos. Por
cuanto decimos, el fotógrafo imbuido desde niño de esas ideas
de regeneración y de modernismo, utilizará algo tan actual como
una máquina (de fotos) para presentar y recoger su verdadera España.
Una nación milenaria denominada ya Hispania desde los tiempos
romanos y que él conservará en sus fotos de gentes, campos y
monumentos. Reflejando aquella nación que a su vez fue una cultura
ancestral, heredera del mundo mediterráneo, islámico y cristiano;
difusora del catolicismo por toda América. Cuanto plasma en sus
imágenes de trajes típicos, arquitecturas populares y en sus
láminas religiosas.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS: Al
lado, famosa fotografía tomada en 1897 y en la que podemos ver la
Dama de Elche junto a su descubridor; el agricultor Manuel Campello,
que la desenterró en
sus terrenos de cultivo. El hallazgo de piezas como
esta y su comparación con los trajes regionales que por entonces se
mantenían como vestidos
comunes en España, provocó una nueva ola de
patriotismo histórico. En
este caso motivada por la enorme decadencia que vivía nuestro país
y fundamentada en un orgullo cultural de España.
Ideas que apoyaron personajes como Joaquín Costa; un hombre culto y
de enorme inteligencia que logró hacer comprender a los españoles,
cómo nuestro país era una nación y una civilización milenaria de
enorme importancia histórica. Transmitiendo al pueblo y a los
poderosos el valor cultural de nuestro legado y el deber de olvidarse
de más gestas militares; para unirse ante las adversidades que vivía
la España de fines del XIX. Consiguiendo así salvar la enorme
crisis del 98.
Abajo,
pendiente del siglo V a.C. (hallado en 1980 por el profesor Piñel) y
bajo este, la imagen de otros modelos muy similares, pero fabricados
en Salamanca en el siglo XIX. Las dos fotografías están tomadas del
libro de Carlos Piñel LA
BELLEZA QUE PROTEGE (6)
. Donde este arqueólogo y especialista en
etnografía escribe que la joya del siglo V a.C. hallada en las
cercanías de El Berrueco
(Salamanca) puede ser considerada como un antecesor
directo de ese tipo de arracadas y colgantes
que hasta hoy han lucido con profusión las charras
y mujeres de la zona. Añadiendo asimismo el
profesor Piñel que los orfebres castellanos de los siglos XVIII y
XIX, no conocían el trabajo en oro ibérico; aunque hacían piezas
casi iguales a las joyas prerromanas hispanas. Todo lo que demuestra
se trata de modelos ancestrales, repetidos
durante miles de años y que fueron pasando de padres a hijos. Del
mismo modo que podemos observar en otros casos;
como los trajes, adornos y artesanía del mundo ibérico y que
se conservaron de un modo casi igual en el folkore popular hispano.
Decíamos
que en los años de niñez de Ortiz-Echagüe, comienza en España
la arqueología como disciplina; empezando a hablarse por entonces
del Mundo Ibérico. Descubriéndose a fines del siglo XIX esculturas
con el valor de la Dama de Elche o las imágenes del Cerro de los
Santos. Piezas que demostraban cómo antes de la llegada de los
romanos, Iberia tenía ya una civilización avanzada, comparable con
cualquier otra mediterránea y de su época (a excepción de las
helenas, las de Oriente Medio y la egipcia). Pero no solo eso, sino
aquellos hallazgos como los de Elche, hicieron ver que gran parte
del folklore y vestimentas hispanas tenían sus orígenes en el mundo
ibérico; pudiendo demostrarse que los peinados, la orfebrería o los
ornamentos populares españoles, procedían de esas raíces
milenarias. Probándose al descubrir estas esculturas
prerromanas, que las mujeres de la Península veinticinco siglos
atrás, vestían o se ataviaban de forma muy parecida a como lo
hacían todavía en el siglo XIX las valencianas, las charras o
las lagarteranas (entre otras muchas).
.
.
Provocando
todo ello un movimiento “renacedor” que fundamentó las bases de
teóricos y filósofos como Joaquín Costa; artífice del
Regeneracionismo y patriota entre los mejores. Logrando aquellos
hombres transmitir que España era una cultura y civilización
milenaria; consiguiendo así unirla y con ello, el milagro de una
nación que tras hundirse en 1898, resucitó en dos décadas (tanto
que en 1925 era ya una de las mayores potencias mundiales). Todo lo
que se fragua gracias al esfuerzo de los españoles; pero siguiendo
la batuta de aquellas ideas de regeneración que partieron desde
Joaquín Costa y de fundamentos culturales como la arqueología
hispana. Ideas que siguió Canalejas y que se fraguaron en los
libros y obras de los miembros del 98, de los Novecentistas y de los
hombres del 27. Ideario que marcó la infancia y obra de
Ortiz-Echagüe, quien contiene todos los rasgos de estos movimientos:
Contemplando la preocupación por España como los del 98,
utilizando métodos tan modernos como una máquina para hacer arte
(al estilo de los Novecentistas) y estudiando el folklore o la
sabiduría del pueblo, tal como hicieron los del 27.
.
ABAJO:
Dos fotografías de la Dama de Elche
tal como la exhibe actualmente el Museo Arqueológico Nacional. En
el centro, una fotografía de Ortiz-Echagüe titulada “Charras” y
publicada en el blog de Aldeávila
-agradecemos a la Universidad de Navarra nos permita divulgarla-.
Comparando la Dama de Elche, con la joyería, la
vestimenta y el modo de acicalarse de estas charras; se hace evidente
que la cultura y escultura ibérica -del siglo VI a.C.- es el
antecedente directo de esta forma de vestir y de ornamentarse en el
pueblo hispano. Todo lo
que no solo se observa entre las charras, las extremeñas y las
castellanas; sino también en las valencianas vestidas de gala, cuyos
tocados y joyas son muy similares a los de la Dama de Elche.
ABAJO:
Demuestra cuanto decimos los ejemplos que vemos en fotografías
montadas bajo estas lineas. Donde tenemos en primer lugar (a la
izquierda) una “dama” ibérica
en un exvoto de bronce datable hacia el siglo V a.C.
y procedente de Castellar de los Jardines (propiedad del Museo
Arqueológico de Barcelona, al que agradecemos nos permita divulgar
las imágenes). En el centro, una albercana con su
traje de vistas y sus collares, cuyo vestido, tocado y joyas son casi
iguales que las que vemos en el exvoto ibero anterior
-esta foto está también tomada del libro de Carlos Piñel, LA
BELLEZA QUE PROTEGE (7)
-. A la derecha, la Dama Oferente del Cerro de los
Santos procedente de
Montealegre del Castillo, yacimiento hallado hacia 1870 junto a Yecla
-propiedad del MAN al que agradecemos nos permita divulgar nuestra
imagen-. Los tres tipos comparten su forma de
vestir, peinarse y sus joyas; siendo en algunos casos exactamente
iguales los peinados, trajes y orfebrería ibérica, a la popular
española.
ABAJO:
Del mismo modo parecidos a los de la Antigua Iberia, son
los llamativos tocados de las segovianas o los gorros de
Montehermoso, que tanto
abundan en las vestimentas populares españolas. Como ejemplo de ello
podemos ver en la imagen bajo estas lineas: A la
izquierda, dos mujeres en el día de las Águedas de Zamarramala
(tal como las muestra el museo Rodera-Robles de Segovia). En el
centro tres damas menores del Cerro de los Santos (tal como las
exhibe el MAN). A la derecha, una mujer de Monterhermoso en foto de
Ortiz-Echagüe (agradecemos a todas las instituciones nos permitan
divulgar las imágenes). Observemos el parecido en
todos los tipos de vestimenta y joyería.
ABAJO:
En estas imágenes comparamos la Dama de Baza (en el MAN) con una
fotografía tomada por Villarino de mujeres charras; otra dama
chipriota y una del Cerro de los Santos
-agradecemos a todas las instituciones nos permitan divulgar las
imágenes-. La Dama de Baza se fecha hacia el siglo
IV al III a.C., al igual que las del Cerro de los Santos; por su
parte, las esculturas chipriotas que
tanto paralelismo tienen con las ibéricas, son
anteriores. Pudiéndose fechar hacia el siglo VII-VI a.C.; siendo a
mi juicio esta estatuaria cretochipriota del periodo arcáico, el
antecedente más directo de la ibérica
(Dama de Elche, Cerro de los Santos etc).
ABAJO:
Otros tocados más singulares del folklore peninsular pueden
proceder del mundo fenicio o incluso de raíces autóctonas
peninsulares, descendiendo de modelos de la Edad del Bronce. Este
sería el caso de las mitras y gorros puntiagudos, como los
segovianos o los de danzantes que abajo vemos. En
primer lugar: Montera de mujer del museo Rodera-Robles (al que
agradecemos nos permita divulgar la imagen). A su lado, unos
danzantes de Mérida en el Corpus, en foto de Nicolás Müller (a
cuyos herederos agradecemos nos permita divulgarla). Abajo, exvotos
iberos con tocado picudo procedentes de Collado de los Jardines
(siglos V al III a.C. y propiedad del MAN). A su lado, otras damas
del Cerro de los Santos también con sombreros en pico (tal como las
exhibe el MAN al que agradecemos nos permita divulgar las imágenes).
En todos los casos de arqueología se observan
hombres y mujeres con gorros semejantes a la mitra fenicia, que lucía
el Baal de la ciudad (copiada de la corona faraónica de Egipto).
ABAJO:
Otros tipos de tocados fenicios, que se pueden parecer a las
distintas monteras españolas. En imagen, la famosa Dama de Ibiza
(del siglo V a.C.) y junto a ella, diferentes esculturas también
púnicas de misma época,
halladas en Puig des Molins -tal como las muestra el MAN-. A su lado,
Frascuelo con la montera de torero antigua; muy semejante a estos
gorros fenicios.
ABAJO:
Comparación entre mujeres charras, exvotos iberos que representan
damas vestidas probablemente como sacerdotisas; a su lado las joyas
de La Aliseda (Cáceres,
siglo VI a.C.) y a nuestra derecha una mujer bereber
de 1940. En
la fotografía de
Nicolas Müller (al que agradecemos nos permita divulgarla) podemos
ver el parecido entre las charras y las mujeres del Norte de África.
Asimismo, en los exvotos iberos se observa que las damas van
ataviadas de forma igual; a la vez que en el tesoro de la Aliseda
podemos comprobar que la joyería ibérica de época tartessia es muy
parecida a la charra y a toda la que se conservó en la Ruta de la
Plata.
ABAJO:
Observando la orfebrería prerromana peninsular, podemos ver que
esta es -en muchos
casos- prácticamente igual a la que lucen en sus
trajes populares las mujeres de zonas como: La Ruta de la Plata,
Toledo-Extremadura, Castilla y León, La Rioja, Aragón, Levante y
etc. Siendo tan solo el
traje andaluz de “faralaes”, el que no presenta paralelismos con
estas modas ibéricas (probablemente por influencia gitana). En
imagen, tres piezas de la orfebrería ibérica que exhibe el MAN
(al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Observemos
que tanto el modo de trabajar el oro en Iberia, como su decoración y
hasta los abalorios con sentido apotropáico, son casi iguales a los
conservados en el folklore hispano.
ABAJO:
Sin lugar a dudas, estas técnicas del trabajo en
oro milenarias se conservarían también en el mundo árabe. Habiendo
sido reimportadas a la Península con la llegada de los musulmanes a
nuestras tierras. Tal como vemos en estas piezas que exhibe el museo
arqueológico de Córdoba
(al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Pese a
todo, llama la atención que no es precisamente en
Andalucía donde los trajes populares y regionales lucen adornos que
recuerden a estas joyas de origen milenario. Lo que demostraría que
si fuera el influjo árabe el que hubiera impuesto esta moda del
folklore hispano, sería en el Sur de España donde más se lucirían
piezas de este tipo. Por
el contrario la orfebrería de tipo ibérico, tan
parecida a la árabe; se luce principalmente en los atuendos de zonas
antes referidas -Ruta de la Plata
(de Cáceres al Norte); Castilla y León, Orense,
Castilla la Mancha en su zona cercana a Extremadura y el Levante-.
Todo lo que muestra el
origen ancestral y unido al mundo ibérico de estos ajuares en oro
populares.
ABAJO:
Cuanto antes hemos expresado podemos comprobarlo en
las piezas áureas halladas en las cercanías de Sevilla y de origen
o influencia tartessia
-agradecemos al Museo Arqueológico de Sevilla, nos permita divulgar
nuestras imágenes de los tesoros de Ebora y Mairena-. Estas
joyas son casi iguales a las que vemos en las damas ibéricas, pero
que también a las que llevan las albercanas, las maragatas y otras
tantas mujeres del territorio -cuyos ajuares proceden sin lugar a
dudas de tiempos prerromanos-.
ABAJO:
Asimismo podemos comprobar lo antes expuesto en
estas otras joyas procedentes de Cancho Roano, Ebora, La Martela o la
Bobadilla (Jaén).
Cancho Roano fue un santuario tartessio situado en Badajoz (Zalamea)
que se destruyó o abandonó hacia el siglo VI a.C.. El
resto de piezas en imagen son coetáneas a las de Cancho Roano y de
clara influencia tartessia; civilización turdetana que dominó los
metales de la Península durante los siglos previos al
establecimiento de los fenicios. Un Tartessos que pudo ser la clave
en muchas de las modas que permanecieron en el folklore, todo lo que
explicaría que diseños en oro de este tipo se extiendan en los
trajes populares de La Ruta de la Plata, la Maragatería y Orense.
-agradecemos a los Museos Arqueológico de Jaén, Sevilla y Badajoz
nos permita divulgar estas imágenes de orfebrería-.
ABAJO:
Si observamos las modas y vestimentas grecorromanas de mujer,
llegaremos pronto a la conclusión de que tienen muy poco en común
con las ibéricas y con los modelos populares españoles. Algo
que podemos comprobar en las múltiples esculturas helenas o latinas,
donde las mujeres aparecen ataviadas con los conocidos “peplos” y
túnicas, peinadas sin rodetes y luciendo una joyería muy discreta
(sin la abundancia de collares y abalorios que portan las iberas).
Siendo un hecho indiscutible que las mujeres romanas y griegas
vestían formas togadas y modas muy distintas a la ibera; tal como
podemos ver en imagen abajo (que contiene dos figuras de tipo Tanagra
halladas en Extremadura, ataviadas a la grecorromana -agradecemos al
Museo de Cáceres nos permita divulgar la imagen de estas esculturas
de su propiedad-). Por lo demás y como ya hemos
señalado, los paralelos más cercanos a la moda peninsular
prerromana hemos de encontrarlos en la estatuaria cretochipriota
arcáica o en la de Anatolia de siglos anteriores al V a.C..
ABAJO:
Terminamos este epígrafe con la fotografía de dos
robledanas, cuyo parecido con la Dama de Baza -a nuestro juicio- es
indiscutible.
.
F
– MODAS MILENARIAS:
.
No
sabemos si Ortiz-Echagüe llegaría a conocer todos los paralelismos
entre la cultura ibérica y el folklore peninsular; pues muchos de
ellos se descubrieron después de 1975 (cuando el fotógrafo
estaba ya enfermo y en proceso de perder la vista). Pese a todo,
es seguro que los intuyó, del mismo modo que sabría el valor
incalculable de aquel mundo que ante sus ojos desaparecía. Un
patrimonio cultural inmaterial de un peso inconmensurable y que entre
los años setenta y los noventa tocó prácticamente a su fin.
Cuando en la mayoría de los pueblos sustituyen las Fiestas sacras y
las patronales -celebradas hasta entonces de un modo tradicional-;
por bailes de discoteca y por modas venidas de las ciudades (a cual
menos valiosa y más ruidosa). Invadiendo por entonces el barrio al
pueblo, convirtiendo en suburbios aquellas poblaciones que hasta
entonces habían conservado su historia, sus tradiciones y sus
celebraciones milenarias. Tanto que muchas de esas costumbres y
herencias culturales podemos remontarlas a la Edad del Bronce, tal
como a continuación mostraremos.
.
ABAJO:
Tres imágenes de los museos de Évora del
Arqueológico Nacional español y de un traje en propiedad del
profesor Carlos Piñel. A la izquierda, el referido vestido de charro
de Piñel, con sus botones; adornos que tienen un simbolismo
lunisolar (como han comprobado los especialistas).
Pues el diseño de estos botones salmantinos contienen un significado
apotropáico relacionado con las fases planetarias, el calendario y
la suerte. En el centro, vemos las típicas coronas
y potencias de santos
(tal como las muestra una vitrina del museo de Évora, Portugal -al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra foto-). El
origen de estas coronas y tocados que se colocaban a las imágenes
religiosas, está en las coronas y diademas antiguas que lucían los
reyes deificados (como
los faraones, los baal de fenicia e incluso en los de las reinas
diademadas peninsulares, que muestran las estelas de la Edad del
Bronce). A la derecha; el Tesoro de Villena y una
pulsera alentejana de oro puro, tal como la exhibe el MAN
-al que agradecemos nos permita divulgar la imagen-. Estos conjuntos
de oro se fechan entorno a los siglos XII al IX a.C.
y se consideran ajuares reales para ser usados por reyes o sacerdotes
peninsulares. Su decoración (igual a la que aparece en multitud de
orfebrería atlántica) se relaciona con la charra y se entiende
referida a los planetas; simbolizando
las esferas del Universo, las bolas que labraron en sus piezas.
ABAJO:
Tres estelas peninsulares del Bronce y bajo
Bronce y al lado la fotografía de tocados de las monjas del
Monasterio de las Huelgas
-tal como las recoge LA ESTAMPA de Burgos en una foto de 1875-
(7) . La
primera estela que vemos a nuestra derecha pertenece al MAN y se data
hacia el 2000 a.C.; representa una mujer o un guerrero diademado. Las
otras dos (centrales) son pretartessias
y pertenecen al Museo de Badajoz; se fechan a fines
del Bronce (hacia el siglo VIII a.C.). Ambas presentan figuras
diademadas, entre las que se ven armas y collares. A
la derecha vemos los tocados de las monjas en el siglo XIX, que mucho
se asemejan a las diademas y a los más extraños gorros que también
vemos en la arqueología peninsular. Se considera que las potencias y
coronas con las que se adornaban las imágenes religiosas tienen su
origen en estas diademas y coronas reales de los monarcas de la Edad
del Bronce (considerados por entonces dioses).
ABAJO:
Tocados de las referidas monjas de Las
Huelgas, tal como los
publicaba La Estampa. Junto a estas imágenes,
esculturas del Cerro de los Santos (siglos IV al II a.C.) cuyas
sacerdotisas también lucen gorros picudos y complejas vestimentas.
AL
LADO Y ABAJO:
A la izquierda, traje de luces tal como
decora el mesón Los Gatos (de Madrid) -al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Abajo,
foto de lagarteranas tomada por Kindel en los años
sesenta. Como podemos ver, las técnicas de bordado del traje de
luces son muy similares a las usadas en las prendas de Lagartera o en
las Charras, todo lo que logró sembrar de riqueza cultural y
artesanal estas tierras de España. Pues
nada hay más empobrecedor que el chándal (como prenda de vestir);
que no solo entristece las calles con la imagen de jóvenes así
ataviados, sino además impide la creación de industria modista. Con
el fin de comprender lo rico que fue este folklore y la belleza de
los trajes y costumbres de los charros y los extremeños;
recomendamos ver dos cortos videos filmados en Miranda del Castañar
y en Lagartera hace apenas unos decenios.
PULSAR
SOBRE LOS ENLACES SIGUIENTES:
BODA
LAGARTERANA 1973:
https://www.youtube.com/watch?v=LmnZI_fqVqI
TRADICIONES
EN MIRANDA DEL CASTAÑAR:
https://www.youtube.com/watch?v=O6WxkayPqrE
AL
LADO Y ABAJO:
Junto estas lineas, piezas del tesoro de El
Carambolo (tartessio, hacia el siglo VI a.C.) -tal
como las expone el MAN en reproducción-. En el
diseño de estas joyas -cuyo
peso supera los tres kilos-, vemos la estética que
dominará toda la orfebrería y el bordado peninsular durante
milenios. Siendo muy semejantes a las joyas populares españolas y
asimismo a los tejidos y trajes hispanos; como los de torero o
valenciana y otros que se han lucido en la Península desde etapa
prerromana. Abajo,
maniquíes y vitrinas con pendientes y collares de Museo Provincial
de Cáceres y de Ávila
-a los que agradecemos nos permitan divulgar las imágenes-.
En las imágenes podemos ver los tocados típicos de Montehermoso o
de zonas avulenses, junto a piezas de orfebrería popular de los
siglos XVIII y XIX (tan
parecidas a las prerromanas).
AL
LADO Y ABAJO: Junto estas lineas, mujer maragata
fotografiada por Laurent en 1878 (tomado
del libro “La Belleza que protege”, de Carlos Piñel).
Abajo, de
nuevo una comparación de Damas y de joyas expuestas en los
arqueológicos. La Dama de Alcoy, la de Elche y la del Cerro de los
Santos -agradecemos al
MAN nos permita divulgar nuestras imágenes-. Bajo
ellas, filigranas populares del siglo XIX expuestas en el Museo de
Cáceres y a su lado pendientes y arracadas celtibéricas procedentes
de yacimientos castellano leoneses, expuestas
en el Museo Prov. de Valladolid (Fabio Nelli) -a los que agradecemos
nos permitan divulgar nuestra imagen-.
AL
LADO Y ABAJO: Junto estas lineas, segovianos fotografiados
por Lauren en 1878 y recogidos en el libro de Carlos Piñel “La
belleza que protege”. Observemos
la similitud de la mujer con las damas del Cerro de los Santos.
Abajo, dos fotos
tomadas en Toro durante las fiestas del vino y donde podemos ver a
las toresanas con el traje típico,
llamado de “viuda rica”.
.
.
.
.
AL
LADO Y ABAJO: Junto estas lineas muchacha del pueblo de
Monsanto (Portugal) mostrando el gallo -foto
M. Castelo Branco, al que agradecemos nos permita divulgarla-. El
gallo como totem es plenamente celta, tanto que la gallina no existía
en Europa hasta que los indoeuropeos la importasen desde zonas
cercanas a Asia, críandola por todo el Continente y conociéndose
con la dispersión de los pueblos gaélicos. Uno de los grupos más
importantes fue la rama celta navegante de Portus-Galo (puerto galo)
donde el gallo es el animal emblemático; como totem de la
masculinidad, la guerra, del huevo cósmico y del amanecer solar.
Debido a lo que aquellas tribus que adoraban a las gallinas, tomaron
o dieron su nombre al animal (los gallos).
Abajo, un
curioso personaje vestido con capa y que pude encontrarme en las
Calles de Monsanto, mientras paseaba por las calles de este precioso
y megalítico pueblo.
ABAJO:
Fotografía mía hace unos tres años en Monsanto, donde
podemos ver sus singulares casas y construcciones, levantadas entre
grandes megalitos naturales.
G
– EL FINAL DE LA ERA DE LOS METALES:
.
Habríamos
de plantearnos qué sucedió entre 1950 y 1980 para que en solo tres
décadas desaparecieran muchos de los principales usos, costumbres y
tradiciones que se habían mantenido durante milenios en nuestras
tierras. Tanto, que en esos tres decenios podemos decir que
cambiaron hasta las creencias y las formas de vida -no solo en
España, sino también en gran parte de Europa-. Pasándose de
Sociedades confesionales a Estados semi-láicos y de países que
conservaban sus raíces ancestrales, a Naciones desarraigadas y con
enormes crisis de identidad. Todo lo que sucedió principalmente
tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos comenzó a
dominar gran parte de Occidente y de Asia. Pese a ello, los cambios
que harían desaparecer las antiguas costumbres y estructuras
sociales occidentales comenzaron mucho antes; sucediendo tras la
aparición de las nuevas formas de guerra y con los materiales
inventados desde fines del siglo XIX. Principalmente con la
aparición de armas de enorme poder destructivo, lo que generó una
enorme ruptura social y terminó en la Gran Guerra del 14 al 19.
Enfrentamientos en los que por vez primera se realizaron ataques
masivos, llevados a cabo con sistemas químicos y donde el caucho o
el wolframio facilitaron armamentos terribles.
.
Aunque
no sería hasta la difusión del plástico y la invención de la
fisión nuclear (tras 1945) cuando realmente podemos decir que el
Mundo salió de la Era de los Metales. Una etapa que se había
iniciado hacia el 3500 a.C. en zonas próximas al Mediterráneo y
a Mesopotamia. Difundiéndose primero el cobre (calcolítico) y más
tarde el Bronce; que se dispersa por el Continente aproximadamente
desde el 2800 a.C.. Era broncínea que comenzó en tiempos
cercanos al de las Pirámides y que perduró hasta los tiempos de
Troya. Pues aquella guerra de la Iliada, en verdad narra la caída
del puerto troyano que cerraba el Bósforo, y que era paso obligado
para alcanzar el Danubio o el Cáucaso. Puntos donde se hallaban las
minas de cobre y estaño más próximas a Grecia; pero que no fueron
ya imprescindible al aparecer el Hierro (en Anatolia y desde el
siglo XIII a.C.). Pero tras la Edad del Hierro, pocos o muy
pocos inventos y revoluciones tecnológicas se produjeron; al menos
hasta la llegada de La Ilustraciòn europea (en el siglo XXVIII
d.C.). Tanto es así, que Felipe II vivía de una forma muy semejante
a los faraones o a los emperadores de Roma. Ya que tan solo la
aparición de la pólvora o el descubrimiento de América, había
cambiado la vida de aquellos hombres durante cuatro mil años.
.
Pero será el siglo XVIII -con las ideas ilustradas- y el XIX -con la
puesta en práctica de diversas máquinas-, donde comienzan a cambiar
las Sociedades. Una trasformación que provoca numerosas guerras
decimonónicas (comenzando por las napoleónicas) y que aboca
a unas crisis sociales de inimaginable magnitud, desembocando en la
Primera Guerra Mundial. Pese a ello, esta conflagración llamada la
Gran Guerra aún tenía tintes de la Edad de los Metales;
combatiéndose todavía con caballos y llegando los soldados al
cuerpo a cuerpo (con bayoneta y armas similares a las usadas en la
Edad del Bronce o del Hierro). Todo ello quizás hizo pensar a
quienes allí lucharon, que la Nueva Era aún no había comenzado y
obligaron a la generación que les sucedió a regresar a las
trincheras -en 1941 y solo veintiún años después-. Aunque
la Segunda Guerra Mundial sí que marcó una transformación
indiscutible en la Historia y la Edad de los Metales quedó
absolutamente superada. Desde el momento en que aparecieron las armas
nucleares y se hizo común el uso de los plásticos. Unos hechos que
provocarían el final definitivo de la Edad del Hierro y el comienzo
de la Era Nuclear o de los plásticos.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos fotografías de los años treinta realizadas
por Juan Miguel Pando Barrero en Candelario
(mostrando mujeres charras) -agradecemos a la Fototeca Nacional nos permita divulgarlas-. Pando Barrero fue un gran
amigo de Ortiz-Echagüe. Y pese
a tener una ideología distinta y una forma de tratar las imágenes
muy diferente, siempre estuvieron muy unidos; todo que hizo de ambos
artistas, colaboradores complementarios. J. Miguel Pando
nació en 1915; era unos veinte años más joven que O-Echagüe y se
inspiró tanto en él, que realizó también trabajos con charras o
extremeñas, a la vez que una serie sobre Marruecos.
Los
cambios y crisis de transición entre el siglo XIX y el XX (resumidas
en párrafos anteriores); llevarían a meditar a todos los artistas
de esta época, sobre su desarraigo y significado histórico.
Concluyendo muchos de los nacidos antes de la Primera Guerra Mundial
que “su Mundo” desaparecería muy pronto. Todo lo que provocó
que infinidad de fotógrafos desearan recoger con sus cámaras las
gentes y tierras que todavía pertenecían en la Edad de los Metales;
pero que pronto serían sustituidas por otras de la Era del Plástico.
Personas ya nacidas en una Sociedad ajena al metal y a las penurias
que la población había vivido durante casi cinco mil años. Durante
los que la ayuda para el trabajo se obtenía solo de los animales y
el único medio de crear herramientas se hallaba en los metales.
Obteniendo la fuerza sin motores, por esfuerzo de hombres o con el
“tiro” de bestias; y fabricando los objetos con cuerdas, cuero,
tejidos, madera, hueso, cerámica y metal. Sin más que todos
aquellos materiales y animales; con un medio de vida heredado
desde el Neolítico, el Eneolítico, la Edad del Bronce y la del
Hierro. Con una Historia directamente compartida y legada por los
hombres de hace miles de años; que unía las Sociedades de siglos
atrás, con las gentes nacidas hasta fines del siglo XIX. Los
venidos al Mundo antes de la Primera Guerra Mundial; quienes como
herederos del Mundo de los Metales, conservaron las formas de vida,
las costumbres y las creencias de sus ancestros. Remontándose en
ocasiones aquellas tradiciones a la Edad del Bronce (tal como veremos
a continuación, ayudados con imágenes).
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos fotografías tomadas por mí durante la
pasada Semana Santa de Valladolid. Al lado, nazarenos portando un
paso durante el atardecer,
mientras cruzan la Plaza Mayor. Abajo,
las famosísimas tallas de Pedro de Mena y Gregorio Fernández, del
Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana
(tal como se exponen en Viernes Santo -agradecemos al Museo-Convento
nos permita divulgar nuestra imagen). Mucho se relaciona la
espiritualidad de Ortiz-Echagüe con la estética que en imágenes
vemos; una religiosidad que en nuestros días escapa a la comprensión
común, simplemente por ser ajena a los gustos de nuestros días.
Un nuevo momento histórico en el que los valores del
pasado dejan de ser entendidos, ya que no se conoce siquiera la
función que esos ritos tenían.
.
Puesto
que los nazarenos .que tanto impresionan a los extranjeros o a los
ajenos al mundo cristiano-; en verdad eran la Seguridad Social de la
época. Cuando las distintas cofradías de trabajadores y familias,
se reunían en unas mismas capillas -eligiendo las iglesias más
cercana al hogar-. Tomando por hermanos a los que pertenecían a esa
hermandad, bajo la advocación del santo que procesionaban juntos;
con el fin de ayudarse entre ellos, debiendo hacerse cargo de
aquellos que lo necesitasen y en especial de los que cayeran
enfermos. Organizándose la Hermandad para poder acompañar durante
las convalecencias y pagar el entierro (en caso de fallecimiento);
llegando a proteger a la viuda y los huérfanos, cuando un cofrade
muriese. Por su parte, el realismo de imágenes como las de Mena o
Gregorio Fernández, tenían como misión evangélica que los
feligreses comprendieran la Pasión. Del mismo modo que actualmente
una película de gran dureza, se filma para llegar al corazón de
quienes la ven y mejorar sus sentimientos.
El
arraigo milenario que arrastraba la civilización occidental hasta
1945, hacía que en lugares como España se hubieran conservado
supersticiones y cultos de origen milenario. Una de las más extrañas
y que más me atrajo fue la del Mal de Ojo o Aojo; superchería en la
que se creía hasta hace medio siglo en gran parte de nuestro
territorio (principalmente en
los ámbitos rurales). Costumbre que por su rareza pude
estudiar durante un tiempo, llegando a la conclusión de que su
origen estaba al menos en el Egipto Predinástico y en la Mesopotamia
de comienzos del IV milenio a.C.. Manteniéndose el temor a su
maldición entre múltiples culturas y durante decenas de siglos;
llegando a mundos tan diferentes como el fenicio, el griego, el
romano, el de Israel, el ibérico, el cristiano o el musulmán. Donde
existieron infinidad de amuletos para combatir el aojo, entre los que
destaca el dije de ojo azulado y la mano (en forma de Higa o como la
de Hathor y la de Fátima). A los interesados en el modo en que una
superstición como la del temor a la mirada ajena, puede mantenerse
durante más de cinco mil años; les recomendamos leer mi libro
“Higa, higo, hígado y aojo”, a la vez que mis diferentes
estudios publicados en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (9)
.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos
tipos de talismanes contra el Mal de Ojo: Al lado, idolillo
procedente del santuario
de Tell Brak (al
norte de Siria) y fechado
a principios del IV milenio a.C..
Su utilización para evitar el Aojo era la misma que tuvo el Utchat
de Horus (en Egipto) y la que darían a los idolos oculados de la
Edad del Bronce ibérica. Abajo, dijes de un collar hallado en la
Aliseda (Cáceres) y fechado hacia el siglo VII a.C.. Presenta
varios abalorios semejantes a los que usaban los egipcios y los
fenicios (desde tiempos ancestrales), con forma de falo y de Cuarto
lunar con una “lengua”; cuyo uso era evitar el aojo. Los collares
y adornos de las mujeres de tierras próximas a la Ruta de la Plata,
continuaron teniendo formas parecidas y un uso igual (contra el Mal
de Ojo)
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al
lado, escaparate de azabachería en Santiago de Compostela, donde
podemos ver los diferentes abalorios que se venden tallados en esa
piedra negra y mágica, para combatir el aojo. Junto
a ellos, cruces y rosarios; además de pendientes y otros adornos;
cuya función antaño era también la de protegerse contra el
aojamiento.
Abajo,
mujer charra en la Catedral de Salamanca (foto
tomada hace dos años, en la que hemos tapado el rostro de la bella
salmantina, por respeto a su persona). Luce
el “traje de vistas”, adornándose además con infinidad de
collares y colgantes, antaño usados como amuletos contra el
aojamiento.
Siendo normal que el traje de vistas fuera llevado junto con todos
estos abalorios, por ser el de bodas -de allí el nombre de “vistas”,
pues el ajuar de la novia se exponía para que todos los vecinos lo
vieran-.
ABAJO:
Amuletos
contra el mal de ojo: En la imagen de la izquierda un ídolo oculado
de la Edad del Bronce ibérico; fechado en el III milenio a.C.,
procedente probablemente del Bajo Guadaquivir, fue adquirido en
Extremadura (sin conocerse los pormenores del hallazgo; que quizás
estén unidos al yacimiento de Valencina de la Concepción, en
Sevilla). A
la derecha, la típica pulsera con ojos y mano de Fátima, que
actualmente se sigue utilizando de talismán contra el aojamiento
-en zonas como Turquía, Grecia, Oriente Medio y Norte de África-.
.
.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al
lado, talismanes contra el Aojo, en propiedad del Museo Etnográfico
de Castilla y León -al
que agradecemos nos permita divulgar nustra imagen-. Arriba,
dos Cuartos de Luna
(uno de ellos en forma de higa romana) muy
semejantes a los que antes veíamos en el tesoro de la Aliseda;
estos amuletos también son cacereños, pero en este caso de los
siglos XVII y XVIII y no del VII a.C. como el alisedano. Abajo,
una higa en azabache y a su lado otra de coral (también
de siglo XVIII). En mi estudio sobre el Mal de Ojo llegaba a la
conclusión de que la identificación entre “la higa” (símbolo e
la vagina) y esta maldición, se debía a que las enfermedades
sexuales solían acarrear dolencias oculares. Principalmente en caso
de la gonorrea, que se transmite al recién nacido por la vía
genital materna, produciendo la ceguera al neonato. El método para
evitar que el niño -o el adulto- no contagie sus ojos de la clamydia
que provoca las infecciones sexuales, es untarlos con óxido de plata
(nitrato de plata, que mata las bacterias de esa infección). Por
todo ello, quizás creyeron que los dijes de plata lograban proteger
contra aquel mal de ojo que provocaba ceguera; ya que si el óxido de
este metal se mantenía sobre la piel de una persona, esta no sufría
fácilmente las infecciones de gonorrea -muy contagiosa-. Abajo:
Cinturón para infantes del siglo XVIII, con dijes protectores del
aojo
(propiedad del Museo de Artes Decorativas de Madrid, tal como lo
expusieron en el Museo de Sana Cruz; a los que agradecemos nos
permitan divulgar la imagen). Era
común colgar a los hijos de reyes y de grandes nobles estos cintos
que contenían higas, campanillas y abalorios; con el fin de
ahuyentar al Mal de Ojo (puesto
que la enorme mortalidad infantil de la época, en muchos casos se
atribuía a esta maldición de la mirada extraña y “atravesada”).
AL
LADO:
En
Burgos, filmando para Tabi Channel (el canal viajar de Japón).
En la imagen: Mi mujer, Diego (cámara) y el director de cine y
Televisión. Unos
diez años atrás realizamos una serie de programas sobre la “España”
profunda, para este canal. Los tres primeros pudimos llevarlos a cabo
y presentarlos enteramente nosotros (mi
mujer y yo); aprovechando
para mostrar en Japón aspectos y lugares desconocidos de nuestra
tierra.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS:
El
abandono de los pueblos y la despoblación, no solo acarrea la
soledad y el aislamiento de quienes deben quedarse en ellos.
Tristemente en muchos casos conlleva la ruina y el deterioro de las
casas abandonadas;
cuyas fachadas y tejados se derrumban ante los ojos de los lugareños.
Sin
que nadie pueda hacer algo por esos edificios, que normalmente son
bellísimos y cuentan con siglos de historia.
Arriba, una ruina en Las Batuecas; abajo un monasterio en ruinas, en
el Camino de Santiago (omitimos el nombre de lugares, para evitar que
hasta allí se acerque la rapiña para obtener piedras o materiales
de derribo).
Llegamos
al final de este artículo, donde hemos intentando transmitir qué fue esa España que enamoró a Ortiz-Echagüe; tanto como para
dedicar parte de su vida a conservarla en sus clichés y positivos.
Un país que vieron los ojos del fotógrafo y del que aún quedan
“restos” de enorme importancia; aunque no tantos, pues sigue en
proceso de deterioro (principalmente debido a la falta de interés
y de cuidado). Por cuanto decimos, de continuar ese permanente
derrumbe de casas populares, muros palaciegos y hasta lienzos
medievales; parece seguro que en unos siglos el patrimonio histórico
habrá disminuido de manera considerable -principalmente el
popular-. Con el fin de que ello no suceda, deseamos concienciar a
la población española del valor de sus pueblos, y de sus costumbres
y tradiciones; para que en la medida de lo posible, no se pierdan.
Pues en la vida rural, hasta los hechos y manifestaciones que nos
resulten más absurdos o inexplicables; tienen su sentido y hemos de
lograr que no desaparezcan. Ya que con el paso del tiempo, las
“costumbes” del pueblo son su ley, su verdad y su Historia. Por
lo que cuanto hoy pueda parecer paleto, rancio y hasta grotesco;
llegará un día a convertirse en un hecho cultural y una
manifestación de nuestra civilización. Como muestra de todo ello,
terminamos con una extraña foto de Ortiz-Echagüe intitulada “El
tío Tarugo junto a Sepúlveda” que de seguro estuvo inspirada en
el cuadro de Zuloaga “El enano Gregorio; botero en Sepúlveda”
(pintado en 1908, hoy en la colección de los herederos del pintor -a
los que agradecemos nos permitan divulgar la imagen-).
.
ABAJO:
“El
enano Gregorio; botero en Sepúlveda” de Zoluaga; a su lado “El
tío Tarugo de Sepúlveda” (foto de Ortiz-Echagüe). Posiblemente,
hace setenta o cien años, estas estampas causaban extrañeza y hasta
el desprecio de algunos (tachándolas de tremendistas y de mal
gusto). Pero hoy son una manifestación de una España que ya acabó
y que gracias a Zoluoaga y a José Ortiz-Echagüe se ha podido
conservar en la memoria y llegar a nuestros días. Todo lo que
demuestra el valor de lo popular, hasta en sus expresiones más
pequeñas -por insignificante que a veces nos parezca-.
-----------------------------------------------------
CITAS:
-----------------------------------------------------
(1):
"El
poder evocador de las imágenes de Ortiz-Echagüe". Artículo
publicado en el catálogo de la exposición "José Ortiz-Echagüe
fotógrafo". Pamplona, Universidad de Navarra (Departamento de
Comunicación Audiovisual), 1990.
Autor:
Fco Javier Zubiaur Carreño.
En
la red; pulsar enlace:
.
(2):
A
los interesados en consultar la obra de José Ortiz Echagüe,
recomendamos estos dos enlaces:
ORTIZ
ECHAGÜE EN LOS MUSEOS:
https://www.europeana.eu/portal/es/search?mlt=%2F2022703%2Foai_euromuseos_mcu_es_euromuseos_MT_FD000466&page=2
MUSEO
UNIVERSIDAD DE NAVARRA:
.
(3):
Acerca
de las diferentes biografías de José Ortiz Echagüe liberadas en la
red. Recomendamos el siguiente enlace, que se trata de una
documentada conferencia:
JOSÉ
ORTIZ ECHAGUE UN GENTIL HOMBRE CON CÁMARA
.
Aunque
donde conoceremos mejor la vida y perdona del fotógrafo, es en el
relato biográfico que realizan sus hijas en el programa de TVE “La
mirada fotográfica”:
LA
MIRADA FOTOGRÁFICA CAPÍTULO 1 JOSE ORTIZ ECHAGUE (dirigida por Jose
Luis López-Linares)
.
(4):
De
nuevo citamos el artículo de F.J. Zubiaur Carreño:
"El
poder evocador de las imágenes de Ortiz-Echagüe". Publicado en
el catálogo de la exposición "José Ortiz-Echagüe fotógrafo".
Pamplona, Universidad de Navarra (Departamento de Comunicación
Audiovisual), 1990.
.
(5):
Elementos
Euclides Lib.V; recogido entre otros por Luca Pacioli en su libro
"La Divina Proporción" (Ed. Akal; Madrid 1991)
.
(6):
AGRADECEMOS
AL PROFESOR PIÑEL NOS PERMITA DIVULGAR LAS IMÁGENES DE SU LIBRO:
La
Belleza que protege
Carlos
Piñel
Caja
España, Zamora 1998
.
(7):
Idem
cita anterior. Agradecemos de nuevo al Prof. Carlos Piñel nos
permita divulgar esta imagen tomada de su libro.
.
(8):
LA
ESTAMPA DE BURGOS; artículos publicados por Eduardo Ontañón entre
los años 1928 a 1936.
.
(9):
"HIGA,
HIGO, HÍGADO Y AOJO (magia, religión y medicina) "El cuerpo en
la
tradición",
Valladolid 2007 (ed. fundación Joaquín Díaz).
ASIMISMO
RECOMENDAMOS A LOS INTERESADOS EN EL TEMA CONSULTAR MIS ARTÍCULOS
(para llegar a cada página, pulsar el enlace en letras azules):
Artículos
relacionados con la joyería y el mal de ojo.
-
DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". (Lo invisible en la
mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte
XXIV). COMIENZA
AQUÍ UN ANÁLISIS SIMBÓLICO DE LAS JOYAS; con sentido mágico hasta
nuestros días.
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-8-9.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS": CONTINUACIÓN. (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXV). -SIGNIFICADO APOTROPAICO DE LOS ABALORIOS Y COLGANTES QUE SE USABAN Y AÚN UTILIZAMOS PARA COMBATIR EL MAL FARIO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-7.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". CONTINUACIÓN: Pater Libero (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXVI). -SENTIDO SEXUAL DE LAS JOYAS QUE PROTEGEN, SU RELACIÓN CON EL MAL DE OJO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-8.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". CONTINUACIÓN: Fascinus (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXVII). -PROTEGERSE DE LA MIRADA Y DE LOS MALES SOCIALES A TRAVÉS DE LAS JOYAS CON FORMAS OBSCENAS; LA SUERTE UNIDA A UN COLGANTE QUE EVITABA LAS MALAS MIRADAS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-7-8.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: El Ojo "cónico o en bola" -"alcorciles y bollas"-. (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXVIII).-VAMOS DESCUBRIENDO EL MUNDO DE LAS JOYAS EN FORMA DE BULLA O ESFERAS, RELACIONADAS CON EL OJO Y SUS MALES- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/10/1.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Permanencia del arte egipcio en el mundo ibérico. (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXIX). -DEMOSTRACIÓN DE LA PERVIVENCIA DE MODELOS Y SIGNIFICADOS DE TALISMANES Y COLGANTES DURANTE CINCO MIL AÑOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/10/1-8-9.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Dioses de la Fertilidad; Min o Minu egipcio. -RELACIÓN DEL SEXO Y LAS ENFERMEDADES VENÉREAS CON EL MAL DE OJO, SU PLASMACIÓN EN LAS JOYAS QUE LO EVITAN- (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXX). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/11/1-8.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Dioses de la Fecundidad y su posible significado calendárico -de Egipto a Japón-. -VEMOS LA RELACIÓN PLANETARIA DE LA SEXUALIDAD Y SU CONEXIÓN DIRECTA SOBRE EL OJO Y SUS MALES, PLASMADO EN LOS DIOSES DE LA LUZ-(de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXI). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/11/1-9.html
- Dioses de la fertilidad, de la luz, del Sol y del oro; diosas del agua, de la Luna y la plata. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXII). -MÁS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA SEXUALIDAD Y LA LUZ, TODO ELLO UNIDO A LOS TALISMANES Y JOYAS QUE ALEJABAN EL MAL DE LAS TINIEBLAS; EL AOJO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/12/1-6.html
- Dioses del comercio y la prosperidad, venidos del cielo. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXIII). -PROCEDENCIA DIVINA DE LOS METALES Y SENTIDO SAGRADO DE LAS JOYAS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-6.html
- Mercurio dios del comercio y la prosperidad. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXIV). -LOS DIOSES QUE ENVÍAN EL ORO Y LA PROSPERIDAD, RELACIÓN DE LA JOYERÍA CON LOS ASTROS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-9.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS": CONTINUACIÓN. (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXV). -SIGNIFICADO APOTROPAICO DE LOS ABALORIOS Y COLGANTES QUE SE USABAN Y AÚN UTILIZAMOS PARA COMBATIR EL MAL FARIO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-7.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". CONTINUACIÓN: Pater Libero (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXVI). -SENTIDO SEXUAL DE LAS JOYAS QUE PROTEGEN, SU RELACIÓN CON EL MAL DE OJO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-8.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". CONTINUACIÓN: Fascinus (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXVII). -PROTEGERSE DE LA MIRADA Y DE LOS MALES SOCIALES A TRAVÉS DE LAS JOYAS CON FORMAS OBSCENAS; LA SUERTE UNIDA A UN COLGANTE QUE EVITABA LAS MALAS MIRADAS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-7-8.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: El Ojo "cónico o en bola" -"alcorciles y bollas"-. (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXVIII).-VAMOS DESCUBRIENDO EL MUNDO DE LAS JOYAS EN FORMA DE BULLA O ESFERAS, RELACIONADAS CON EL OJO Y SUS MALES- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/10/1.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Permanencia del arte egipcio en el mundo ibérico. (Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXIX). -DEMOSTRACIÓN DE LA PERVIVENCIA DE MODELOS Y SIGNIFICADOS DE TALISMANES Y COLGANTES DURANTE CINCO MIL AÑOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/10/1-8-9.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Dioses de la Fertilidad; Min o Minu egipcio. -RELACIÓN DEL SEXO Y LAS ENFERMEDADES VENÉREAS CON EL MAL DE OJO, SU PLASMACIÓN EN LAS JOYAS QUE LO EVITAN- (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXX). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/11/1-8.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Dioses de la Fecundidad y su posible significado calendárico -de Egipto a Japón-. -VEMOS LA RELACIÓN PLANETARIA DE LA SEXUALIDAD Y SU CONEXIÓN DIRECTA SOBRE EL OJO Y SUS MALES, PLASMADO EN LOS DIOSES DE LA LUZ-(de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXI). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/11/1-9.html
- Dioses de la fertilidad, de la luz, del Sol y del oro; diosas del agua, de la Luna y la plata. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXII). -MÁS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA SEXUALIDAD Y LA LUZ, TODO ELLO UNIDO A LOS TALISMANES Y JOYAS QUE ALEJABAN EL MAL DE LAS TINIEBLAS; EL AOJO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/12/1-6.html
- Dioses del comercio y la prosperidad, venidos del cielo. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXIII). -PROCEDENCIA DIVINA DE LOS METALES Y SENTIDO SAGRADO DE LAS JOYAS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-6.html
- Mercurio dios del comercio y la prosperidad. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXIV). -LOS DIOSES QUE ENVÍAN EL ORO Y LA PROSPERIDAD, RELACIÓN DE LA JOYERÍA CON LOS ASTROS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-9.html
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